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Mueren 20 personas en Pakistán en un atentado contra un diputado opositor

  • Hay otros 40 heridos en el atentado contra la residencia de un diputado
  • La explosión se ha producido en Bhakkar, situada en la provincial oriental de Punjab
  • El legislador Rashid Akbar Khan, del partido de la oposición, está entre los heridos

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Un suicida ha acabado este lunes con la vida de 20 personas y otras 35 resultaron heridas en un ataque contra la residencia del diputado Ashid Akbar Nawani, que pertenece a la opositora Liga Musulmana-N (PML-N) del ex primer ministro Nawaz Sharif.

El terrorista hizo estallar la carga explosiva que portaba mientras se celebraba un encuentro abierto a la ciudadanía en la casa del diputado, en la localidad de Bhakkar, en la provincia oriental de Punjab, según una fuente del Ministerio del Interior, citada por los medios locales.

"Rashid ha resultado herido, pero se encuentra a salvo. En su residencia se celebraba un encuentro, al que habían acudido unos 200 ciudadanos para debatir sobre los problemas del país", explicó el portavoz de la Liga-N, Sidiq Faruq.

Según Faruq, el ataque contra Nawani, elegido en varias ocasiones diputado de la Asamblea Nacional, fue orquestado con "intervención extranjera", aunque no dio más detalles.

La Policía acordonó la zona y el Ministerio del Interior está investigando las circunstancias del atentado, al tiempo que ha ordenado a los gobiernos provinciales que aumenten las medidas de seguridad a los políticos.

El más grave desde el ataque contra el hotel Marriott

La cabeza del suicida fue encontrada en el lugar del atentado, así como una chaqueta preparada para llevar explosivos y un billete de afganis, la divisa de Afganistán, según el canal Geo TV.

Una fuente hospitalaria citada por la cadena privada Dawn elevó a 25 la cifra de muertos y a 53 los heridos, muchos de ellos graves, que fueron trasladados a un hospital de la zona.

Tanto el presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, como el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, han condenado el atentado, el mayor desde el perpetrado contra el hotel Marriott de Islamabad el pasado 20 de septiembre.

El atentado contra el hotel Marriott, que causó la muerte de 54 personas, puso de relieve la falta de seguridad del país, donde diversos políticos han sido atacados en las últimas semanas.

La situación se recrudece en Pakistán

El pasado día 2, un suicida acabó con la vida de al menos tres personas al hacer estallar su carga explosiva frente a la residencia del líder del Partido Nacionalista Awami (ANP), Asfandyar Wali, cuya formación está integrada en el Ejecutivo paquistaní.

Wali, que dirige esta formación laica y pastún con su principal granero de votos en la conflictiva Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), resultó ileso, pero este lunes decidió trasladarse junto a su familia a la residencia presidencial capitalina, dotada de un mayor dispositivo de seguridad.

Además, la residencia de su colega de partido y jefe de Gobierno de la NWFP, Amir Haider Hoti, también fue atacada anoche con misiles, aunque el dirigente no se hallaba en casa en ese momento.

"Está claro que la situación de seguridad está en muy mal estado. Los terroristas están intentando acabar con las fuerzas políticas que están defendiendo el país", dijo Efe una fuente del ANP.

Ataques perpetrados por el movimiento talibán

La mayoría de los ataques recientes han sido reivindicados por el proscrito movimiento Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que aglutina a los grupos talibanes del país y está liderado por Baitulá Mehsud, a quien fuentes de inteligencia paquistaníes dieron por muerto la semana pasada, hecho que su organización negó.

El TTP ha exigido al Gobierno que ponga fin a las operaciones militares que en la actualidad se desarrollan contra los insurgentes en varias partes de la NWFP y en la región tribal de Bajaur, en la frontera con Afganistán, en las que desde finales de julio el Ejército asegura haber matado a más de 1.500 integristas.

Los ataques, que afectan cada vez más a intereses occidentales y a líderes políticos, se suman a secuestros como el sufrido hace dos semanas por el recién designado embajador de Afganistán en Islamabad, Abdul Farahi.

Ante el creciente temor a atentados, la ONU decidió la semana pasada aumentar el nivel de riesgo y evacuar a las familias de su personal en Pakistán, una decisión que también han tomado algunas embajadas.