Enlaces accesibilidad

Un perito desacredita la prueba clave contra Pablo Ibar, el español condenado a muerte en EE.UU.

  • Está acusado de un triple asesinato cometido en EE.UU. en 1994
  • Su abogado ha solicitado anular la condena
  • El caso se ha reabierto por una defensa inadecuada en el primer juicio

Por
Desacreditan una prueba clave contra el español condenado a muerte

Un experto en identificación facial ha desacreditado la prueba principal contra Pablo Ibar al afirmar en la vista judicial que existen varias "discrepancias" entre los rasgos del español, condenado a muerte, y los del asesino.

El experto británico Raymond Evans ha dicho en la audiencia que, tras analizar de forma científica las imágenes del crimen grabadas por las cámaras de seguridad el día que se cometió, ha determinado que "la calidad del material recibido era muy pobre" y las "imágenes de baja resolución". Afirma que existen "diferencias notables" en ambas caras. El tipo de cráneo de Ibar es "pentagonal", frente al del asesino, "más redondo", así como otras partes del rostro como son las cejas, la boca, las orejas, los huesos de las mejillas y la nariz. "No tienen la misma configuración las cejas del asesino y las de Ibar".

Sin embargo, las tres fiscaleshan manifestado al juez su oposición a aceptar el testimonio del experto facial y han argumentado que éste no era imparcial.

La vista judicial de Ibar, en la que su abogado ha solicitado a un juez de Estados Unidos anular su condena a muerte arguyendo que en el juicio se violaron "sus derechos constitucionales", se ha prolongado este lunes en un tribunal del Estado de Florida por los testimonios y pruebas presentadas.

El Tribunal que condenó a Pablo Ibar hace nueve años reabrió el caso en diciembre despues de que el español alegara que tuvo una defensa inadecuada en el primer juicio, proceso que no contó con ningún experto en identificación facial para certificar la que es la prueba condenatoria clave.

Durante gran parte de la audiencia, el juez Jeffrey Levinson ha escuchado los alegatos de la defensa y estaba previsto que declarase el abogado de oficio que defendió a Ibar durante el primer proceso y el equipo británico de expertos en análisis de imágenes.

Benjamín Waxman, el abogado de Ibar, ha dicho a Efe antes de la vista judicial que se celebra ahora, que la defensa de Ibar fue "deficiente" y que las pruebas presentadas en su contra carecían de fiabilidad.

Cándido Ibar, el padre de Pablo Ibar, ha mostrado a Efe la "confianza" que tenía en la capacidad del nuevo letrado. "Veo el juicio de forma diferente" porque Waxman "da sensación de seguridad", ha dicho. "El otro abogado (el que representó a Ibar en el primer juicio) no defendió el caso a la altura" debida. "Estoy muy esperanzado", ha subrayado.

Si el juez anula la sentencia, el estado de Florida tiene la facultad de apelar contra el dictamen del magistrado dando lugar a la celebración de un nuevo juicio.

Ataviado de uniforme rojo y con cadenas en las muñecas y tobillos, Ibar, de 36 años, ha comparecido en la vista mostrándose sereno, serio y concentrado mientras escuchaba las intervenciones de su abogado, del testigo y de la Fiscalía.

Ibar fue condenado a muerte por los asesinatos en 1994 de Casimir Sucharsky, dueño de un local nocturno y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Anderson, que estaban en su casa, un crimen que fue grabado por cámaras de seguridad. Preso desde 1994, se encuentra desde el 2000 en el corredor de la muerte del penal de Raiford, en Starke, en el norte de Florida. El Tribunal Supremo de Florida ratificó esta condena el 9 de marzo de 2006.

Ibar, siempre ha defendido su inocencia y asegura que cuando mataron a las tres personas, él estaba con su novia Tanya, hoy su esposa, que ha vuelto a expresar de forma tajante su convencimiento de que su marido es inocente y que no se han recogido huellas dactilares o muestras de ADN que le incriminen.

Dos son los ciudadanos españoles que actualmente se encuentran en el corredor de la muerte. Además de Ibar, el sirio español Nabil Manakli está condenado a esta pena en Yemen acusado de perpetrar un atentado, según Amnistía Internacional.