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Un documental denuncia la relación de los golpistas hondureños con la represión de los 80

  • La cineasta hondureña Katia Lara presenta en Buenos Aires Quién dijo miedo
  • Expone los asesinatos y detenciones ilegales de la 'conspiración' contra Zelaya
  • Pone ejemplos de miembros del Gobierno asociados al escuadrón de la muerte

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La cineasta hodureña Katia Lara, exiliada en Argentina
La cineasta hodureña Katia Lara, exiliada en Argentina

La cineasta hondureña Katia Lara, exiliada en Argentina, ha denunciado este lunes en una entrevista con Efe en Buenos Aires, la relación de militares involucrados en el golpe de Estado contra Manuel Zelaya con la represión que se vivió en Honduras en los años ochenta.

Lara ha dirigido el documental Quién dijo miedo, que se ha estrenado este lunes en Buenos Aires, sobre el golpe de Estado que derrocó a Zelaya el 28 de junio del pasado año.

La realizadora hondureña asegura que los batallones paramilitares de los años ochenta "volvieron a salir a la luz" con el golpe contra Zelaya. Lara cita como ejemplo el caso del ex capitán del Ejército hondureño Billy Joya, asociado a los "escuadrones de la muerte" que hicieron desaparecer a 184 personas entre 1980 y 1989, y que fue nombrado asesor de seguridad durante la breve presidencia de Roberto Micheletti, que asumió el poder tras el golpe.

El sangriento Batallón 316

Una de las unidades militares más conocidas, recuerda, es el denominado Batallón 316, adiestrado para perseguir a los hondureños que proveían de armas a las guerrillas de El Salvador, pero se convirtió en un "escuadrón de la muerte" que asesinó a decenas de activistas de izquierdas, la mayoría durante la presidencia de Roberto Suazo Córdova (1982-1986).

Según Lara, el actual jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras, el general Romeo Vásquez Velásquez, estuvo vinculado activamente con el Batallón 316.

"Los militares utilizan hoy las mismas estrategias que utilizaron en los ochenta para desarticular a la resistencia. Hay censura, desapariciones, asesinatos y detenciones ilegales de activistas", afirma la cineasta, quién vive como refugiada política en Argentina desde diciembre.

Su documental Quién dijo miedo narra la resistencia pacífica del pueblo hondureño tras el golpe y la vulneración de derechos humanos por parte de los militares, ante la pasividad del Gobierno, la Justicia y parte de la Iglesia católica hondureña.

Del golpe a la presidencia de Lobo

A través de la historia real de René, un integrante del Frente Nacional de Resistencia, el filme analiza el desarrollo de la crisis hondureña desde el golpe hasta la celebración de elecciones en noviembre del 2009 y la marcha de Zelaya a la República Dominicana en enero de este año, tras la asunción de Porfirio Lobo.

La cinta muestra impactantes imágenes de la represión militar contra los partidarios de Zelaya y describe casos de asesinatos, malos tratos, detenciones ilegales y desapariciones de personas.

"La situación de la resistencia es cada vez peor, en cualquier momento pueden asesinarte", lamenta Lara, quién recordó que hay unos 150 presos políticos en el país centroamericano, se calcula que 300 personas han sido asesinadas desde el golpe y se han registrado unas 3.300 detenciones ilegales, según el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras.

Denuncia la implicación de EE.UU.

La cineasta se muestra convencida de que el golpe de Estado "fue orquestado por la oligarquía hondureña y los Estados Unidos para mantener su hegemonía económica y geopolítica".

"A Estados Unidos no le convenía perder el control del que ha sido durante años su patio trasero y quería evitar la multiplicación de Gobiernos de izquierda en la región", señala Lara.

La realizadora sostiene que hay "evidencias" de que el embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, se reunió días antes del golpe con destacados empresarios y militares hondureños.

Quién dijo miedo pretende "dar voz a la resistencia que está censurada en Honduras", según su directora, y emprenderá en los próximos días una gira de presentación por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa que concluirá el próximo 28 de junio en Tegucigalpa, con motivo del primer aniversario del golpe.

La cinta recoge declaraciones del ex presidente Zelaya, valoraciones de historiadores, periodistas, representantes eclesiásticos y de organizaciones internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.