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Vela | Vuelta al mundo en solitario

Fernando Echávarri: "Los participantes de la Vendée Globe más que regatistas son marineros"

  • El campeón olímpico de Vela en Pekín 2008 nos cuenta lo difícil que puede llegar a ser un naufragio
  • En el año 2006, en la Volvo Ocean Race, el equipo Movistar, del que Echávarri formaba parte vivió un suceso similar al de Kevin Escoffier

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Entrevista a Fernando Echávarri

El 12 de noviembre de 2005 Vigo vivía uno de los mayores hitos de su historia, al menos en lo que a su tradición regatista concierne. La ciudad gallega era la sede de partida de la Volvo Ocean Race 2005-06, la vuelta al mundo de Vela que tenía por primera vez en España su punto de salida.

A partir de aquella edición de la Volvo Ocean Race -rebautizada desde 2019 como The Ocean Race-, España se ha convertido en punto de partida predilecto de la regata, después de que Alicante haya acogido la salida de la misma en las últimas cuatro ediciones, desde el año 2008. Sin embargo, en aquel momento era un hecho insólito que la regata partiese por primera desde fuera del Reino Unido.

Cuando a Fernando Echávarri, que venía de ser octavo en los Juegos Olímpicos de Atenas en la clase Tornado le ofrecieron formar parte de la tripulación del Movistar, el equipo español dirigido por Pedro Campos y capitaneado por el patrón holandés Bowge Bekking, no dudó ni un instante en embarcarse en la aventura.

El a la postre campeón olímpico junto a Antón Paz en Pekín 2008, no se imaginaba lo que unos meses más tarde sucedería a 307 millas marítimas de la costa atlántica inglesa, en la séptima etapa de aquella Ocean Race que unía Nueva York con Portsmouth.

La tripulación española naufragó un 15 de mayo de 2006 en uno de los episodios más trágicos que se recuerdan en la historia de la Vuelta al Mundo a Vela.

La embarcación tuvo que lanzarse al mar con los botes salvavidas y esperar la llegada del ABN-Amro II, el yate de los Países Bajos que, por suerte, se encontraba a no muchas millas del Movistar en aquellos momentos.

El ABN-Amro II, en un gesto como pocos se recuerdan en la regata transoceánica más importante del mundo, recogió a los 8 tripulantes del equipo telefónico pese a llevar en el barco el cuerpo sin vida de Hans Horrevoets, el regatista que en aquella misma séptima etapa transatlántica había perdido la vida tan sólo unos días antes.

Tras aquellos trágicos sucesos que unieron la regata de ambas embarcaciones, el cuerpo de Hans Horrevoets tuvo que ser lanzado por la borda antes de finalizar la etapa.

“Más que regatistas, son auténticos marineros”

En el día de ayer, en otra vuelta al mundo de vela, pero en este caso en su versión individual, la conocida como Vendée Globe, la embarcación de Kevin Escoffier, naufragaba a escasas 600 millas náuticas del cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica.

El regatista francés pasó 11 horas en su bote salvavidas hasta que el experimentado patrón del Yes We Cam, Jean Le Cam, se encontró con su compatriota navegando a la deriva y pudo rescatarlo subiéndolo a su embarcación.

Tal y como nos ha contado Fernando Echávarri en conversación para RTVE, la situación es muy diversa a la que él mismo vivió en el año 2006 como parte del Movistar, por el mero hecho de estar acompañado, pero sus palabras dejan entrever las dificultados y el temor que sobrevienen de una situación tan dramática como la que en el día de ayer tuvo que afrontar Escoffier.

“En nuestro caso, en el Movistar, dentro de la tensión fue todo bastante tranquilo porque estaba más o menos bajo control la situación. Si te encuentras en una situación como en la que se encontró Kevin muchas veces lo único que puedes hacer es subirte a la lancha como puedes porque sólo tienes dos minutos, si te pilla por la noche muchas veces no te da tiempo ni a ponerte la ropa”, remarca Fernando.

A su vez, realiza una distinción fundamental en el caso de Escoffier y en el suyo propio, y aclara las grandes diferencias que hay entre realizar la Vuelta al Mundo totalmente solo y acompañado de toda una tripulación.

“Son auténticos marineros. Además de ser regatistas, tienen la experiencia necesaria, controlan de materiales, de vela, de saber llevar el barco rápido… Son gente con muchísima experiencia y muchísimas millas, y de hecho no era la primera vez que Jean Le Cam rescataba a alguien o era rescatado”, menciona Echávarri.

Pese a ello, Echávarri insiste durante toda la charla en que es natural convivir con este tipo de situaciones, y que en todo deporte de riesgo se debe tener siempre presente que pueden darse momentos difíciles como los vividos por él en el año 2006 o por Kevin Escoffier en el día de ayer.

Prueba de que aquel suceso fortaleció a Fernando Echávarri para retos futuros fueron la medalla olímpica que el regatista español consiguió, junto a Antón Paz en el año 2008, apenas dos años después de su incidente en la Ocean Race.

Aquel mismo año fue también el de su vuelta a la competición por excelencia en el mundo de las regatas oceánicas.  Echávarri no sólo no solo quiso repetir experiencia, sino que lo hizo como patrón del Telefónica Negro, uno de los dos equipos que formó parte de la Vuelta al Mundo a Vela en el año 2008 bajo la estructura de Pedro Campos.