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Las fuerzas políticas del Líbano firman un acuerdo que evite la guerra civil

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Los rivales libaneses han alcanzado un acuerdo para acabar con 18 meses de conflicto político que ha llevado al país al borde de una nueva guerra civil. Los delegados de la coalición gobernante y la oposición de Hizbulá han confirmado el principio de acuerdo alcanzado en las conversaciones de Doha.

Sus divergencias han estado centradas en la reforma de la ley electoral, la formación de un Gobierno y la elección de un presidente para poner fin al vacío institucional en el que vive el Líbano desde noviembre pasado.

Acuerdos alcanzados

La cadena Al Yazira ha señalado que el candidato designado por ambas formaciones como nuevo presidente de la República sería el General Michel Suleiman, que sustituiría a Emile Lahoud, quien abandonó el cargo a finales de noviembre pasado tras expirar su mandato. Éstos son otros de los acuerdos alcanzados:

  • El acuerdo incluye un quórum que fuerza a las dos facciones a ponerse de acuerdo en futuras elecciones.
  • Suleiman consultará al parlamento para la designación del primer ministro, que recaerá en un musulmán suní, que quedaría supeditado al sistema de poder compartido entre las distintas facciones religiosas del Líbano.
  • La oposición de Hizbulá tiene que desmantelar el campamento de protesta que ha paralizado el centro comercial de Beirut desde diciembre de 2006. El asentamiento fue levantado como parte de una campaña para demandar capacidad efectiva de veto en el gobierno libanés.
  • El primer ministro designado mantendrá consultas con el parlamento y necesitará el consentimiento del presidente para iniciar su mandato.
  • El nuevo gabinete ministerial tendrá que presentar sus directrices políticas a los pocos días de acceder al cargo. Éstas tendrán que ser sometidas a votación secreta en el parlamento.
  • Según el acuerdo alcanzado con el patrocinio de la Liga Árabe, después de la elección del nuevo presidente y la formación del nuevo gobierno de unidad nacional, Suleiman tiene que organizar rondas de conversaciones para reforzar la autoridad estatal y las relaciones con otras 'organizaciones', en clara alusión a Hizbulá.