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Esperanza y discreción al cumplirse un mes del secuestro de los cooperantes en Mauritania

  • Se espera que Al Qaeda dé noticias y pruebas de vida de los tres españoles
  • No obstante, la negociación está "encaminada" y "avanza", según varias fuentes

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El Gobierno trabaja por la liberación de los tres españoles secuestrados en Mauritania

El hermetismo y la discreción dominan las negociaciones del Gobierno en el caso del secuestro de los tres cooperantes catalanes en Mauritania, del que este martes se cumple un mes y que reivindicó Al Qaeda en el Magreb Islámico a los pocos días del suceso. Los captores no han dado más noticias desde entonces, aunque en las últimas horas el grupo ha dado noticias de otro secuestro.

Este lunes, la televisión emiratí Al Arabiya ha difundido un vídeo en el que los islamistas reivindican la captura el 18 de diciembre también en Mauritania de una pareja de italianos, a los que han mostrado rodeados de hombres armados. También han detallado que el rapto fue "en respuesta por los crímenes del Gobierno italiano en Afganistán e Irak". Italia ha dado credibilidad a la reivindicación, pero ha anunciado que no va a modificar su política exterior.

En el caso español, El Ejecutivo se encuentra a la espera de un nuevo comunicado probablemente acompañado de un vídeo en el que Al Qaeda exprese sus exigencias para liberar a los cooperantes, informa Efe.

El pasado 29 de noviembre, Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez, cooperantes de la ONG de Barcelona, Acció Solidaria, fueron capturados a 150 kilómetros de la capital mauritania, Nuakchot, cuando viajaban en una caravana humanitaria organizada para repartir material escolar y medicinas a organizaciones de este país africano, Senegal y Gambia.

Negociación con Francia

Al día siguiente del secuestro, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya apuntó la posibilidad de que la retención de los cooperantes era obra del grupo Al Qaeda en el Magreb, extremo que se confirmó unos días más tardes, al enviar esta organización un comunicado y difundir un mensaje de audio a través de la cadena de televisión Al Yazira reivindicando la autoría de ese secuestro y la de otro cooperante francés, Pierre Camatte (61 años), desaparecido unos días antes que los españoles.

Un portavoz de la red, que se identificaba como Saleh Abu Mohammad, señalaba en la grabación que tanto España como Francia serían informados posteriormente sobre las "legítimas demandas de los  muyahidines". 

El Gobierno español ha informado que está trabajando mano a mano con París, aunque no ha querido dar más detalles para evitar "dar pistas como se dieron en el (secuestro del pesquero) Alakrana" en aguas de Somalia.

Optimismo con reservas

No obstante, este fin de semana, un funcionario cercano a las conversaciones reveló que las autoridades de Malí están colaborando y que la negociación, al parecer de tipo económico, está "encaminada".

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha pedido "prudencia y discreción" sobre las investigaciones del secuestro de los tres cooperantes en Mauritania al considerar que en caso contrario se estarían dando pistas a los raptores como se dieron a los piratas del pesquero "Alakrana".

Desde el primer momento, el Ministerio de Exteriores está canalizando la información sobre los secuestrados y emite a diario una nota en la que se limita a señalar que se ha reunido el comité técnico creado para seguir el caso y que las familias permanecen informadas.

Sobre la salud de los cooperantes, lo único que se sabe es lo que recoge el primer y único comunicado de Al Qaeda en el Magreb Islámico: "Los secuestrados se encuentran bien de salud y tratados conforme a la ley islámica".

Es momento de hablar poco y trabajar mucho

Las familias de los tres catalanes están "esperanzadas y serenas", según el director de la ONG Barcelona Acción Solidaria (BAS), Francesc Osan. En declaraciones a Europa Press, Osan ha reconocido que el Gobierno "está avanzando en una línea de negociación", pero no ha querido dar más detalles porque ahora es momento de "hablar poco y trabajar mucho".

En los últimos 13 años, 51 cooperantes españoles se han visto implicados en secuestros mientras participaban en misiones humanitarias en Somalia, Brasil, Sierra Leona, Colombia, Ecuador, Chechenia, Gaza y Mauritania, protagonizados en su mayor parte por grupos guerrilleros y rebeldes.