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La homofobia en el deporte, una realidad todavía presente

  • Existe una mayor normalización de la homosexualidad en los deportes considerados femeninos que en los masculinos
  • Los deportes mayoritarios han perseguido el racismo, pero no se pronuncian respecto al colectivo LGTBI+

Por
Radiogaceta de los deportes - Deporte y homofobia

Estamos en 2022 y la LGTBIfobia en el deporte sigue estando tan a la orden del día como hace 20 años, a pesar de que cada vez son más los deportistas que se atreven a dar el paso y visibilizar su orientación sexual. El primer ataque llega en la infancia, ha explicado en Radiogaceta de los deportes Víctor Gutiérrez, exjugador de Waterpolo: “Con ocho años es la primera vez que te llaman maricón y a mí, con casi 31, es una palabra que me sigue persiguiendo”.

Víctor Gutiérrez, exjugador de Waterpolo: “Con ocho años es la primera vez que te llaman maricón y a mí, con casi 31, es una palabra que me sigue persiguiendo”

Compañeros, rivales y espectadores utilizan constantemente referencias LGTBIfóbicas contra los y las jugadoras, y el problema parte de la “normalización” que existe respecto a este tipo de expresiones. “Durante años nos ha parecido normal escuchar a todo un campo de fútbol cantando Guti maricón”, indica Víctor Granado, fundador del Club Titanes de Rugby. Un comportamiento que, a su parecer, parte del machismo y ocurre porque “el deporte actúa como reflejo de la sociedad y, sobre todo, de las ideas relacionadas con la masculinidad y la virilidad”.

Sara Peláez, árbitra de baloncesto: "La no heterosexualidad en el deporte femenino está mucho más normalizada”

En contraposición, Sara Peláez, árbitra de baloncesto, deportista y vocal de Mujeres y Deporte, destaca que “la no heterosexualidad en el deporte femenino está mucho más normalizada”. Algo que, sin embargo, tampoco tiene unas connotaciones realmente positivas.

Diferencias por género

A pesar de lo que pueda parecer, la aceptación del colectivo LGTBI+ dentro de los deportes femeninos no parte del entendimiento y del respeto. Sino que, como señala Granado, forma parte de los estereotipos que hemos creado: “Tenemos una sociedad construida en cajas y nos empeñamos en meter a las personas en ellas, aunque no quepan”, indica el jugador de Rugby. Es por ello que, como ejemplifica Peláez, la sociedad asume que “una mujer con pelo corto y que hace deporte debe de ser lesbiana, mientras que un hombre que realiza un deporte artístico, debe de ser gay”. La árbitra cataloga esta tendencia como la “presunción de homosexualidad” y todo aquel deportista que difiera con lo que se espera según su rol, rompe con los esquemas de lo que se había supuesto de él.

Víctor Granado, fundador del Club Titanes de Rugby: "Tenemos una sociedad construida en cajas y nos empeñamos en meter a las personas en ellas, aunque no quepan"

Víctor Gutiérrez ha sido jugador de Waterpolo durante años y, como tal, se esperaba de él una tendencia sexual acorde con su imagen. Sin embargo, cuando reconoció su homosexualidad, el público se sorprendió de que alguien que practicaba un deporte tan viril no cumpliera con su rol. Al contrario, por ejemplo, de lo que ocurre con deportistas como Pau Ribes, nadador artístico. Al haber sido pionero en esta práctica, en un deporte que hasta su incursión era practicado únicamente por mujeres, recibió desde el primer momento una serie de ataques machistas y lgtbifóbicos que partían desde decirle que practicaba “un deporte de chicas”, hasta que “por hacer natación sincronizada tenía que ser maricón”, según explica. Y es que, en su caso, la sociedad también esperaba que encajase con el papel que se le había asignado, partiendo de sus estereotipos.

LGTBIfobia según el tipo de deporte

Sin embargo, el género no es el único referente a la hora de aceptar la tendencia sexual de un deportista ya que, volviendo al juego de los estereotipos, según el tipo de deporte que practique será más fácil o menos que un profesional pueda reconocer su orientación.

El deporte rey es quizás el más castigado por este tipo de pensamiento, aunque tampoco el único, y a la vista está que faltan referentes en el fútbol, pero también lo hacen en el baloncesto o en otros juegos mayoritarios.

La evolución está resultando mucho más lenta en el caso del colectivo LGTBI+ que, por ejemplo, en lo relativo al racismo, que a lo largo de los años ha terminado por perseguirse y castigarse. Sin embargo, con la LGTBIfobia parece haber “barra libre”, como indica Víctor Gutiérrez, debido a que los clubes lo siguen considerando un tema complicado.

Víctor Granado : "Todavía no se ha entendido que reivindicar el derecho de las personas LGTBI+ es una cuestión de derechos humanos y no de ideología”

Para Granado, no es sorpresa que solamente cinco de los 20 equipos que juegan en primera división hayan mandado un mensaje de apoyo al colectivo cuando RNE lo pidió para este especial porque, a su parecer, “todavía no se ha entendido que reivindicar el derecho de las personas LGTBI+ es una cuestión de derechos humanos y no de ideología”.

Respecto a cómo combatir tanta homofobia, Sara Peláez apuesta por enfocarse en los más pequeños, ya que, como indica la árbitra, “es importante que todos seamos conscientes de que tenemos la homofobia instaurada en nuestra normalidad” y solo será “gracias a la educación en la igualdad” que podremos llegar a alcanzar una mejora en la sociedad.