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La presión diplomacia y la inversión exterior parecen ser los motivos detrás de la renuncia del primer ministro Ariel Henry de un Haití sumido en la crisis y el caos. Para la transferencia pacífica del poder, el mandatario ha proclamado la creación de un Consejo Presidencial que, una vez constituido, consagrará su renuncia del ejecutivo. Las bandas armadas, que controlan el 80% de la capital, Puerto Príncipe, aún no han dado por bueno el acuerdo político.

La situación en Haití es cada vez más preocupante. Anoche, el primer ministro, Ariel Henry, ha dimitido, tras más de dos años en el poder. Los haitianos, además de sufrir las consecuencias de una crisis política, tratan de evitar la violencia de las bandas criminales, que operan con total impunidad en el país. Entrevistamos a Antonio Pinto, experto en Haití y Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Semanas de caos y violencia desmedida se han consumado la dimisión del primer ministro, Ariel Henry. Ni siquiera ha podido anunciarlo desde la capital de la nación caribeña. Henry se encuentra varado en Puerto Rico, y no ha podido volver desde que hace unas semanas partiera en una serie de visitas internacionales con el objetivo de buscar apoyos para luchar contra las pandillas.

Su gobierno será sustituido por un Consejo Presidencial de Transición, que designará a un primer ministro interino. Henry ha lamentado que desde hace más de 11 semanas el país ha experimentado un aumento de los actos de violencia que ha afectado a la población mediante asesinatos, ataques, saqueos y destrucción de edificios públicos y privados.

Precisamente fueron las bandas las que exigían la salida del poder de Henry, sobre quien aumentaron las presiones tanto dentro como fuera de Haití para que favoreciese una transición que ayude a frenar la aguda crisis y la extrema violencia en el país.

La violencia en Haití crece de forma exponencial tras una nueva crisis derivada del asalto a dos cárceles del país y la liberación de cientos de presos. Analizamos la situación con Carlos Solar, investigador senior del equipo de estudios sobre seguridad internacional de RUSI.

Las bandas armadas han asaltado la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, la cárcel más grande de Haití. Cerca de 3.600 presos se han fugado tras el ataque, lo que supone al menos un 97% del total de los internos (3.696), según ha informado este domingo el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos.

FOTO: AFP/LUCKENSON JEAN

La población de Haití se rebela contra la violencia desenfrenada, con un 80% de la capital gobernada por el crimen organizado. La vuelta esta semana del exsenador y líder rebelde Guy Philippe ha causado gran conmoción y apoyo entre los haitianos. Philippe exige la dimisión inmediata del presidente Ariel Henry y la celebración de una elecciones democráticas inmediatas en el país.

Haití es uno de los lugares donde los menores están sufriendo más las consecuencias del caos político, económico y social que atraviesa este país, uno de los más pobres del mundo. Allí, según datos de UNICEF, el número de niños y niñas desplazados internos se ha disparado y alcanza la cifra de 170.000, el doble que el año pasado. Hablamos con Michele Messina, asesor regional de emergencia de UNICEF para Latinoamérica y el Caribe.

Las calles de Puerto Príncipe se han convertido en un campo de batalla donde la inseguridad, los disparos y los desplazados se han convertido en protagonistas. La mayoría están cortadas por barricadas, y los vecinos comienzan a arremeter contras las pandillas ante el abandono por parte de las instituciones. Las bandas organizadas ya controlan el 80% de las calles de la capital. El pasado 2023 se saldó con aproximadamente, 4.000 fallecidos y fueron secuestradas otras 3.000 personas.

Según el último informe de la ONG Save the Children, alrededor de 5,8 millones de niños han entrado este año en niveles crónicos de hambre en los países que mas estan sufriendo las crisis alimentarias. Habamos con Vicente Raimundo, director de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria de Save the Children.

Jovenel Moïse, expresidente haitiano, fue asesinado en 2021 en su residencia privada. Desde entonces, el país más pobre de América sufre la violencia de diferentes bandas armadas. El 80% de la capital, Puerto Príncipe, está bajo su control: esto ha provocado que 200.000 personas se vean obligadas a abandonar sus hogares y buscar refugio.

La policía haitiana, infradotada,  no puede hacerles frente y, por eso, el actual primer ministro, Ariel Henry, solicitó la intervención de una fuerza de paz de Naciones Unidas. Estos soldados, liderados por Kenia, pretenden garantizar el reparto seguro de ayuda humanitaria. Sin embargo, su presencia en la isla está pendiente de una resolución del Tribunal Supremo: cuestiona que la Constitución dé pie a la presencia de una fuerza militar extranjera en el territorio.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha aprobado una misión militar liderada por Kenia para tratar de poner fin a la inestabilidad y a la violencia que ponen en jaque a Haití. Hablamos de las implicaciones de esta misión con el politólogo Daniel Pou.
 

La situación de violencia que arrastra desde hace años Haití, el país más pobre del continente americano, se ha desbordado totalmente en las últimas semanas. Los enfrentamientos entre la Policía y las bandas armadas, que ya controlan buena parte del territorio, han llegado a tal punto que Estados Unidos ha pedido a sus ciudadanos que salgan de ahí cuanto antes.

Según Naciones Unidas, el 80% de Puerto Príncipe está controlada por las pandillas. Solo en los tres primeros meses del año, más de 1.600 personas han sido asesinadas, heridas o secuestradas.

Nadie las detiene porque el Estado hace tiempo que colapsó. En 2021 asesinaron al presidente Jovenel Moise y, desde entonces, no hay un gobierno electo.

FOTO: REUTERS/Ralph Tedy Erol

Nos situamos en Ucrania, en primera línea del frente prácticamente, para ver cómo se preparan los soldados de cara a los avances sobre el terreno con los que tratan de romper las líneas enemigas. Les hablamos de la visita de la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen a China y del debate en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el posible envío de una misión a Haití. Además les contamos la historia del último combatiente francés en el desembarco de Normandía que fallecía esta semana y la historia de la isla mexicana de Clipperton y de los soldados que fueron enviados allí a principios de siglo 20 para defenderla y que fueron abandonados a su suerte.