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Tour de Francia

O'Connor canta bajo la lluvia

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Tour 2021 | Merecido descanso tras nueve días frenéticos de gran ciclismo y un Pogacar extraordinario

Al noveno día, el Tour de Francia descansó. Aunque los corredores tuvieron que afrontar una etapa de 145km con cinco puertos bajo la lluvia, la sensación fue diferente a la de la etapa del sábado. La novena etapa, entre Cluses y Tignes-Val Claret, a priori una de las más duras de la presente edición, fue la etapa de la desafección por culpa de Tadej Pogacâr. Si bien los sospechosos habituales se movieron al inicio de la etapa, no lo hicieron ni con la intensidad ni la velocidad con que se ha corrido el Tour esta primera semana.

La jornada comenzaba con dos bombazos informativos: Mathieu van der Poel y Primoz Roglic abandonaban la Grande Boucle. El holandés, gran animador de esta primera semana, tiene gas para 8 días y ahora se va a preparar nuevos retos, más concretamente los Juegos Olímpicos. No será el único que lo haga a lo largo del Tour. Por su parte, Roglic, tras haber perdido 35 minutos el sábado y llegar con la grupeta, no tiene el cuerpo para alardes. La ‘momia’ eslovena, como le han llamado en Twitter tras mostrar una foto con sus vendajes, buscará otros objetivos como, quizás, La Vuelta a España. Tampoco será el único, salvo que Pogacâr quiera reventar también la ronda española.

En lo estrictamente competitivo tardó en consolidarse la fuga, también tardaron en llegar los ataques. Como viene siendo habitual en las grandes etapas son las clasificaciones secundarias las que provocan los movimientos. En este caso la lucha por el verde y la montaña. Colbrelli le ganó el sprint a Mathews y a partir de ahí se conformó una fuga como sin querer. En ella iban Kuss, Fraile, Mohoric, Poels, Alaphilippe, Matia Cattaneo, Guillaume Martin y una veintena más de corredorazos que están haciendo de esta edición el mejor Tour de la última década.

De la fuga de la fuga, cuando llegaron las primeras rampas de la dupla col du Pre y Cormet de Roselend, primer primera del día, saltaron Michael Woods, Nairo Quintana, Sergio Higuita y Ben O’Connor.  A ellos trataba de soldarse el maillot de lunares,  Wout Poels, que a paso de zopenco mostraba a las cámaras una silueta moldeada por el cansancio acumulado. Nairo Quintana se hizo con los puntos de la montaña y se lanzaba puerto abajo a por la etapa. Detrás lo seguía Sergio Higuita y el australiano O’Connor, pero a su ritmo. Sin arriesgar, comiendo bien y abrigándose como es debido. O’Connor perdió 35 segundos bajando.

Parecía que los colombianos lo tenían hecho; sin embargo, O’Connor, mucho mejor rodador que los escarabajos les comía la diferencia antes de comenzar el último puerto del día, la Montée de Tignes, adonde volvía el Tour tras las inundaciones de 2019. El australiano, que ya cuajó unas actuaciones impresionantes en la Dauphiné hizo una subida espectacular que dejó sin opciones a Quintana e Higuita: se los ventiló en los 5 primeros km. Para más inri, mantuvo la diferencia durante los 21km de subida con el pelotón. Atrás, todo hay que decirlo, había mucho miedo y el UAE no gastó ni un gramo de fuerza.

#ElTourEnUnMinuto - Etapa 9

Ben O’Connor, por cierto, mantuvo durante gran parte de la etapa una diferencia con Pogacâr de casi 8 minutos, casi para ponerse de amarillo. Hasta a falta de 3 km que el esloveno arrancó y dejó a los aspirantes peleándose por las migajas. La sensación de que el Tour tiene dueño es aplastante pero, aunque eso sea cierto, podemos seguir disfrutando de otro tipo de canciones.