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Nueva redada contra los militares turcos acusados de planear un golpe de Estado

  • Existe un conflicto entre Ejército, Judicatura y Ejecutivo que dificulta el caso
  • 21 militares están ya en prisión preventiva

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La policía turca ha lanzado una nueva operación para detener hasta 90 oficiales militares acusados de guardar algún tipo de vínculo con el intento de golpe de Estado planeado en 2003.

El pasado lunes, catorce militares fueron detenidos acusados de este mismo delito.

Pero ni la operación ni las cifras sobre el número preciso de detenciones está claro. De hecho, se informó inicialmente de que habían sido veinte y no catorce los detenidos el pasado lunes.

Este conflicto a la hora de informar, pone de manifiesto las complicadas relaciones que existen entre Ejército, Judicatura y Ejecutivo.

Los 14 detenidos, entre ellos dos generales retirados, han sido interrogados por la Policía bajo la acusación de pertenecer a la trama golpista conocida como "Mazo".

Ayer, los dos fiscales encargados del caso ordenaron la detención de unos 90 militares. Sin embargo, el Estado Mayor del Ejército no dio permiso para detener a 70 de ellos, oficiales en activo.

Posteriormente, el Fiscal Jefe de Estambul sustituyó a los fiscales encargados del caso y abortó la operación, por lo que sólo fueron detenidos 14 militares retirados.

Todo este conflicto se suma a la negativa de la Fiscalía de ofrecer información sobre las detenciones y el resultado es una gran confusión entre los medios de comunicación turcos.

Más detenciones

El pasado lunes también se dictó prisión preventiva para los 21 militares presuntamente implicados en la conspiración golpista que fueron detenidos el domingo, tras haber sido puestos en libertad el 1 de abril en una polémica decisión judicial.

La investigación de las presuntas tramas golpistas Ergenekon y Balyoz, ha provocado una fuerte división dentro de la judicatura.

Según los expertos, las continuas órdenes, contraórdenes y sustitución de magistrados en los últimos meses se enmarcan en la lucha por el poder dentro del sistema judicial entre partidarios y contrarios al Gobierno de Erdogan.