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La ONU cree que "habrá que remover 60 millones de toneladas de escombros para reconstruir Haití"

  • Considera que "va a haber más destrucción" con la llegada de las lluvias
  • La ayuda humanitaria tendrá que continuar por lo menos un año más

Ver también: Especial  /  Vídeos / Audios  / Ayuda  / Sobre  Haití / Blog de Fran  Sevilla

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El jefe de la MINUSTAH valora la situación de Haití, un mes después del terremoto

Un devastador terremoto puso a Haití en el mapa de la memoria de millones de personas el pasado 12 de enero. Pasado algo más de un mes, Haití sigue siendo noticia y lo será por mucho tiempo.

El jefe de la misión de estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), Edmond Mulet, recuerda en una entrevista para el programa A fondo del canal 24 horas de TVE, que la situación sigue siendo "dramática" y que la ayuda humanitaria va a tener que continuar durante  mucho tiempo.

"La ayuda humanitaria tendrá que continuar por lo menos un año más porque estamos entrando en la época de lluvias, que este año van a ser muy copiosas. Además, ahora vienen los huracanes, los grandes vientos. No vamos a poder evitar que haya más destrucción, pero nos estamos preparando", explica.

La mayor preocupación de la población haitiana pasa en estos momentos por encontrar un refugio ante la inminente llegada de las lluviasMás de un millón de personas se han quedado sin hogar y malviven en refugios improvisados construidos a base de plásticos y lonas.

En Haití hoy es día de luto nacional por las más de 200 mil víctimas mortales del terremoto, entre ellos cuatro españoles. Se cumple un mes del terremoto de Haití y más de un millón de personas sin techo soportan ahora el inicio de la época de lluvias. Las malas condiciones sanitarias hacen temer la propagación de enfermedades. Miles de personas reclaman ya en las calles de Puerto Príncipe el prometido traslado a otros campamentos más dignos.

"En los primeros días tras el seísmo el tema de la logística fue terrible, pero cada día mejora la asistencia a la población en cuanto a distribución de alimentos, de agua, de tiendas de campaña y de cobertores plásticos", asegura.

La UE anunció la semana pasada que enviará un equipo militar para construir refugios,   y según Mulet, la coordinación de la ayuda humanitaria va mejorando, a pesar de la mala gestión de los primeros días.

El enviado especial de Radio Nacional a Haití, Fran Sevilla, ha hablado con el fundador de Mensajeros de la Paz, el Padre Ángel, sobre los problemas de la llegada de la ayuda en Haití.

"La generosidad del mundo entero ha sido magnífica"

Sin embargo, será en la gran conferencia de donantes que se celebrará el próximo 31 de marzo en Nueva York donde el Gobierno haitiano se encargue de fijar las prioridades del pueblo haitiano y establecer cómo se van a satisfacer esas necesidades.

Además, hay que tener en cuenta la ayuda procedente de donantes individuales y ONGs, que también será supervisada por las autoridades haitianas y la MINUSTAH.

Una preocupación que crece dentro de la comunidad internacional teniendo en cuenta que Haití es uno de los países con más corrupción del mundo. En estos momentos, la ONU y las diez mil oenegés que trabajan sobre el terreno, controlan esta ayuda

"La generosidad del mundo entero ha sido magnífica, extraordinaria, y no podemos permitir que un solo centavo sea dedicado a otra cosa que no sea a satisfacer las necesidades del pueblo haitiano", afirma.

Y esa generosidad tiene que ser bien administrada para que sea efectiva. Como ya se ha hecho en otros países víctimas de catástrofes naturales, se plantea que la reconstrucción de Haití se distribuya de forma geográfica o temática.

"Cada país se encargaría de la reconstrucción física de una ciudad, un pueblo, o un barrio, y en ese área es donde concentraría todos sus esfuerzos y su ímpetu. Si todos trabajamos en el mismo lugar, perderíamos muchos recursos", ha señalado Mulet.

En Haití hay que reconstruirlo todo. Puentes, carreteras, puertos, aduanas...Por eso hay tarea para todos los países y todas las instituciones que quieran participar en este esfuerzo.

"Se calcula que habrá que remover 60 millones de toneladas de escombros para tener espacio donde reconstruir de nuevo escuelas, edificios públicos, parques, casas, avenidas, calles...y para eso vamos a necesitar maquinaria especial que Haití no tiene", indica Mulet, quien ha afirmado que apela a la solidaridad de los países vecinos para conseguir los materiales.

"El futuro de Haití depende de los haitianos"

Si las estructuras de gobierno ya eran frágiles antes del terremoto, ahora han quedado aún más disminuidas. Sin ministerios, ni palacio nacional, ni oficinas, y sin tan siquiera personal público, ya que son muchos los funcionarios que perdieron la vida aquel 12 de enero.

De la MINUSTAH, hay 93 personas muertas o desaparecidas bajo los escombros, entre ellos, el antiguo jefe de la MINUSTAH, el tunecino Hèdi Annabi , al que Edmond Mulet ha tenido que sustituir.

Y en un país con tantas carencias -el más pobre de América Latina- tampoco hay un registro civil que nos permita saber con exactitud el número de fallecidos. Las autoridades han barajado la cifra de 230.000, pero Mulet teme que el balance sea de 260.000.

Ante un pasado amargo y un presente desolador, a los haitianos ahora ya sólo les queda mirar al futuro, "que únicamente depende de ellos", subraya Mulet.

Esta sacudida es la mejor oportunidad para cambiar las desigualdades que han existido en Haití desde hace decenios. Los haitianos tienen que asumir su responsabilidad y labrarse un nuevo horizonte que les permita salir de esa pobreza endémica.

Se plantean si es conveniente reconstruir la capital en el mismo lugar, justo encima de una falla.

"La destrucción es de una dimensión tal, que ni nosotros ni los haitianos nos hemos dado cuenta todavía de lo que nos queda por hacer. Vamos a tener que trabajar mucho con ellos, de la mano, para ayudarlos a salir adelante", concluye Mulet.

A partir de ahora, confiemos, en que sólo se pueda mejorar.