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El Pentágono reconoce un "cambio importante" en toda su estrategia antimisiles

  • Quiere buscar un sistema más dinámico para interceptar los misiles iraníes
  • La OTAN se felicita por la decisión y habla de más implicación en los planes de EE.UU.
  • El escudo antimisiles se basaba en un gran radar y 10 silos de misiles interceptadores
  • Debía desplegarse en 2013 al calcular que Irán tendría misiles intercontinentales en 2015
  • Sin embargo, expertos cuestionaban tanto esta amenaza como la efectividad del sistema

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Estados Unidos ha colocado la decisión de suspender el despliegue del escudo antimisiles en Polonia y República Checa en el contexto de un "ajuste mayor para mejorar el sistema de defensa antimisiles europeo" debido al cambio en el programa iraní de desarrollo de misiles.

Así lo ha anunciado el Pentágono, que ha detallado que abandona la idea de desarrollar un gran escudo y misiles en tierra por un sistema de más capas y adaptativo capaz de interceptar los misiles iraníes de corto y medio alcance.

Según Geoff Morrell, portavoz del Pentágono, los últimos informes de inteligencia subrayan que los iraníes están más centrados en desarrollar misiles de corto y medio alcance más que grandes misiles intercontinentales, los que estaba previsto que interceptase el nuevo escudo antimisiles.

"Estamos ajustando nuestro sistema para asegurarnos de que nuestras fuerzas y nuestros aliados están protenidos de una cambiante y creciente amenaza. A medida que esa amenaza se desarrolla, lo hace nuestra teconología", ha justificado el cambio de rumbo de la Administración Obama en este asunto.

Hasta ahora, el escudo antimisiles se justificaba en informes de inteligencia de EE.UU. que aseguraban que para 2015 Irán tendría desarrollados misiles intercontinentales capaces de amenazar Europa gracias a la ayuda de Corea del Norte.

"Creemos que tenemos un sistema más flexible y capaz que desplegar para proteger a nuestras fuerzas armadas y nuestros amigos en Europa", ha detallado Morrell, que no ha querdo dar más datos del sistema, aunque ha desvelado que habrá "un gran anuncio por parte de la Casa Blanca" sobre el programa de escudo antimisiles este jueves.

Colaboración con la OTAN

La noticia ha sido recibida con satisfacción en la OTAN, cuyo secretario general, Anders Fogh Rasmussen ha manifestado que tiene "una clara impresión de que los planes americanos implican a la OTAN en un grado elevado".

Rasmussen ha calificado de "paso positivo" la decisión de EE.UU. de suspender la colocación de un escudo antimisiles en Polonia y la República Checa.

El proyecto de escudo antimisiles había generado preocupación en la OTAN, ya que suponía que varios aliados negociaban por su cuenta su sistema de defensa sin tener en cuenta al resto.

Amenaza iraní

EE.UU. precipitó el proyecto de escudo antimisiles en 2007 ante la dificultad de obtener un acuerdo con todos los aliados y a la luz de sus informes de inteligencia, que apuntaban que Irán sería capaz de desarrollar con la ayuda de Corea del Norte un sistema de lanzamiento de misiles intercontinental.

Por eso, se empeñó en impulsar el proyecto de escudo antimisiles en Europa del Este, cuya construcción estaba prevista para este mismo año y que se esperaba que finalizase en 2013.

Sin embargo, tanto la gravedad de la amenaza iraní como la efectividad del sistema del nuevo sistema de defensa antimisiles ha estado en entredicho desde que en enero de 2007 EE.UU. solicitó formalmente a Polonia y República Checa desplegar 10 silos de misiles interceptores y una estación de radar, respectivamente.

El escudo antimisiles consta de varios sistemas o capas. En primer lugar, un radar de longitud de onda corta que sería desplegado en la Repúblic Checa se encargaría de identificar y discriminar el misil lanzado hacia Europa.

Un sistema de eficacia no probada

Luego, una vez localizado, se lanzarían los misiles ubicados en 10 silos en Polonia, que interceptarían los misiles sin usar explosivos. Estos silos se desplegarían en una superficie de 3.000 kilómetros, bajo tierra, y cada uno de ellos se enterraría en un lugar con el tamaño de un campo de fútbol. 

Se trata de un proceso similar al que se produce cuando una bala choca con otra bala en el espacio, de forma que el misil impactaría con la amenaza a una velocidad de 24.000 kilómetros por hora, anulándola.

La agencia del Pentágono para misiles de defensa aseguran que las pruebas de este sistema han funcionado, pero se ha criticado que no se ha probado aún en situaciones reales y si se hubiese empezado a construir el sistema estas pruebas no habrían comenzado hasta bien entrado 2010.

En cuanto a la amenaza iraní, en la propia decisión de la Administración Obama se reconoce que es poco probable que el país de los ayatolás tenga la capacidas suficiente como para tener un sistema fiable de misiles intercontinentales hasta 2015. Hasta ahora el único país que defendía esta hipótesis era EE.UU. a través de sus informes de inteligencia.