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Sarkozy y Berlusconi apoyan la conversión del G-8 en el G-14

  • El nuevo grupo reuniría a los países ricos junto a los países emergentes
  • El presidente francés ha pedido su institucionalización "lo antes posible"
  • El primer ministro italiano ha asegurado que permite "una verdadera dialéctica"

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Segunda jornada de la Cumbre del G-8 en la ciudad italiana de L'Aquila

Tanto el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, como el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, han respaldado este jueves en L'Aquila la ampliación del G-8 para integrar a los países emergentes, convirtiéndolo así en un nuevo grupo denominado G-14.

La cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G-8, que se celebra en al localidad italiana, se ha abierto este jueves a los países emergentes que integran el llamado G-5 (Brasil, China, India, México y Sudáfrica), además de Egipto, alcanzando acuerdos en materia de lucha contra el cambio climático e impulso de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Tras las reuniones, Sarkozy ha reclamado la institucionalización de ese formato "lo más rápido posible". "Con el presidente [de Brasil, Luis Inazio] Lula, hemos comentado nuestra voluntad de hacer evolucionar el G-8, no porque el G-8 no sea útil, sino porque claramente la representatividad del G-8 no es suficiente", ha explicado el presidente francés.

Pagar la cuenta

"Existe un G-8, un G-5, un G-6. Con Lula, nos hemos propuesto que lo antes posible  unamos los dos grupos en un G-14", ha añadido. "No sé como vamos a convencer a un país de mil millones de habitantes como India de tomar parte en la lucha conta el cambio climático si sólo le invitamos al final de la cumbre para pagar la cuenta", ha comentado. "Espero que las cosas cambien desde la próxima cumbre en Canadá", ha concluido Sarkozy.

Por su parte, Silvio Berlusconi, ha asegurado que el formato de reuniones del G14, que aún carece de entidad institucional, permite una "verdadera" dialéctica que lleve a resultados compartidos, por lo que se ha abordado la posibilidad de continuar con esas reuniones.

"Hemos constatado que el G-8 es un formato más idóneo para indicar la dirección, mientras que un G-14 estructural y consolidado, que representa más del 80% de la economía mundial, hace más posible una verdadera dialéctica", ha argumentado el primer ministro italiano.