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Karadzic teme por su vida en La Haya porque la amenaza de EE.UU. "hoy es más fuerte"

  • Karadzic así lo afirma en un documento hecho público por el Tribunal
  • Acusa de amenazas de muerte al enviado de EE.UU. para negociar el fin de la guerra
  • Richard Holbrooke era el enviado por el Gobierno de Clinton para la negociación
  • Karadzic le acusa de haberle ofrecido la inmunidad a cambio de su retirada
  • Estados Unidos ha negado que a cambio de la paz hiciera otros ofrecimientos
  • Karadzic se siente víctima de una "caza de brujas" de los medios bosnios e internacionales

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Karadzic se siente amenazado en La Haya

Karadzic está convencido de que "nadie cree" en su posible absolución, por lo que duda de tener un juicio justo y asegura sentirse en peligro de muerte en La Haya. Así lo manifiesta en un documento hecho público por los jueces del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) que le juzga y en el que ha acusado a un mediador de EE.UU. de querer matarle. Ya le había acusado de ofrecerle la inmunidad a cambio de su renuncia, algo que EE.UU. ha negado.

El Tribunal ha hecho público el documento de cuatro páginas que Radovan Karadzic quería leer el jueves, en su primera comparecencia ante los jueces que le juzgan por 11 delitos, entre ellos el de genocidio. En él Karadzic se pregunta: "¿Qué tipo de regularidad puede haber cuando todo tiene lugar en una atmósfera en la que, independientemente de que la verdad pueda ser demostrada en esta sala, nadie en la Tierra cree en la posibilidad de mi absolución?".

En el alegato, Karadzic se considera víctima de una serie de "irregularidades" por parte de medios de comunicación bosnios e internacionales, por la Fiscalía y en la forma en que fue detenido, pero sobre todo por parte de EEUU, con quien asegura firmó un pacto que garantizaba su inmunidad.

Amenazas de muerte

El jefe de los serbios de Bosnia acusa en ese documento al negociador estadounidense, Richard Holbrooke, de haber querido su muerte para que no desvelase el pacto que supuestamente le ofreció Washington en 1996. Holbrooke era el enviado de EE.UU. en los diálogos para lograr el fin de la guerra de Bosnia y según dicho pacto, Karadzic tenía que desaparecer de la vida pública para no poner el peligro los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra en 1995.

A cambio, él no sería juzgado por el TPIY, que ayer negó cualquier tipo de vinculación con este presunto acuerdo, también desmentido por EE.UU. "Me debía retirar no solamente de la vida política, sino también de las oficinas del partido y desaparecer completamente de la esfera pública, no ofrecer entrevistas e incluso no publicar trabajos literarios, en una palabra, resultar lo suficientemente invisible para que los Acuerdos de Dayton se aplicasen por completo", explica Karadzic en el documento.

Insiste en que el entonces mediador estadounidense Richard Holbrooke "manifestó en nombre de EE.UU. que no sería juzgado ante este Tribunal y que debería entender que durante un tiempo habría una fuerte retórica en mi contra", para que sus seguidores "no pudiesen romper la aplicación de los Acuerdos".

El ex líder político de los serbobosnios explica que él acató su parte del pacto "desde el primer día", pero que Estados Unidos, al verse incapaz de cumplir más compromiso que el de que no se prohibiera el Partido Democrático Serbio, se planteó "liquidarle" para que no revelara la existencia del trato. "Incapaz de cumplir sus compromisos en nombre de Estados Unidos, el señor Holbrooke pasó al plan B: la liquidación de Radovan Karadzic", dice éste en ese documento.

Se siente en peligro en La Haya

Karadzic se siente en peligro de muerte también en La Haya porque considera que esa amenaza no es sólo algo del pasado, sino que "hoy es todavía más fresca y fuerte". "Desconozco lo largo que es el brazo del señor Holbrooke (...) o si ese brazo puede alcanzarme aquí", indica Karadzic, quien asegura que el citado pacto "se convirtió en una fuente de gran peligro para mi vida (...), la seguridad de mi familia e incluso de mis amigos".

Además de EE.UU., Karadzic se siente víctima de una "caza de brujas" que, según él, comenzó cuando los medios musulmanes empezaron a llamarle "criminal de guerra" -"incluso antes de comenzar el conflicto armado" y cuando "sólo había víctimas serbias"- y que luego fue secundado por medios internacionales. Está convencido de que esa campaña, de la que "yo no podía defenderme", ha hecho "inimaginable" que la corte pueda absolverle, por lo que el proceso ya está "dinamitado".

No quería acudir a La Haya porque tenía "claro" que "no tendría las condiciones de un juicio justo, especialmente cuando uno de los fiscales en jefe dijo en público que tendría con seguridad una condena de cadena perpetua", explica, sin especificar el nombre del fiscal, al que, sin embargo, se refiere en femenino.

Tras asegurar que estuvo secuestrado tres días en Belgrado antes de que se hiciera pública su detención, Karadzic denuncia la falta de tiempo para "estudiar" la acusación enmendada que prepara la Fiscalía. Se muestra "preocupado" por la intención de acelerar su proceso, en el que se le acusa de crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad durante la guerra de Bosnia (1992-1995), entre los que destacan la matanza de Srebrenica y el asedio de Sarajevo.