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El Gobierno tailandés y los jefes de la protesta no alcanzan un acuerdo, pero seguirán negociando

  • Quieren poner fin a las manifestaciones que se repiten a diario en Bangkok
  • El primer ministro de Tailandia, Vejjajiva, presidió las conversaciones
  • Tailandia sufre una grave crisis desde el golpe de Estado de 2006

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Las negociaciones entre el Gobierno tailandés y los cabecillas de los miles de manifestantes que exigen la disolución del Parlamento, concluyeron sin un acuerdo, aunque con el compromiso de continuar con el diálogo para encontrar una solución a la crisis política.

La reunión, transmitida en directo por la televisión, tuvo lugar después de dos semanas de protestas en Bangkok y de que durante las últimas 24 horas al menos 5 personas resultaran heridas en distintos ataques con granadas u otros artefactos explosivos.

Después de tres horas de conversaciones durante las que cada una de las partes mantuvo su postura política, la delegación encabezada por el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, y la de líderes del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, resolvieron reunirse de nuevo mañana lunes.

Vejjajiva dijo durante el encuentro que el hecho de tener lugar ya era importante para afrontar la crisis, aunque recalcó que iba a ser necesario celebrar otras rondas de conversaciones para encontrar una solución a la crisis.

Por su parte, uno de los líderes del Frente, la plataforma política de los partidarios del ex primer ministro depuesto Thaksin Shinawatra y conocidos por "camisas rojas", dio al jefe del Ejecutivo otras dos semanas de tiempo para disolver el Parlamento.

Además del jefe del Ejecutivo, la delegación gubernamental estuvo formada por el secretario general del primer ministro, Korbsak Sapavasu, y el diputado del Partido Demócrata Chamni Sakdiset.

Vejjajiva es el líder del Partido Demócrata, que gobierna en coalición con otras formaciones políticas desde diciembre de 2008.

La delegación de los llamados "camisas rojas" por el color de las prendas que visten, la integraron sus principales cabecillas: Jatuporn Prompan, Weng Tohjirakarn y Veera Musikapong.

Antes de que acabara la reunión, el jefe en funciones de la Policía, general Pateep Tanprasert, indicó a la prensa, que se habían adoptado medidas de seguridad para el caso de los manifestantes reaccionasen de forma violenta a raíz de un eventual fracaso de las negociaciones.

Los "camisas rojas", que buscan la celebración de elecciones anticipadas, se habían comprometido a no manifestarse en el lugar de la reunión ni en ningún otro lugar que pudiera causar una atmósfera de tensión.

El secretario general de la oficina del primer ministro, Korbsak Sabhavasu, discutió los términos de la reunión con los líderes del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, la plataforma cívica cuyos miembros se distinguen por sus llamativas camisetas coloradas y que organiza las manifestaciones.

El número de opositores que siguen la protesta en Bangkok varía entre 10.000 y 20.000 de lunes a viernes, pero aumenta sustancialmente el sábado y el domingo.

Cerca de 80.000 manifestantes, cerca del máximo de 100.000 conseguidos el 14 de marzo, recorrieron el sábado varias zonas de la capital para aumentar la presión sobre el Gobierno, al que califican de títere del Ejército.

La jornada transcurrió sin incidentes violentos y con la retirada de soldados de varios puntos de la capital en los que habían sido desplegados con anterioridad.

Incidentes aislados

Entrada la noche, dos soldados y cinco civiles resultaron heridos al ser alcanzados por la metralla de una granada M-79 arrojada frente a la puerta principal de las instalaciones del Canal 5 de la televisión estatal, indicaron fuentes policiales.

Horas después, otras cuatro personas sufrieron heridas al hacer explosión un artefacto similar, y de uso militar, en uno de los accesos a la sede del canal estatal de televisión NBT.

De madrugada, cuatro soldados resultaron heridos por otra granada lanzada contra el cuartel del 11 Regimiento de Infantería, en un nuevo ataque vinculado con las manifestaciones.

Fuentes policiales citadas por la televisión indicaron que la granada del tipo M-79 explotó frente a cuatro soldados de guardia y que uno de ellos sufrió heridas de pronóstico grave.

A raíz del último ataque, el viceprimer ministro a cargo de la seguridad, Suthep Thaugsuban, indicó que el Gobierno sopesa declarar el estado de excepción en determinadas áreas de la urbe.

En las últimas dos semanas, más de una decena de artefactos han estallado en el exterior de oficinas gubernamentales y cuarteles, sin causar, hasta el momento, víctimas mortales.

Crisis política desde 2006

Tailandia está inmersa en una profunda crisis desde el golpe de Estado que depuso en 2006 al multimillonario Shinawatra, un ex policía que se ganó a las clases populares con políticas sanitarias y sociales.

La mayoría de los "camisas rojas" y las clases más humildes del norte y noreste del país idolatran a Shinawatra y consideran a Vejjajiva un "hombre de paja" de la elite y el Ejército.

Shinawatra vive en el exilio y fue condenado en rebeldía en 2008 a dos años de prisión por un delito de corrupción.