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La Vuelta 2025 será también recordada por la ausencia de españoles en los puestos de privilegio

Jonas Vingegaard (c), Joao Almeida (i) y Tom Pidcock (d) durante la última etapa de la Vuelta a España 2025.
Jonas Vingegaard (c), Joao Almeida (i) y Tom Pidcock (d) durante la última etapa de la Vuelta a España 2025. EFE
Felipe Fernández
Felipe Fernández

La 80ª edición de la Vuelta ciclista a España pasará a la historia por ser la carrera marcada por las protestas contrarias a la participación del Israel Pro Tech Academy. Si damos un paso más allá, en lo deportivo, la recordaremos como la primera en la que ningún ciclista español estuvo entre los diez mejores de la clasificación general. El catalán Albel Balderstone, del Caja Rural, ha sido el mejor nacional clasificado al ser decimotercero. Insólito.

Nunca antes se había dado esta circunstancia, que se une a la ausencia de españoles también en los top-10 del Giro de Italia y del Tour de Francia.

A pesar del dato, las sensaciones para el aficionado han sido diferentes debido a las victorias de etapa españolas (Juan Ayuso por partida doble y Marc Soler), a la combatividad de los equipos modestos españoles (Burgos-Burpellet-BH y Caja Rural-Seguros RGA) y a la esperanza que insuflan jóvenes como Jaume Guardeño (14º de la carrera), Markel Beloki (50º) o Hugo de la Calle (63º). La buena actitud de corredores consolidados como Mikel Landa, Pablo Castrillo, Marc Soler o Javier Romo también han llenado el paladar en días marcados.

Lo sucedido en las tres grandes vueltas y, sobre todo, en la ronda española, es un reflejo de la situación actual del ciclismo español. Hemos vivido años dorados durante décadas —desde Perico a Valverde— y ahora no digerimos bien la travesía por el desierto.

Lejos queda ya la última edición ganada por un ciclista nacional, Alberto Contador en 2014, y más aún un Tour o un Giro. No queda otra que asimilar la situación actual del ciclismo mundial, en la que países emergentes como Eslovenia o Dinamarca comparten la soberanía.

Hay que saber valorar lo que se consigue y confiar en la nueva andadura de Juan Ayuso lejos del UAE, en las recuperaciones de Carlos Rodriguez y Enric Mas y en las posibilidades de jóvenes prometedores como Pablo Torres, Adrià Pericas o Benjamín Noval.

Ciclismo de base hay, academias que hacen bien las cosas tenemos. No hay motivos para creer que lo sucedido este curso vaya a convertirse en una tónica de cara al futuro.

Nos quedará para siempre la duda de si lo vivido en lo extradeportivo este 2025 habría sido igual de haber estado algún ciclista español jugándose la victoria en el último fin de semana.