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La Cámara de Representantes aprueba que los prisioneros de Guantánamo puedan ser juzgados en EE.UU.

  • La decisión quita uno de los muchos obstáculos para poder cerrar la prisión
  • El Senado tiene que dar el visto bueno antes de que Obama firme la ley
  • El proyecto también permite al Pentágono censurar las fotos de abusos
  • Todavía hay cerca de 220 presos en Guantánamo
  • Obama se comprometió a cerrar la prisión antes de enero de 2010

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La Cámara de Representantes ha dado un paso clave para poder cerrar la prisión de Guantánamo. La Cámara Baja ha decidido permitir a la administración Obama que traslade a los presos de esta cárcel a Estados Unidos para que puedan ser juzgados.

La votación ha contado con una amplia mayoría: 307 escaños a favor frente a 114 en contra. No obstante, el proyecto debe ser aprobado por el Senado antes de que Obama pueda estampar su firma en la ley.

La medida ha sido incluida en la ley que financia al departamento de Interior con más de 40.000 millones de dólares este año fiscal. Y como suele pasar con las leyes presupuestarias, parece un cajón de sastre. El proyecto también permite al Pentágono paralizar la publicación de las fotos de abusos a sospechosos de terrorismo.

Restan muchas dificultades

En la prisión de Guantánamo permanecen todavía cerca de 220 detenidos. Una de las dificultades que afronta Obama para cerrar esta cárcel es la resistencia interna en su propio país.

Los republicanos se oponen a que los sospechosos de terrorismo gocen de la misma protección que el resto de los ciudadanos y temen que creen problemas de seguridad. Otros muchos se resisten a que sean trasladados a prisiones de alta seguridad en el continente. Temen que las poblaciones próximas se conviertan en objetivo terrorista. La ley sólo permitiría el traslado de los detenidos para que fueran juzgados.

De hecho, hasta ahora sólo se ha confirmado el juicio de un preso de Guantánamo y la inmensa mayoría de los reclusos liberados han sido trasladados a otros países. España estudia acoger hasta media docena, aunque el Gobierno sólo contempla que tres cumplen los requisitos legales para recibirles.

Ante estos obstáculos, el Fiscal General de EE.UU., Eric Holder, ha reconocido que es posible que no se cumpla el plazo de un año al que se comprometió Obama para cerrar Guantánamo.

La prisión de la infamia

Durante la campaña electoral de 2008, el entonces senador Obama prometió que actuaría inmediatamente para clausurar la prisión de Guantánamo, criticada tanto por grupos de derechos humanos como por países aliados de Washington.

Durante la primera semana de su presidencia, Obama firmó un decreto que fijó para enero de 2010 la clausura de la prisión, y dijo que Estados Unidos no debía "continuar con un dilema falso entre la seguridad y nuestros ideales".

El 22 de enero, Obama señaló que clausuraría el campo de detención de Guantánamo "para restaurar nuestras normas de proceso debido y los valores constitucionales centrales que han hecho la grandeza de este país, aún en medio de la guerra, aún lidiando con el terrorismo".

El gobierno del presidente George W. Bush empezó a recluir supuestos terroristas en esa base en enero de 2002. Desde entonces cientos de hombres, capturados en diferentes partes del mundo, han permanecido sin juicio, sin cargos y sin un proceso legal para su enjuiciamiento o liberación.

En algún momento hubo en Guantánamo más de 750 reclusos, y más de 500 de ellos han sido transferidos a otros países.