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Bush declara Texas "área de desastre federal" tras el paso del huracán Ike

  • Los daños que ha dejado en Texas y Luisiana son "significativos"
  • El huracán ha llegado a alcanzar los 1.000 km de diámetro
  • La isla de Galveston, cerca de la costa, anegada por los efectos de Ike
  • Tras su paso por Texas pierde intensidad y ahora es ya tormenta tropical
  • Se dirige ahora hacia Arkansas
  • Hay al menos 3 muertos por los efectos del huracán
  • Bush, preocupado por el impacto en los precios energéticos, promete ayudas

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El azote del Ike en Texas

El huracán Ike, acompañado de fuertes oleajes en la costa e intensas lluvias, ha arrasado el sudeste de Texas, donde unas 4 millones de personas se han quedado sin suministro de electricidad. Tras su paso por Texas ha perdido intensidad sobre Houston y ya se ha convertido en una tormenta tropical.

Los daños que ha dejado el huracán han sido "significativos" en Texas y Luisiana, ha explicado el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Chertoff. Las tareas de rescate y reconstrucción están siendo muy complicadas. 

Chertoff, que viajará hoy desde Washington a Texas para supervisar las tareas de urgencia, ha indicado, no obstante, que los daños en la ruta marina de Galveston, donde "Ike" tocó tierra hoy, han sido importantes para los buques petroleros, pero no tanto como se temía. "Ha sido una tormenta muy peligrosa", agregó y "ya hemos recibido informaciones iniciales de algunas muertes".

Mientras tabnto, Ike se dirige ahora hacia el norte tras tocar tierra en la costa del Golfo de Texas, paralizar Houston y arrasar la isla de Galveston, que ha quedado completamente inundada. 

Sin embargo, Bush ha advertido desde la Casa Blanca que el "peligro de esta enorme tormenta todavía no ha pasado". El presidente de EE.UU. ha anunciado ayudas para la zona afectada por el huracán y ha declarado Texas "área de desastre federal".

Conforme se reduce la fuerza de los vientos, el ciclón ha aumentado su velocidad de traslación a 26 kilómetros por hora en su trayectoria por el sureste de Texas y tras dejar el área metropolitana de Houston con graves daños económicos.

Más de cuatro millones de personas se encuentran sin energía eléctrica y se necesitarán de dos a tres semanas para recuperar la normalidad, según dijo el alcalde de Houston, Bill White.

El CNH ha informado de que el ciclón seguirá en dirección noreste durante el resto del día y que sus vientos se mantendrán con la intensidad de huracán esta jornada, es decir, con una velocidad superior a los 120 kilómetros por hora.

El Ike entrará de lleno en la madrugada del domingo en el oeste del estado de Arkansas.

El CNH ha advertido del peligro de que se produzcan tornados al paso posterior del huracán, así como en determinadas zonas de Luisiana y Arkansas.

Galveston devastado

La CNN relaciona el huracán con la muerte de tres personas: un niño que fue golpeado por una rama que los vientos arrancaron de un árbol al norte de Houston, un bañista que se ahogó en el mar frente a Corpus Christi y un anciano fallecido durante su evacuación de su hogar en el condado de Brazoria.

La pérdidas económicas totales ocasionadas por el huracán, sólo para el estado de Texas, podrían superar los 100.000 de millones de dólares  según dijo anoche el teniente gobernador, David Dewhurst.

Asímismo, el presidente de EE.UU. ha advertido que el Gobierno monitorizará los precios de la gasolina, ya que en las últimas horas el paso del huracán ha hecho que suban los precios del combustible.

La corresponsal de TVE Rosa Mª Molló se encuentra refugiada en un hotel a 50 km de Galveston, la isla que ha quedado totalmente devastada por el paso del huracán. Narra como se oye la fuerza del viento, que deja claro que "esto va a tener proporciones devastadoras". 

Galveston ha quedado prácticamente inundada por completo. Unos 23.000 residente desoyeron a las autoridades que les instaron a  abandonar la zona ante el "inminente peligro de muerte. Con el paso de Ike, miles de personas llamaron desesperados a los servicios de emergencia pidiendo ayuda, pero ya era demasiado tarde. Los servicios de emergencia no pudieron responder debido a la imposibilidad de desplazar al personal, informa el Houston Chronicle,  diario de la gran metrópolis a sólo 80 kilómetros al norte de Galveston y también afectada por el huracán.

Bush promete ayudas

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha expresado su preocupación por el posible impacto del huracán Ike en los precios de la energía y prometió asistencia inmediata a la zona costera de Texas afectada por el gigantesco ciclón.

Según ha afirmado en una declaración desde los jardines de la Casa Blanca, los servicios de emergencia comenzarán sus tareas tan pronto haya pasado el peligro y las condiciones meteorológicas lo permitan.

La Agencia para la Protección del Medioambiente ha suspendido una serie de condiciones para permitir la importación de ciertos tipos de gasolina, explicó Bush, que agregó que el Gobierno "supervisará cuidadosamente los precios" del combustible para garantizar que el consumidor sea tratado de manera justa pese a los problemas.