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Dos de cada tres personas acuden a la IA para consultar temas sanitarios y casi el 25% se autodiagnostica

  • Entre los jóvenes de 16 a 19 años la cifra aumenta: nueve de cada diez consulta la IA para dolencias de salud
  • Los médicos alertan de los "riesgos" de sustituir la labor de un profesional sanitario con la información de la IA
Siete de cada diez personas consultan a la inteligencia artificial sobre su salud

La Inteligencia Artificial (IA) ya es una herramienta cada vez más habitual entre la población española para hacer consultas sobre temas de salud tanto física como mental y dos de cada tres personas la usan para consultar un problema médico o una dolencia relacionada con la salud, cifra que aumenta a nueve de cada diez si hablamos de jóvenes de entre 16 y 19 años que acuden a la tecnología para informarse de forma frecuente o siempre sobre salud.

Además, para uno de cada cuatro españoles (24,8%) el autodiagnóstico digital se ha convertido en su primera opción cuando aparece un problema de salud.

Estas son algunas de las conclusiones del último estudio de salud de Línea Directa, "Los peligros del autodiagnóstico digital", presentado este miércoles por la doctora en Psicología y experta en Inteligencia Emocional, Ruth Castillo-Gualda, y el médico especialista Justo Menéndez, ambos profesores de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), que han alertado de un a veces "mal uso" de la IA y de los inconvenientes de querer sustituir a los profesionales sanitarios por la IA. Por ello, abogan por un uso consciente y responsable de la IA cuando hablamos de problemas sanitarios.

Menéndez ha explicado que los tres principales usos de la IA en este campo son buscar información sobre problemas de salud leves e incluso preguntar si se debe o no acudir al médico, informarse sobre una dolencia para ir con más datos al centro de salud y preguntar una segunda opinión médica.

Más del 40% de los jóvenes prefiere la IA al médico

Este estudio pone de manifiesto que sobre todo los jóvenes están optando por la IA cuando se trata de temas relacionados con la salud, de tal forma que algunos no solo no lo ven como complemento, sino que en ocasiones muchos sustituyen la primera consulta con un profesional por esta tecnología.

Así, el 41,8% de los jóvenes encuestados de 16 a 19 años escoge buscadores, influencers o herramientas de IA antes que acudir al médico o a urgencias. Porcentaje que baja a algo más del 10% si hablamos de población mayor de entre 65 y 75 años.

La brecha generacional es una de las principales conclusiones de este informe, a juicio de Menéndez, que ha alertado de que "los sesgos de la IA pueden ser peligrosos".

Los motivos que llevan a usar la IA

Entre los motivos que impulsan a los españoles a recurrir a la IA en el ámbito sanitario destaca su disponibilidad (16,3%), la inmediatez con la que ofrece respuestas (12,2%) y la rapidez del proceso (11,5%).

La psicóloga ha explicado otros factores clave para que la sociedad opte por la tecnología: "la intimidad y la sensación de sentirse escuchado y no juzgado". Y este punto destaca que estos usos aumentan entre quienes están peor emocionalmente ya que, añade, "acuden a la IA en busca de empatía, de una falsa empatía en cuestiones emocionales".

Así, este estudio refleja que la mitad de las personas diagnosticadas de ansiedad y depresión usa la IA casi a diario, lo que "agrava y alimenta la cibercondría", esto es, la búsqueda compulsiva de síntomas en entornos digitales.

Este uso intensivo en personas con problemas de salud mental contrasta con el uso mucho menor de pacientes con enfermedades físicas crónicas, como hipertensión (15%) o diabetes (13%), lo que apunta a que la dependencia de estas herramientas está mucho más ligada a necesidades psicológicas y emocionales que a problemas físicos.

Castillo-Gualda ha explicado que "en temas emocionales la IA toma mayor relevancia" y se convierte a la tecnología en una especie de "terapeuta digital".

De hecho, la búsqueda compulsiva de síntomas en entornos digitales, esa cibercondría, se alimenta de ese círculo vicioso. "A mayor malestar emocional, más búsquedas digitales con Inteligencia Artificial, que lejos de aliviar lo que hacen es agravar la situación", apunta la psicóloga, que lanza un mensaje claro: "Hay que priorizar acudir siempre a un profesional".

Ha detallado que las mujeres y los jóvenes son el grupo poblacional "más sensible" al juicio social, y que son precisamente los que más perciben que la IA "no les juzga cuando quieren consultar" sobre sus preocupaciones o inquietudes.

La IA "nunca" puede sustituir a un profesional médico

La doctora Beatriz Torres es la secretaria de Comunicación de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y afirma, en una entrevista con RTVE Noticias, que la IA "es una herramienta más que puede ser útil", pero alerta de los peligros de buscar diagnósticos a través de su uso: "Ante preguntas que plantea la población en general y ante determinados síntomas aislados, la IA lanza mensajes muy contundentes que pueden no ser reales".

Apunta a que puede ofrecer información cargada con un "exceso de gravedad" o de "falsa sensación de seguridad y tranquilidad" y esto se produce porque la población en general no tiene por qué saber qué datos son o no útiles para diagnosticar un problema de salud: "Nosotros, como médicos, sabemos qué tenemos que preguntar, qué hay que mirar, dónde explorar, qué pruebas complementarias hacer, qué síntomas son o no relevantes".

Reconoce que son muchos los que buscan información complementaria antes de ir al médico, algo que no ve mal de por sí, pero sí si esto supone "hacer un autodiagnóstico erróneo que les lleva a desconfiar de los profesionales": "Se han creado ya una realidad y si el médico no te dice lo mismo que la IA desconfían".

Añade que la IA tiene memoria y "personaliza" al usuario los mensajes que ofrece, de tal manera que la población le puede dar una legitimidad a lo que dice que no es real.

Coincide el presidente de la Organización Médica Colegial, Tomás Cobo, en que la información que puede dar la inteligencia artificial debe estar "contrastada, verificada y tener una evidencia científica" y esto solo lo proporciona un médico.

Pone en valor la relación médico-paciente "que no puede ser sustituida en ningún caso por la IA" y aunque considera "bueno" que el paciente llegue a la consulta con mucha más información, insiste en que esta debe ser "verídica y fidedigna".

Organización Médica Colegial: "Nunca, en ningún caso, la IA puede sustituir la labor de un médico"

En una entrevista en TVE, Cobo alerta sobre la "intoxicación de la información y el riesgo de la pseudociencia" que puede llegar a "nutrir los datos que ofrece la IA" y provocar "derivas de tratamientos y autodiagnósticos erróneos".

No se opone al uso de la IA, incluso entre los profesionales, pero siempre avalado con la anamnesis o historia clínica, que forma parte de la exploración del paciente cuando acude a una consulta. Todo ello con un único fin: un diagnóstico médico certero.

Consejos para identificar un mal uso de la IA aplicada a la salud

-No sustituyas la consulta con el profesional médico, ya sea presencial u online, por la IA.

-Contrasta la información antes de actuar.

-Evita diagnósticos y tratamientos por IA.

-Vigila la cibercondría.

-Toma distancia de tus pensamientos, no son diagnósticos.

-Cuida el diálogo interno cuando leas lo que la IA te ofrece.

-Priorizar la conexión humana.

-Nombra qué emoción está guiando tu búsqueda.