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Peces con 'manos' para caminar

  • Investigadores australianos han descubierto nueve especies inéditas
  • Habitualmente viven en zonas aisladas y están en peligro de extinción
  • Son especies extremadamente vulnerables a los cambios

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El 'pez rojo' es uno de los más amenazados por la degradación de su hábitat
El 'pez rojo' es uno de los más amenazados por la degradación de su hábitat

Peces pequeños, habitualmente muy llamativos y coloreados, sedentarios y que suelen caminar sobre el lecho del mar con sus 'manos' (aletas). Las usan para andar incluso más que para nadar. Son peces caminantes.

Los han descubierto miembros de la Comunidad Científica e Investigaciones Industriales de Australia (SCIRO). Después de varios estudios comprobaron amplias diferencias con las 14 especies de 'peces con manos' conocidas hasta el momento. Se han detectado nueve especies inéditas.

Todas son especies en riesgo; por ejemplo, sólo se conocen cuatro especímenes de los 'peces con manos rosas'. Hace más de 10 años que nadie ha vuelto a ver uno. El último fue grabado en la península de Tasmania en 1999.

Están en peligro de extinción porque son "extremadamente vulnerables a los cambios de ambiente como la introducción de especies nuevas, la polución, la pesca y el aumento de la temperatura del agua del mar", según ha declarado Daniel Gledhill, uno de los responsables de la investigación.

De ser comunes han pasado a ser completamente desconocidos

Estas especies son muy difíciles de clasificar. Principalmente por dos motivos: su rareza y el escaso número de ejemplares que habitan, sólo, en las costas australianas. "Es evidente que las especies de aguas poco profundas desaparecen rápidamente, de ser comunes en ciertos lugares hace tiempo, ahora sólo pueden localizarse en zonas recónditas", reconoce Gledhill.

A pesar del escaso número de ejemplares conocidos, todas especies son importantes -según reconocen los expertos- para entender los orígenes de la vida marina australiana y los efectos provocados tras la alteración de los hábitats y el cambio climático. Sobre todo, añada Gledhill, porque "más de la mitad del territorio australiano es océano y nos falta por investigar, aproximadamente, el 95%".