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Mundial de Balonmano 2013 | Análisis

Adiós a un Mundial inolvidable

  • España ha organizado el Mundial de Balonmano por primera vez en su historia
  • Los ‘Hispanos’ lograron ante Dinamarca la mayor diferencia en una final
  • Es un triunfo para un deporte en horas bajas por culpa de la crisis en España
  • Blog 'Rocas, el Hispano': El partido perfecto, por Albert Rocas

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España cosecha un nuevo éxito, ahora de balonmano

"La gente hablará durante muchísimos años de este partido", manifestaba Valero Rivera en rueda de prensa tras la final pero esa afirmación se puede hacer extensiva más allá del partido increíble frente a Dinamarca.

Era la primera vez que España albergaba un Mundial de Balonmano y llegaba en un momento en el que el balonmano español está pasando uno de sus peores momentos por culpa de la crisis económica.

'Hispanos', la fuerza de un nombre

El éxito es un hecho y no solo gracias a la victoria de la selección española por segunda vez en su historia, también se refleja en el colorido que han tenido las gradas de los pabellones y en la cobertura del torneo en los medios de comunicación. En cuanto a la organización no se puede poner ni un pero ya que todo ha funcionado a la perfección y eso que imprevistos no han faltado como el que produjo la ciclogénesis explosiva en Sevilla.

La afición ha respondido y no solo en los partidos de los 'Hispanos'. Sedes como la de Sevilla o la de Granollers atestiguan que en España hay vida más allá del fútbol y el cartel de no hay billetes se tuvo que colgar en la Caja Mágica, Zaragoza y el Sant Jordi.

El broche de oro lo han puesto los jugadores y el cuerpo técnico con su triunfo. Desde el primer día se han mostrado cercanos al público y han sabido ir de menos a más en lo deportivo.

La victoria por dieciséis goles de diferencia (35-19) de España sobre Dinamarca en la final es la mayor registrada en el último partido de un campeonato de mundo de balonmano en la historia. Hasta ahora la mayor renta obtenida por el campeón en la final fueron los 10 tantos de margen con los que Suecia ganó por 22-12 a Checoslovaquia en el partido por el oro de la edición de 1958, jugada en la República Democrática Alemana.

El seleccionador nacional, Valero Rivera, podrá celebrar dentro de casi tres semanas su 60 cumpleaños con la tranquilidad del deber cumplido y con una medalla de oro en su extenso palmarés, el segundo metal en su actual periplo de poco más de cuatro años en su actual cargo tras el bronce en el Mundial de Suecia 2011.

El técnico fue el escogido por Juan de Dios Román, exseleccionador español y presidente de la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM), para liderar el nuevo ciclo, de 2009 a 2013, con los Juegos y el Mundial de España como objetivos principales.

El que dice adiós tras el Mundial es el capitán Alberto Entrerríos. El asturiano cerró en Barcelona su larga carrera internacional, tras 239 partidos, de la mejor manera posible, levantando su segundo título de campeón del Mundo.

Antes de irse, Entrerríos tiene todavía que encabezar a los ‘Hispanos’ en otro acto. Será el que organice el Consejo Superior de Deportes para otorgar al equipo la Medalla de Oro al Mérito Deportivo por la consecución del título mundial. El mismo galardón que recibió la selección española de fútbol en 2011 tras ganar, un año antes, el Mundial de Sudáfrica.