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Zapatero aboga por "una revisión en profundidad" del sistema financiero

  • El presidente del Gobierno centra en la economía su intervención en El Salvador
  • Ha criticado "la especulación y la avaricia" y ha pedido más transparencia y coordinación
  • Tanto él como el Rey han condenado el atentado cometido en Navarra
  • La crisis financiera copa la actividad de la Cumbre Iberoamericana
  • Los países participantes debaten una declaración extraordinaria al respecto

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Discurso de Zapatero en la Cumbre Iberoamericana de El Salvador

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha abogado este miércoles por "una revisión en profundidad" del sistema financiero internacional, que garantice la transparencia en los mercados y permita la coordinación de las autoridades monetarias de los distintos países para impulsar la economía.

Zapatero ha iniciado su intervención condenando, al igual que el rey don Juan Carlos, el atentado cometido por ETA en la Universidad de Navarra, deseando una "pronta recuperación" a los heridos y asegurando que los autores comparecerán ante la justicia. Otros jefes de Gobierno presentes en la Cumbre, como la chilena Michelle Bachelet y o el mexicano Felipe Calderón, se han adherido a la condena, solidarizándose con España, y el presidente salvadoreño, Antonio Saca, ha propuesto que el plenario emita en comunicado rechazando la violencia terrorista.

Tras la condena, el presidente del Gobierno ha abordado directamente la crisis financiera, señalando que "todos nos sentimos hoy concernidos por la necesidad de edificar un nuevo orden financiero internacional", capaz de "prevenir crisis como la que actualmente estamos padeciendo".

El jefe del Ejecutivo ha comentado que el sistema financiero debe estar "al servicio de la economía real", por lo que ha criticado "el mito de la desregulación": "Nunca debió convertirse en algo distinto, nunca debió permitirse que se abandonara a una lógica diferente, retroalimentada por la especulación y la avarricia, el afán ilimitado de obtener beneficios".

Presencia internacional de Iberoamérica

Zapatero ha asegurado que las economías iberoamericanas se enfrentan a la crisis "en mejores condiciones que en otras ocasiones", por lo que ha recalcado que "la contribución de la Comunidad Iberoamericana se tiene que hacer presente en este contexto internacional", en alusión a la cumbre que se celebrará en Washington en noviembre, a la que España aspira a acudir.

Así, ha argumentado que los 22 países iberoamericanos deben participar en la búsqueda de  "una respuesta coordinada de la comunidad internacional", que a su juicio consistiría en "un mayor control y supervisión de las entidades financieras, una mayor transparencia" y una política coordinada que tenga en cuenta "las necesidades de la economía global, es decir, de los países ricos y de los están en vías de desarrollo".

La crisis copa la Cumbre

Pese a que el lema de la XVIII Cumbre Iberoamericana es Juventud y desarrollo, la crisis financiera ha acaparado las intervenciones de la primera sesión plenaria. De hecho, los jefes de Estado y de Gobierno han consensuado ya los princiaples acuerdos sobre al sunto principal, para poder dedicar el debate privado a la crisis.

Así, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, ha señalado que esta crisis "supera en complejidad a la de los años 30", culpando de su desencadenamiento a "los excesos de una globalización financiera desregulada y descontrolada".

Iglesias ha subrayado que las causas de la crisis "se originaron en los países industrializados", añadiendo que sus efectos, en cambio, se dejan sentir en todo el mundo, especialmente en "las economías emergentes como las nuestras, víctimas en última instancia de una crisis que ellas no crearon ni alimentaron".

En esta idea insiste el borrador de la declaración especial que las 22 delegaciones presentes en la Cumbre están preparando sobre la coyuntura económica mundial, que alude a la "responsabilidad del sistema financiero de los países desarrollados en la actual crisis".

El borrador, que será debatido por los mandatarios a lo largo del día, pide proteger el empleo y la inversión, insta a que la cumunidad iberoamericana contribuya activamente a transformar la "arquitectura financiera internacional" y llama a "coordinar y concertar acciones con la participación de los países en desarrollo".

Aunque todavía se trata de un documento de propuestas, su aprobación supondría un gran avance en cuanto a la capacidad de la comunidad iberoamericana para concertar sus políticas, según ha destacado la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez: "Cada día hay una mayor cohesión y homogenenidad a la hora de plantear y abordar decisiones económicas", ha comentado a la prensa.

Disensiones

En cualquier caso, hay países que abogan por una reforma radical, como ha expuesto -dado lo rebajado de la presencia institcional venezolana y cubana- el presidente boliviano, Evo Morales, que ha dicho que no se debe salvar al capitalismo, ya que "no a va resolver los problemas de la humanidad". "No se trata de salvar al capitalismo. Cuando ganan bien, cuando pierden dicen 'sálvenos', a costa de los pobres", ha insistido Morales, que ha pedido "pensar nuevas formas" para la economía global.

Así, Bolivia, Ecuador, Venezuela y Perú pretenden que se convoque una cumbre mundial sobre la crisis, mientras que otros países como Brasil prefieren esperar los resultados de la reunión convocada en Washington para el próximo 15 de noviembre de los países que conforman el G-20.

Los jefes de Estado y de Gobierno presentes en la reunión tienen previsto mantener diversos encuentros bilaterales en la que abordarán esa declaración, entre otros asuntos. En el caso de España, el presidente del Gobierno ya ha mantenido encuentros, según fuentes de la delegación española, con los mandatarios de México, Felipe Calderón; Colombia, Álvaro Uribe; Chile, Michelle Bachelet; y Brasil, Luis Inázio Lula da Silva. Asmismo, Zapatero tiene previsto reunirse con el presidente boliviano, Evo Morales, y probablemnte con la presidenta argentian, Cristina Fernández de Kirchner.