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General Motors se acoge a la bancarrota con un agujero de 172.000 millones de dólares

  • Las deudas de la compañía rebasan los 172.000 millones de dólares
  • El Gobierno de Obama, que apoyará decisión en un discurso, será el máximo accionista
  • GM  prevé el cierre de una docena larga de plantas y hasta 24.000 despidos
  • El 54% de los acreedores han aceptado la oferta del Tesoro.
  • El acuerdo facilita una bancarrota ordenada y el nacimiento de la nueva empresa

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General Motors se ha declarado en quiebra

General Motors, GM, la empresa centenaria que ha dominado durante décadas el mercado automovilístico mundial, se ha acogido este lunes a la bancarrota en el tribunal de Quiebras de Nueva York. Sus deudas rebasan los 172.000 millones de dólares. El Gobierno de Estados Unidos se convierte en el mayor accionista de la empresa, con el 60% del capital, y el de Canadá controla otro 12%. Se perderán al menos 24.000 empleos en nueve estados.

"Hoy será un día histórico: el del fin de la antigua GM y el inicio de una nueva", ha confirmado la Casa Blanca en un comunicado. "Es una tragedia americana", ha sentenciado Virg Bernero, el alcalde de Lansing, Michigan, el estado natal de la compañía.

Está previsto que Obama anuncie su apoyo a la suspensión de pagos en un discurso televisado en torno al mediodía, seis de la tarde hora peninsular, igual que hizo el pasado 30 de abril cuando Chrysler se acogió también a la bancarrota. Inmediatamente después, los ejecutivos de GM darán una rueda de prensa y se espera que Al Koch sea el encargado de pilotar la reestructuración.

La bancarrota de GM es una muerte anunciada y su salida será más compleja que la de Chrysler. Es la cuarta mayor de la historia del país. Su acción se ha desplomado por debajo de un dólar. Llegó a valer 90. Ha perdido dinero desde hace cuatro años. Ha recibido ya casi 20.000 millones de dólares en préstamos gubernamentales y el Estado tendrá que poner otros 30.000 millones para crear una nueva compañía, mucho más pequeña y eficiente. Canadá también aportará 9.500 millones.

El acuerdo con los acreedores facilita una salida ordenada

Alrededor del 54% de los acreedores de GM aceptaron este sábado la última propuesta del Tesoro. Una oferta endulzada que les permite canjear sus 27.200 millones de deuda a cambio de un 10% de la nueva compañía (ampliable al 25% en el futuro). Y con la condición añadida de no litigar en los tribunales.

El acuerdo levanta el último obstáculo a una suspensión de pagos ordenada y rápida: se espera que dure sólo dos o tres meses. La administración Obama llevará a cabo una nacionalización de facto. El segundo accionista será el sindicato UAW, con el 17,5% del capital, a cambio de financiar 10.000 millones de dólares de cobertura sanitaria de cientos de miles de trabajadores jubilados.

Aunque el visto bueno de los acreedores y la protección del Tesoro facilite y agilice la salida, la reestructuración será dolorosa. Se espera el despido de unos 24.000 empleos sobre una plantilla de 62.000. Llegó a tener 400.000 trabajadores.

No será suficiente: GM cerrará 11 plantas (y dejará otras tres en paro técnico), casi 2.500 concesionarios y cuatro de sus marcas. Un final triste para la empresa que ha fabricado más coches que nadie en el mundo. La filial europea de GM, Opel, se salva gracias al acuerdo con Magna y el gobierno alemán. Pero también habrá recorte de plantilla.