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Los consumidores pagarán un depósito por las pilas para que sean recicladas

  • El depósito será devuelto cuando entreguemos las pilas usadas en el establecimiento
  • El Real Decreto intenta que se recicle el 90% de las pilas usadas en España
  • En nuestro país se venden unos 322 millones de unidades al año
  • El compuesto más peligroso y más contaminante es el mercurio

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A partir del 26 de septiembre habrá que pagar un poco más por las pilas, los acumuladores y las baterías. Este importe adicional se pagará en concepto de depósito y el establecimiento se lo devolverá a los consumidores cuando retornen las pilas cuando se hayan gastado, según establece el Real Decreto sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos.

La medida intenta facilitar el tratamiento de estos residuos y, si es posible, aprovechar para el reciclaje la mayor parte de sus componentes.

La norma tiene como objetivo que al menos el 25% de estos residuos se puedan recoger en 2011, cifra que subirá hasta un 45% el 31 de diciembre de 2015. Ya en 2009 el 90% de las pilas vendidas el año precedente.

Aparatos más simples para facilitar el reciclaje

Los fabricantes que usen estos dispositivos como fuente de alimentación también estarán obligados a diseñarlos de tal forma que la extracción sea más sencilla.

También los productores de pilas y de acumuladores de los ordenadores portátiles y de los automóviles tendrán que etiquetar con claridad la capacidad energética, de tal forma que la etiqueta sea también resistente.

Las Comunidades Autónomas tendrán que facilitar los datos de reciclaje al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, organismo que los incorporará al Inventario Nacional de Residuos.

Información pública

El Real Decreto protege el derecho de los consumidores a ser informados de cómo se gestionan los residuos mediante campañas de concienciación ciudadana, donde se recogerán los efectos sobre la salud y el medio ambiente de algunas sustancias que contienen las pilas.

La nueva norma establece el "significado cívico y la obligación ecológica" del conjunto de la sociedad de no abandonar las pilas, acumuladores y baterías, y en especial los que están clasificados como peligrosos.

Así, todos aquellos que posean alguno de estos estarán obligados a entregarlos en los puntos de recogida selectiva o en los establecimientos de vendedores para su tratamiento.

El precio final de estos incluirá el coste de la gestión ambiental, sin que ese importe figure por separado en el precio de venta al público.

Unos artículos muy contaminantes

Por último, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente emitirá un resumen de las cantidades de cada tipo que se pongan en el mercado español por cada productor y se eliminarán las pilas y acumuladores portátiles que contengan cadmio, mercurio o plomo.

Según datos de la Fundación Ecopilas --integrada por los principales fabricantes de pilas--, en España se gastan cerca de 322 millones de pilas al año y su fabricación consume hasta 50 veces la energía que generan. De todos los metales que contienen las pilas, el más peligroso es el mercurio.

Desde 2007 está prohibida en España la comercialización de pilas alcalinas cuyo contenido de mercurio sea superior a cinco partes por millón, aunque las pilas de botón son la excepción.