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Mundial Brasil 2014 | Brasil 1 - Alemania 7

Del 'Maracanazo' de 1950 a este 'Mineirazo' de 2014

  • La humillante derrota ante Alemania es ya de los capítulos más negros de Brasil
  • Tras 64 años el sueño de vengar el 'Marazanazo' se hizo añicos en 11 minutos
  • La afición local terminó pitando a los suyos y elogiando el 'jogo bonito' germano
  • Crónica del Brasil 1 - Alemania 7, por Antonio Serrano

Por
Brasil - Alemania
Los jugadores Luiz Gustavo y David Luiz, desolados tras la contundente derrota ante Alemania.

El capítulo más negro de la selección brasileña en un mundial tiene una fecha marcada en el calendario. El 16 de julio de 1950. Ese día se dio el mundialmente conocido 'Maracanazo' cuando Uruguay ganó 2-1 a Brasil en la final del Mundial que se celebraba en tierras 'brasileiras'.

Desde entonces, y pese a los campeonatos mundiales que han ganado después, la 'canarinha' había soñado con quitarse esa espinita y levantar la Copa del Mundo como anfitriona y ante su afición.

64 años había durado ese sueño que quedó hecho añicos en pocos minutos por una Alemania que arrolló y humilló a Brasil (7-1), para escribir un episodio tan negro o más que el 'Maracanazo'. Así, el Mundial de Brasil 2014 será, sin duda, recoradado como el del 'Mineirazo'.

Alemania cortó el sueño de Brasil en 11 minutos

Lágrimas, gritos, angustia y mucho dolor fue el sentimiento que marcó el final de la historia de Brasil en este 'Mineirazo' ante Alemania.

Sólo once minutos duró la euforia de los locales porque desde el primer tanto de Müller hasta el final decretado por el árbitro mexicano Marco Rodríguez el estadio Mineirao se pareció una verdadera pesadilla.

Las caretas con la cara de Neymar, el grito de guerra y el mensaje emotivo de la plantilla con su casaca durante el himno poco importó a los alemanes en el momento de jugar.

La ausencia del capitán Thiago Silva en la zaga central se notó porque el hasta hoy referente David Luiz mostró su peor imagen junto a Dante.

En el medio del campo ni Fernandinho, ni Luiz Gustavo lograron parar a un verdadero 'tren alemán' que no detuvo su marcha y vengó, con creces, aquella final mundialista con derrota de Yokohama en 2002.

En creación poco y nada de Bernard, con la difícil misión de reemplazar al ídolo Neymar,  desaparecidos Oscar y Hulk dejaron a un Fred en solitario que además poco sumó.

Debacle brasileña

A este dolor, y como si el destino se hubiera empeñado con Brasil en esta tarde-noche de Belo Horizonte, Miroslav Klose convirtió su decimosexto tanto en Mundiales y relegó a Ronaldo en la tabla histórica.

Además de las conquistas de Müller y Klose, los dos tantos de Toni Kroos y el quinto de Sami Khedira fueron como dagas que se fueron clavando en el corazón de los 200 millones de brasileños.

El cielo de la capital mineira, que durante todo el Campeonato del Mundo había exhibido sol, se sumó al luto con su cielo ennegrecido por las nubes y una amenazante posibilidad de lluvia.

El final del primer tiempo marcó el primer baño de silbidos para una Brasil, torcida, apesadumbrada y desilusionada que no entendía que estaba sucediendo.

Los cambios en el segundo tiempo de Luiz Felipe Scolari con los ingresos de Ramires y Paulinho por Hulk y Fernandinho, sumado al orgullo verdeamarelo hizo que Brasil avanzara sobre la portería germana.

Sin embargo, las cuatro paradas monumentales del portero Manuel Neuer evitaron los goles brasileños y solo Oscar pudo hacer el del honor en el descuento.

Con mucha impotencia, los simpatizantes que colmaron el estadio Mineirao comenzaron a buscar blanco para expresar su furia.

La presidenta Dilma Rousseff de fuera del campo, el delantero Fred y el zaguero Dante fueron los que recibieron las mayores reprobaciones.

Y cuando el reloj marcaba el minuto 70, Alemania marcó su sexto tanto a través de Andre Schuerrle, que volvió a anotar nueve minutos después para marcar el peor registro en contra de una selección brasileña en toda su historia,  superando aquel lejano 0-6 ante Uruguay en la Copa América de 1920.

La afición aplaudió el 'jogo bonito' de Alemania

Desde entonces un estadio Mineirao atónico ante una herida que tardará mucho tiempo en cicatrizar, aplaudió la fiesta ajena y gritó "Ole y ole" ante el jogo bonito de toque germano frente a once sombras verdeamarelas.

El 1-7 en casa y el adiós al sueño del hexacampeonato marcó una derrota histórica, que dejó aquel lejano 'Maracanazo' de 1950 como una leyenda y este 'Mineirazo' de 2014 como una triste realidad.