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Tenis

Garbiñe Muguruza rompe con su entrenador Sam Sumyk tras su fracaso en Wimbledon

  • La tenista española pone fin así a 4 años de relación en los que logró dos Grand Slam y un número uno mundial
  • Lo ha anunciado en sus redes sociales con un mensaje de despedida mostrándose "muy agradecida"

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Sam Sumyk deja de ser entrenador de Garbiñe Muguruza

La tenista española Garbiñe Muguruza ha finalizado su relación con su entrenador, el francés Sam Sumyk, según ha comunicado ella misma.

Con un escueto mensaje en sus redes sociales, la hispanovenezolana se despidió del que ha sido su técnico los últimos cuatro años.

"Unas palabras para anunciar el fin de una Extraordinaria aventura. Dos Grand Slams y número uno Mundial. Más que agradecida por estos 4 años. Gracias Sam", escribió Garbiñe en su twitter.

Garbiñe, que tras su temprana eliminación en Wimbledon, decidió tomarse un "tiempo para pensar" toma así una dura decisión con la que pretende encauzar su carrera, donde es ahora mismo 27 del mundo.

La ex número uno del mundo, que tras perder en Wimbledon reaparecerá en el circuito en el torneo de San José del 29 de julio al 4 de agosto, previo al US Open se negó a comentar posibles cambios en su equipo de trabajo.

Cuatro años de colaboración en los que conquistó seis de sus siete títulos

Garbiñe fichó a Sumyk, exentrenador de la bielorrusa Victoria Azarenka, de la rusa Vera Zvonareva, y de la canadiense Eugenie Bouchard, en septiembre de 2015, traído por su representante de IMG Olivier van Lindok, justo antes de aquel Abierto de EE.UU.

Desde aquella fecha, la jugadora nacida en Caracas ha logrado seis de los siete títulos que figuran en su palmarés. El primero en Pekín (2015), a los que siguieron Roland Garros (2016), Wimbledon y Cincinnati (2017), y Monterrey (2018 y 2019).

En el Wimbledon que ganó hace dos años, pieza importante fue Conchita Martínez, ahora entrenadora de Pliskova, que tomó circunstancialmente el puesto de Sumyk, porque el técnico tenía un problema familiar y debía permanecer en su residencia de Malibu (California).

Con Sumyk a su lado además alcanzó la final de Doha el año pasado y fue número uno del mundo el 11 de septiembre de 2017, estando al frente de la WTA durante cuatro semanas.

Ahora ocupa el puesto 27 del mundo, el puesto más bajo con Sumyk, y sus continuas desavenencias en pista con Sumyk, captadas por las cámaras de televisión, delataron desde el principio el contraste de caracteres entre ambos. "Que te jodan", fue el abrupto que le llegó a espetar el francés a Garbiñe el año pasado en las semifinales del WTA Elite Trophy, de Zhuhai, Master B del circuito, cuando cerró esa temporada con un frustrante 6-2 y 6-0 ante la china Oiang Wang en semifinales.

Antes, en febrero de 2016, en cuartos de final de Qatar cuando se le escapaba el set definitivo contra la alemana Andrea Petkovic, la conversación con Sumyk revelaba sus disidencias.  "Lo estoy intentando, dime algo que no sepa", dijo Garbiñe a los consejos de Sumyk sobre mejorar un servicio que no funcionaba.

Garbiñe empezó desde los seis años en la escuela de Luis Bruguera en Barcelona, entrenando en su etapa cadete y júnior con el vigués Alberto López. En el 2010, cuando estaba 330 en el ránking, comenzó a entrenar con Alejo Mancisidor, una relación que culminó con la final de Wimbledon en 2015 con Serena Williams.