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Los psicólogos ven "compatible" la manera de ser de Mainar con la decisión de "autoinculparse"

  • Habría asumido el asesinato del alcalde de Fago por un "deber ético"
  • Considera que la muerte de Grima es un "acto de justicia popular"
  • Los psicólogos piden medidas para evitar del suicidio de Santiago Mainar
  • Lo definen como un hombre culto, generoso, sincero, introvertido y narcisista

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Penúltimo día en el jucio por la muerte del alcalde de Fago

Varios de los psicólogos y psiquiatras que han declarado en la penúltima sesión del juicio por el crimen de Fago consideran "compatible" la forma de ser del ganadero y guardia forestal Santiago Mainar con su decisión de inculparse por el asesinato del alcalde, Miguel Grima, ya que lo consideró en un principio como un "acto de justicia popular".

Los peritos  han recomendado, además, que se tomen las medidas necesarias para evitar que el único imputado, Santiago Mainar, pueda suicidarse, según informa RNE.

Temen que intente acabar con su vida porque Mainar dijo "literalmente que el día del juicio terminaba su comrpromiso con la sociedad" después de no haber encontrado apoyo tras lo que él asegura que fue una "autoinculpación" para evitar que se siguiera presionando al pueblo.

TVE ha tenido acceso a la grabación de la Guardia Civil del interrogatorio a Santiago Mainar en el que se confesó autor del asesinato del alcalde de Fago, Miguel Grima. En el juicio que se celebra en la Audiencia de Huesca han declarado 23 testigos (23/11/09)

Los profesionales que han evaluado su personalidad han detallado que Mainar, que se enfrenta a una petición de 21 años de cárcel, es un hombre culto, generoso y sincero pero también introvertido y narcisista. Han añadido que puede tener el juicio alterado pero no afecta a su percepción de la realidad.

En la séptima sesión del juicio por el crimen del alcalde, que se celebra en la Audiencia de Huesca desde el día 16 de noviembre, los psicólogos Devorah Calvo y José María Caballero han puesto de manifiesto que Mainar tiene un trastorno psicótico no especificado con un estilo de personalidad narcisista.

Esta forma de ser, a su juicio, es "compatible" con el hecho de que se haya autoinculpado de un asesinato no cometido, por un "deber ético" asumido por el acusado de que "tiene que salvar a otros" y por considerar que la muerte del alcalde es un "acto de justicia popular".

En este sentido, aseguran que da una importancia extrema a ideas de compromiso social o de obligación con la ciudadanía, se siente por encima de la gente que le rodea por ser más culto y más posicionado económicamente, y esto le lleva a desarrollar ese "acto heroico de dar la vida por otros", una actitud extraña, exótica, nada habitual o frecuente, según los expertos.

Otros dos peritos psiquiatras y forenses, Mariano Royo y Enrique Fernández, han dicho en la sala que en sus entrevistas con Mainar éste compara su decisión de autoinculparse con una cacería, la de un jabalí que "se destaca" para "que lo persigan los perros y llamar la atención de los cazadores para que se puedan salvar los otros, el resto de la manada".

Según estos peritos, el guarda forestal, único imputado por el crimen del alcalde, llega a decir que se siente "solidario" porque "la muerte del tirano es justa, así lo han dicho autoridades morales reconocidas", han indicado al tribunal.

Con las declaraciones de estos profesionales termina el turno de los testigos. Este miércoles, las partes del proceso presentarán sus informes finales y quedará así el juicio visto para sentencia.

En la jornada del lunes, la hermana del guarda forestal, Marisa Mainar, dijo que creía "firmemente" en su inocencia y que Miguel Grima era una persona muy irascible e intolerante, por lo que tenía muchos problemas con los vecinos.

Esta mujer llegó a reconocer que su hermano había dicho en alguna ocasión que algún día el alcalde podía "aparecer muerto en una cuneta".

Un vecino reconoce que se alegró de la muerte de Grima

Como en sesiones anteriores, se volvió a constatar en la sala el gran enfrentamiento que había entre algunos vecinos y el alcalde fallecido, con denuncias cruzadas en los tribunales, relacionadas con permisos de obras, con el paso del ganado por el pueblo, con empadronamientos o incluso con agresiones.

Uno de ellos, Miguel Ángel Puyo, llegó a reconocer que se alegró en cierta manera e incluso sintió "cierto confort" al enterarse de la muerte del alcalde, y, aunque a preguntas del fiscal dijo que no es justificable pegar una paliza a nadie, reconoció que a veces "puede no queda otro remedio".

"Su sentido democrático de la vida me alucina", afirmó ante ese testimonio el fiscal, quien pide 21 años de cárcel para Santiago Mainar por asesinato y tenencia ilícita de armas.