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Eurocopa 2016 | Alemania-Italia

Agonía y emoción en la peor tanda de penaltis de la historia de la Eurocopa

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Hector anota el penalti que da el pase a Alemania a semifinales de la Eurocopa.
Hector anota el penalti que da el pase a Alemania a semifinales de la Eurocopa.

Pocas cosas hay tan emocionantes en el fútbol como una tanda de penaltis. Y si lo que está en juego es el pase a unas semifinales de Eurocopa entre dos colosos del fútbol continental, la tensión se dispara. Lo que pocos aficionados esperaban en el desenlace del Alemania-Italia es que iban a presenciar la peor tanda de penaltis de la historia del torneo.

Nunca antes se habían fallado tantos penaltis en una Eurocopa. Se necesitaron hasta 18 lanzamientos para determinar qué equipo seguía adelante... pero no precisamente por el acierto de los jugadores. Hubo siete penaltis errados, una cifra récord.

Italia, que había marcado su único tanto en el partido desde los once metros por medio de Bonucci, fue la eliminada tras el fallo de Darmian, cuyo penalti fue detenido por Neuer. Pero hasta entonces, ya habían fallado otros tres italianos: Zaza, Pellé y Bonucci.

Estos tres errores 'azzurri' se produjeron antes de llegar a la muerte súbita, en la primera ronda de cinco lanzamientos, que inauguraron ellos mismos con un gol de Insigne que replicó Toni Kroos. Hasta ahí la normalidad. La interminable tanda se empezó a construir con el extraño lanzamiento de Zaza. El punta, que había entrado en el último minuto de la prórroga solo para lanzar un penalti, nos regaló una original carrerilla carne de 'memes' que no le sirvió de nada. El balón se marchó a la grada.

Alemania desaprovechó el regalo y Müller mantuvo su gafe de cara a puerta y erró el siguiente lanzamiento. Después, Barzagli sí acertó y el que erró fue un alemán, Özil. El autor del tanto germano en el tiempo reglamentario estrelló el esférico contra la madera. Pero el que ahora no aprovechó la oportunidad fue Italia, que vio como Pellé también falló su disparo y Draxler colocaba el 2-2 en el marcador.

El séptimo fallo, la segunda parada

El quinto lanzamiento, habitual máxima responsabilidad en una tanda, siguió la misma tónica y dos fallos, de Bonucci (paró Neuer) y Schweinsteiger, mandaron el partido a la muerte súbita.  Tras diez lanzamientos, el duelo se mantenía en un raquítico 2-2. Sin embargo, la presión por el fallo definitivo pareció dar alas a los lanzadores, que comenzaron a desfilar sin fallo. Por Italia marcaron Giaccherini, Parolo y Sciglio, y por Alemania Hummels, Kimmich y Boateng.

Se mantenía el empate (5-5) y el reloj ya buscaba sus manillas para calcular la duración de un duelo sin fin. Hasta que llegó el séptimo fallo. Matteo Darmian fue el siguiente lanzador y el primero en errar en la ronda definitiva. Neuer detuvo el balón y dejó el triunfo en bandeja para Alemania. Hector cogió el cuero, lo puso en el punto de penalti, lanzó y batió a Buffon. Fin.  El partido había acabado, Alemania había ganado y de un plumazo se hizo un hueco en las semifinales tras la peor, pero posiblemente más emocionante, tanda de penaltis jamás vista en una Eurocopa.