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La arcilla de un lago permitirá conocer el cambio climático en los Pirineos

  • Un equipo del CSIC investigan el cambio climático en el lago de la Basa de la Mora
  • Su estudio permitirá conocer cuándo y con qué velocidad se han producido cambios
  • Permitirá discernir si los cambios actuales en el clima son naturales o artificiales

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La arcilla y los sedimentos extraídos del lago de la Basa de la Mora (Ibón de Plan) en el Pirineo aragonés, permitirán a un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) conocer los cambios climáticos de los últimos 25.000 años en los Pirineos.

El equipo, formado por quince personas, ha tomado muestras del fondo del lago durante cinco días y a finales de este año tiene previsto obtener resultados que expliquen cuándo y con qué velocidad se han producido los cambios y qué tipo de vegetación había, según Blas Valero, responsable del proyecto.

Valero ha explicado que el conocimiento de la variabilidad climática permitirá discernir si los cambios actuales en el clima son naturales o artificiales. El lugar escogido es un lago porque, según el investigador del CSIC, "todo lo que entra y sale de su agua" depende del clima que haya tenido alrededor.

"Elegimos los lagos para sondear porque son algunos de los mejores archivos paleoclimáticos: muestran muy bien las variaciones en la cantidad de precipitación y se puede obtener una señal de alta resolución, es decir, se puede diferenciar bien lo que ocurrió a escalas temporales de gran detalle, desde décadas a cientos de años", añade Ana Moreno, una de las investigadoras que han participado en el proyecto.

Se datará con carbono 14

Algunos de los materiales recogidos serán llevados a Estados Unidos para ser datados con carbono 14 y, tras su estudio, se podrá obtener de forma pionera información sobre la ocupación del territorio, los fenómenos migratorios y los usos del suelo.

El trabajo, además, será aplicable a otros internacionales realizados en los montes cercanos al mar Mediterráneo y ayudará a determinar cómo se desenvolvían las sociedades de esas zonas durante épocas como el período cálido medieval (siglos XI-XIV) o la "pequeña edad del hielo" (XVI-XIX), según Valero.

El geólogo trabaja de la misma forma en otros lagos de la Península Ibérica, América del Sur y la Isla de Pascua, donde han podido averiguar que su deforestación se debió no sólo al impacto humano, sino también a la escasez de lluvias.