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Colombia desautoriza las gestiones de Ortega ante las FARC y envía una protesta a Nicaragua

  • El presidente nicaragüense se había ofrecido para contactar con los "hermanos" de las FARC
  • El objetivo era "aportar a la paz" en Colombia, "principal factor de inestabilidad" de la región
  • El ministro de Exteriores colombiano, considera que violaría el principio de no injerencia
  • En una nota de protesta enviada a Managua ha dicho que llevará el caso a la OEA

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En una "enérgica protesta" enviada a Managua, el ministro colombiano de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez, ha advertido a su par nicaragüense, Samuel Santos, de que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe "no autoriza ni avala gestión alguna que [Ortega] pretenda adelantar en relación con una organización terrorista, en este caso las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)".

La nota ha sido enviada poco después de que Bermúdez asumiera el cargo ante el presidente Álvaro Uribe, en sustitución de Fernando Araújo, que el miércoles renunció al cargo por razones personales.

"Cualquier actividad que se desarrolle en tal sentido tiene que contar con la aprobación del Gobierno de Colombia", ha advertido en Bogotá el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez.

En el mensaje, Bermúdez ha aludido a unas declaraciones de hace un día en las que Ortega aceptó entrar en contacto con los "hermanos" de las FARC para "aportar a la paz en Colombia", que, según él, "es el principal factor de inestabilidad de toda América Latina".

Las FARC pidieron a Ortega ser interlocutor

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían solicitado a Ortega, en una carta fechada el pasado 26 de junio, que les sirviera de interlocutor en la búsqueda de la paz, a lo que el gobernante centroamericano accedió.

"Les respondemos a los hermanos de las FARC que sí, que estamos dispuestos a conversar y dialogar para aportar la paz en Colombia, que es el principal factor de inestabilidad de toda América Latina", dijo Ortega el miércoles, en un discurso que pronunció en Estelí (norte).

El titular colombiano de Exteriores ha considerado que una eventual gestión de Ortega "constituiría una violación al principio de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados".

Tras protestar de manera enérgica por la opinión de Ortega sobre Colombia como factor desestabilizador, Bermúdez ha sostenido que "las verdaderas amenazas para Colombia y la región son el narcotráfico y el terrorismo".

El asunto será llevado a la OEA

En la misma comunicación, el canciller ha informado a su colega Santos que Colombia llevará este caso ante la Organización de Estados Americanos (OEA), "por tratarse de situaciones que violan la letra y el espíritu de la Convención Interamericana contra el Terrorismo". Ha dicho, igualmente, que son manifestaciones que violan las resoluciones de la ONU sobre el mismo asunto.

Colombia también "recurrirá a los mecanismos nacionales e internacionales, y a la cooperación policial y judicial en la lucha contra el terrorismo para impedir que se adelanten actividades ilícitas", ha contuinuado Bermúdez.

El canciller colombiano ha rechazado, asimismo, el tratamiento de "hermanos" dado por Ortega a los rebeldes de las FARC. Con ello se viola el consenso internacional que existe sobre la lucha contra el terrorismo, ha agregado Bermúdez.

Es "ofensivo para la nación colombiana que se otorgue este tratamiento a los miembros de un grupo terrorista que comete crímenes de lesa humanidad, incluyendo el secuestro, el reclutamiento de menores, la utilización de minas antipersona y de armas no convencionales de efecto indiscriminado", ha afirmado.

Segundo roce entre ambos países

No es este el primer roce entre Colombia y Nicaragua a cuenta de las FARC. El ahora ex canciller Araújo rechazó el traslado de Quito a Managua, en un avión militar nicaragüense, de dos rebeldes de las FARC heridas en el bombardeo colombiano del pasado 1 de marzo a un campamento guerrillero ilegal en el norte ecuatoriano.

Las dos colombianas recibieron salvoconductos de Ecuador y viajaron a Managua el pasado 11 de mayo, con lo que, según Araújo, Nicaragua cometió un "acto inamistoso" e incurrió en un "flagrante abuso del principio de la buena fe" al pedirle a Colombia permiso para el sobrevuelo del avión militar que las transportó.

Sin embargo, Santos respondió posteriormente que la aeronave no sobrevoló Colombia y que la autorización solicitada era para un eventual aterrizaje de emergencia en el país andino.