Enlaces accesibilidad

Los secuestradores liberan a todos los rehenes en Filipinas tras llegar a un acuerdo

  • Se van a revisar los cargos que pesaban contra ellos
  • Estaban buscados por asesinato y robo

Por
LIBERADOS 46 REHENES RETENIDOS POR UN CLAN TRIBAL DE FILIPINAS TRAS ACUERDO
Un grupo de rehenes recién liberados viajan en un camión militar en Agusan del Sur, Filipinas.

El grupo de 46 personas secuestradas por una banda de pistoleros de un clan tribal desde el jueves ha sido liberado en la provincia de Agusan del Sur, en la región meridional de Filipinas.

Los captores, capitaneados por Ondo Perez y buscados por asesinato y robo, han llegado a un acuerdo negociado con las autoridades para que la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas revise los cargos que pesan sobre ellos.

El director de operaciones de la policía regional, Nestor Fajura, declaró a los medios nacionales que los rehenes, retenidos desde el jueves, "fueron liberados a las tres de la tarde, hora local, (07.00 GMT)".

Perez, un antiguo miembro de milicias gubernamentales, y sus correligionarios pertenecen a la tribu Mabobo.

El vicegobernador de la provincia de Agusan del Sur, Santiago Cane, y los demás miembros del comité de crisis que negociaba desde el primer día firmó un acuerdo con los forajidos para que ninguno fuese arrestado.

Antecedentes

El secuestro comenzó el jueves pasado cuando las fuerzas de seguridad fueron a detener a Perez y a sus seguidores por el asesinato de seis familiares de Joel Tubay, jefe del clan rival, el pasado febrero.

La banda huyó y por el camino secuestró a escolares, profesores y aldeanos hasta conseguir 75 "escudos humanos", y entonces se parapetó en el monte y comenzó a negociar con un comité de crisis creado para ello.

Los secuestradores liberaron el primer día a todos los niños y las personas mayores y al día siguiente a casi todas las mujeres y a los rehenes con circunstancias personales especiales, para quedarse con 46 personas.

Un total de 400 soldados y policías fueron enviados a la zona con el fin de liberar por la fuerza a los rehenes si fracasaba el diálogo.