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La británica Susan Boyle, 'alucinada' por su fama repentina desde que cantó 'I dreamed a dream'

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"Estoy alucinada, completamente alucinada", ha declarado Susan Boyle a la CNN. Desde que cantó 'I dreamed a dream', de Les Miserables,  en el concurso Britain's Got Talent, su fama se ha convertido en un vendaval que ha agitado a los británicos y que ha conseguido que el vídeo de su actuación esté batiendo todas las marcas en Youtube.

"Estoy disfrutando cada segundo de esto", ha dicho Boyle sobre su repentina fama, aunque ya ha dicho que todo esto no va a cambiarla mucho. Ha asegurado que no le "gustaría cambiar demasiado" para no parecer falsa, en el espacio American Morning de la CNN, y ha agregado que quiere "que la gente vea a mi yo verdadero, a la persona verdadera".

En una entrevista anterior ha insistido que sigue siendo la misma chica humilde, normal y corriente. "Mantengo los pies sobre la tierra, porque tienes que hacerlo", ha agregado.

Número uno de ventas en Europa

Pero por más que se empeñe, ya nada va a ser igual para ella. Su interpretación de la canción 'I dreamed a dream' ha sido un aldabonazo que ha conseguido colocarse en el primer lugar de la lista de canciones vocales más descargadas en iTunes en Europa.

Aunque sigue siendo la chica a la que nadie ha besado y ha recibido a los periodistas en su casa, ha recibido montones de correos y postales de admiradores de todo el país, sin olvidar la legión de fans que esperan en su puerta para que la cantante con voz de ángel les firme un autógrafo.

Ella dice que la experiencia le ha hecho volverse más humilde, aunque todavía está bloqueada y abrumada por su estrellato repentino.

"La forma en la que parece que todo el mundo me ha acogido". "La forma en la que todo el mundo se ha enamorado de mi", es lo único que acierta a responder cuando le preguntan qué cambio es el que más le ha sorprendido desde su aparición.

Las burlas del principio la empujaron a cantar mejor

La cantante ha reconocido que se dio cuenta de que se reían por lo bajo de ella nada más llegar al escenario. Pero en vez de apocarse, la burla la espoleó más si cabe a cerrarles la boca a todos con una interpretación emocionante.

Y se armó de valor, y lo hizo. "Si la gente fue cínica, lo intenté y les gané. Tiene que haber sido un milagro, pero funcionó".

Boyle se metió en el bolsillo al mismísmo Simon Cowell,  el jurado más exigente del programa, que al final sólo pudo decir "extraordinario", cuando antes de la actuación miró a Boyle con incredulidad y burla contenida.

Si al final pasa todas las eliminatorias, Boyle podrá cantar en el Royal Variety Show ante la reina Isabel II, por lo que ha prometido comportarse de la mejor forma posible si al final consiguiera actuar ante su Majestad.

"Para cualquier cosa que se me presente, estoy preparada. Sería maravilloso poder cantar para la reina... Ella es una señora muy regia..."

Acepta el desafío

"Es un desafío. La vida es un desafío a veces pero es diferente. Y quiero probarme a mí misma".

Simon Cowell confirma que quiere firmar un contrato de grabación con Boyle, que ahora es una desempleada que trabaja en una organización caritativa que vive con su gato Pebbles en un pueblo escocés. Pero Boyle ya advierte que no le interesa nada de eso, de momento. Ahora pasa el tiempo pensando en la competición.

Los fans de la cantante aguardan con avidez a que se lance a grabar un disco. Pero, más tarde o más temprano, lo cierto es que ha nacido una estrella.