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España comparte la estrategia de "coordinación y gobernanza económica" de la CE

  • Barroso reclama una fuerte gobernanza para no incurrir en nuevas crisis
  • Europa 2020 podría proporcionar un crecimieno del 2%

Ver más: Agenda / Tratado de Lisboa Preguntas y respuestas Ver especial de la Presidencia

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La Comisión Europea presenta la estrategia Europa 2020

La presidencia española de la Unión Europea comparte los objetivos generales de la Estrategia 2020 que ha presentado este miércoles la Comisión Europea.

Destaca sobre todo la fuerte gobernanza que contempla, dando al Consejo de Estado "la vigilancia máxima constante" para que todos los Estados cumplan con los compromisos que adquieran.

Así lo ha dicho el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, quien considera que de este modo se "protege la estabilidad de la zona euro".

La propuesta de la Comisión

La Comisión Europea ha presentado su propuesta sobre la futura estrategia 'Europa 2020' que regirá los designios económicos europeos durante la próxima década.

Contempla una serie de objetivos cuantificados y una arquitectura que se ocupará de vigilar que se cumpla lo pactado, aunque el presidente de la Comisión, Durao Barroso, ha dejado muy claro que no habrá sanciones.

A su juicio, la crisis "ha dejado al descubierto nuestras debilidades", por eso ahora "necesitamos más coordinación que nunca, ya que nuestras economías están interrelacionadas".

Estrategia realista

Se pretende conseguir una economía inteligente (basada en el conocimiento), verde (comprometida con el cambio climático) e inclusiva (empleo de calidad y lucha contra la pobreza).

Para ello la Comisión ha marcado una serie de cinco objetivos -lea aquí la comunicación de la Comisión (.pdf) - que suponen "lo que tenemos que hacer desde ahora, y no dentro de 10 años" según ha recalcado Barroso:

  • Que el 64% de la población entre 20 y 64 años tenga empleo.
  • Que el 3% del PIB se invierta en I+D.
  • Reducción de un 20% en las emisiones y de consumo energético, y que la cifra de energías renovables empleadas sea de esa cantidad.
  • Conseguir que el 40% de la población juvenil tenga estudios superiores, y disminuir en un 10% la tasa de fracaso escolar.
  • Hacer descender en 20 millones la población que se encuentra en riesgo de pobreza (actualmente en los 80 millones).

Todos ellos objetivos cuantificables que, según ha explicado Barroso, cada Estado tendrá que ir ajustando en función de sus necesidades. Algo que es la gran diferencia con la estrategia de Lisboa 2010, y que además contempla desde un primer momento que el Consejo Europeo asuma la dirección de la política económica.

Para conseguir llegar a ellos, habrá una serie de programas conjuntos destinados que favorecerán, entre otras cosas, el acceso a la I+D, facilitar la educación a los jovenes, generar un mercado digital, aprovechar mejor los recursos energéticos  y conseguir tener una política industrial sostenible.

El objetivo, aunque no aparece en el documento pues Barroso no cree positivo hacer previsiones macroeconómicas, la "Comisión estima que podemos crecer en torno a un 2%".

La gobernanza

Es la gran palabra de los últimos meses. Todos los socios deben actuar de manera "coordinada" y cumpliendo con los compromisos que vayan adquiriendo.

Por eso la Comisión plantea que la Unión Europea vigile a los 27 mediante dos vías diferentes que impidan que se repita una situación como la que se vive en Grecia: por un lado mediante el saneamiento de las cuentas públicas cumpliendo con el pacto de estabilidad. Por el otro, presentando planes nacionales, donde se recojan las reformas que adoptarán para cumplir con los nuevos objetivos.

En caso de que se detectaran anomalías, tanto la Comisión como el Consejo podrían emitir "alertas" de forma que se "aprovechen" todos los mecanismos que permite el Tratado de Lisboa.

No obstante, Barroso ha recalcado que "sin el compromiso de los Jefes de Estado y de Gobierno" no se puede hacer absolutamente nada.

Propuestas en general que, para el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, van "en la buena dirección", aunque ahora los Jefes de Estado y de Gobierno deben debatirla. En especial porque la presidencia española, ha dicho, tiene intención de que se apruebe en el Consejo del mes de junio.