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Con motivo del Día Mundial de la Radio, vamos a conocer cómo se vive esta jornada en dos sitios del mundo muy diferentes. En Senegal, con nuestro enviado especial Nicolás Orozco, y en California, porque hablamos con Radio Indígena 94.1. Además, hoy hablamos del hambre en Mauritania con nuestra enviada especial al país, María Eulate; también sobre el auge de la ultraderecha en Alemania o de la orden de detención -por parte de Rusia- a la primera ministra de Estonia.

Maria Eulate, enviada especial a Mauritania nos muestra uno de los puntos de los que parten los cayucos que salen de territorio mauritano a las Islas Canarias. Está a unos kilómetros de la segunda ciudad más importante del país y al norte de una península que hace frontera con el Sáhara Occidental. En el extremo sur de la misma se encuentran los acantilados y playa escogidas por las mafias como punto de recogida para los migrantes clandestinos que quieren llegar hacia España, a las Islas Canarias: "Ellos saben que se marchan el mismo día y llegan aquí por su propia cuenta. Saben esto solo una hora antes para que no puedan dar información a terceras personas", explica María Eulate. "Hay distintos puntos de recogida que llevan los migrantes a otro cayuco que se dirige a las Canarias". En las playas colindantes, cerca de la frontera con el Sáhara Occidental hay un operativo conjunto de la gendarmería mauritana y de la Guardia Civil: "La colaboración es mutua y las patrullas tratan de interceptar las embarcaciones que salen, pero muchos cayucos consiguen sortear la vigilancia", argumenta y especifica que la navegación en la zona es muy complicada "debido a las aguas bravas y que hay muchas y peligrosas corrientes marinas". 

Las embarcaciones en las que viajan los migrantes se parecen a barcazas de pesca, altas porque pueden albergar hasta 140 personas "aunque muchas veces llegan hasta España cargadas con más de 200 personas", asegura Eulate.

La ruta del Atlántico es la más peligrosa y mortífera del mundo, por sus fuertes corrientes, pero también la más utilizada por la mayoría de migrantes africanos. Huyen de países en conflicto, cuyas economías están entre las más pobres del mundo. 

Muchas personas de Burkina Faso, Mali o Níger recorren miles de kilómetros en coche o a pie hasta llegar a Senegal y Mauritania para desde allí alcanzar las costas canarias. El año pasado lo lograron cerca de 40.000 personas, un 150% más que en 2022, pero 6.000 migrantes dejaron su vida y sus sueños en el Atlántico. Una media de 18 muertos cada día. 

La presión migratoria en las islas Canarias aumenta y Mauritania es uno de los países emisores de migrantes que llegan a las costas del archipiélago: en torno a un 80% de las personas que parten por la ruta atlántica. Allí recibirán hoy la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von del Leyen. Se espera el anuncio de un paquete económico de 200 millones de euros para satisfacer las necesidades de un país caracterizado por la inestabilidad política. En su capital, Nuakchot, se encuentra el equipo de enviados especiales de RNE, María Eulate y Carlos Mesas. 

En 2005, con solo 13 años, el joven Mamadou Sissoko fue rescatado a bordo de una embarcación en las costas canarias. Mamadou cruzó el Atlántico en patera, junto a 48 personas, desde Mauritania procedente de Malí. Casi una década después de su llegada, vive en Las Palmas de Gran Canaria y se dedica a ser traductor y facilitar la llegada de sus compatriotas. Mamadou ha explicado en Las Mañanas de RNE las pésimas condiciones a las que se enfrentan en las embarcaciones: “Es peligroso, pero uno no lo sabe hasta que se sube". El joven no sabía nadar y "era la primera vez que veía el mar". La madre de Mamadou pagó el viaje, que costó unos 2.000 euros. Fueron cuatro días de travesía y, si no les hubieran rescatado, el joven cree que no habrían sobrevivido. Preguntado sobre si volvería a repetir la travesía, Mamadou reconoce que "no lo haría nunca más". 

Al llegar a Canarias, Mamadou fue internado en un centro de acogida donde vivió cuatro años. Ahora, los menores no acompañados son recibidos como una amenaza por algunos sectores, algo que el joven critica: “Duele porque la mayoría de niños viene aquí a buscarse la vida. El consejo que doy es que deben adaptarse a la sociedad, portarse bien y trabajar”, sentencia el joven.

Viajamos a la hamada, el pedregoso desierto de la provincia argelina de Tinduf donde malviven desde hace casi cincuenta años más de 160.000 saharauis en jaimas y modestas casas de adobe sobre un suelo prestado. Es un pueblo en pausa, en actitud de espera, como lo describe la periodista de RTVE Ebbaba Hameida, nacida en el campamento de refugiados de El Aaiún. Un interminable muro levantado por Marruecos en los años ochenta, durante la guerra contra el Frente Polisario, impide el regreso a las ciudades del Sáhara Occidental. Ese territorio no autónomo, disputado entre Rabat y la República Árabe Saharaui Democrática (estado con reconocimiento internacional limitado), ha sido anexionado de facto por el reino alauí, poblado con colonos y algunos saharauis sometidos a la ley marroquí. El historiador y periodista Enrique Vaquerizo nos plantea un interesante y arriesgado viaje por Marruecos, las zonas ocupadas, Mauritania y los territorios liberados al sur del muro. Seguimos los pasos que narra en su libro 'Sin noticias de Ítaca. Un viaje a los dos lados del Sáhara' (editorial Laertes), que incluye una travesía muy salvaje a bordo del Tren del Hierro, el segundo ferrocarril más largo del mundo. Además, la presidenta de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Toledo, Ana Garrido, y la periodista de RNE Cristina Hermoso de Mendoza nos hablan del programa Vacaciones en Paz, una iniciativa de la que se benefician los niños saharauis en verano y que nuestra compañera ha reflejado en el cuento 'Melón y Sandía' (editorial SM).

El Frente Polisario está dispuesto a reanudar las conversaciones de paz con Marruecos, aunque con condiciones. Así lo ha dicho el jefe de la oficina política del Frente Polisario, Jatri Adduh, que se muestra pesimista ante las gestiones del enviado de la ONU para el Sahara, Staffan de Mistura, que cierra en Mauritania su primera gira por la zona tras asumir el cargo en noviembre pasado. Hablamos con nuestra enviada especial a los campamentos saharauis, Aurora Moreno.

  • Hace 45 años, España dejaba el territorio en manos de Marruecos y Mauritania, incumpliendo sus obligaciones internacionales
  • Las cuerdas se han ido tensando progresivamente, ante la indiferencia internacional y la inoperatividad de Naciones Unidas

Los camiones de mercancías vuelven a circular entre en territorio del Sáhara Occidental y Mauritania pero sigue la tensión entre Marruecos y el Frente Polisario desde el enfrentamiento vivido el pasado día 13 en Guerguerat, cuando activistas saharauis bloquearon el paso fronterizo. La ONU no reconoce la soberanía marroquí sobre ese territorio pendiente de descolonización desde que dejó de ser una colonia española.

En ‘Las mañanas de RNE’ analizamos la relación que existe entre la pobreza y la expansión del coronavirus fijándonos en el ejemplo de lo que está ocurriendo en Mauritania, uno de los países del Sahel más afectados por la COVID-19, y en Lleida, donde las precarias condiciones de los trabajadores irregulares del campo han provocado varios rebrotes que han obligado a confinar la comarca del Segrià.

El doctor José Luis Casado, médico adjunto del servicio de enfermedades infecciosas del hospital Ramón y Cajal de Madrid, forma parte del equipo de sanitarios españoles que está en Nuakchot en una misión de apoyo al sistema sanitario de Mauritania. Casado ha asegurado que el país tiene una estructura sanitaria muy buena, pero necesitan recursos y protocolos más claros. “Tiene menos de 30 camas de UVI y en algunos hospitales sólo hay uno o dos respiradores”. Casado ha explicado que la población tiene bastante interiorizado el uso de la mascarilla y el lavado de manos, pero que les cuesta más entender la importancia de mantener la distancia de seguridad. “Le cuesta asumir, por ejemplo, que tienen que dejar a un familiar solo en urgencias”. Además, ha reconocido que es imposible controlar que las personas que se montan en un cayuco hacia España no tengan la enfermedad. “Es gente desesperada que se lanza al mar, que han estado hacinados y que están en una situación legal. La única solución pasa por controlar la epidemia en todo el país”, ha explicado Casado, que subraya que “la pobreza acarrea más riesgo de contraer cualquier enfermedad y en este caso más evidente”.

Además, hemos hablado sobre la situación de los temporeros de Lleida con Fernando García Benavides, catedrático de Salud Pública de la Universidad Pompeu Fabra y expresidente de la Sociedad Española de Epidemiología, que ha asegurado que es fundamental regularizar la situación de esos trabajadores. “No pueden seguir siendo irregulares, necesitan estar identificados, tener papeles, porque eso les abrirá las puertas del resto del sistema. Que las personas duerman en la calle no es de recibo en un país como el nuestro”, ha asegurado García Benavides, que considera que “la primera fase puso de manifiesto la situación de las residencias de ancianos y la segunda está sacando a la luz la situación precaria de los trabajadores irregulares.” García Benavides ha insistido en que es fundamental potenciar los servicios de prevención de riesgos laborales sobre todo en las empresas donde se producen contactos prolongados en espacios cerrados. “Tenemos que prevenir, hay muchas líneas de transmisión abiertas, la medida puede ser el confinamiento de nuevo”, ha concluido.

Varios países europeos han participado en la cumbre del Sahel y han comprometido ayuda para la lucha antiterrorista y también para el desarrollo. Save the Children y Acción contra el Hambre le han pedido al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, liderazgo en la lucha contra la desnutrición infantil. Hablamos con Manuel Sánchez Montero, director de incidencia y relaciones institucionales de Acción Contra el Hambre.

Mauritania tiene muchos retos en materia de igualdad de género, aunque existe voluntad política y, en los últimos tiempos, se ha avanzado. Casa África ha acogido la conferencia El empoderamiento de mujeres y niñas. El caso de Mauritaria dentro de su programa Foros Agenda 2030, donde se debaten cuestiones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La ponente ha sido la experta en género mauritana Atikatou Dieng.