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Final de la Copa del Rey 2012 | Athletic - Barcelona

Pitada al himno, insultos a Esperanza Aguirre... y un canto al fútbol

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Así sonó el himno en la final de Copa del Rey

El buen ambiente entre los aficionados del Athletic Club y el FC Barcelona ha reinado durante toda la jornada en la final de la Copa del Rey 2012 en el Calderón, en la que apenas pudo escucharse el himno nacional, prácticamente inaudible durante los escasos segundos que duró debido a los silbidos del público, que también recordó a Esperanza Aguirre con insultos.

A pesar de que el himno sólo sonó durante 21 segundos y se emitió a un alto volumen por los altavoces del estadio, la pitada de una buena parte de los más de 50.000 espectadores de ambos equipos se pudo escuchar claramente [Leer la respuesta de TVE], tapando casi por completo las notas del himno nacional, sobre todo en la percepción de la parte alta de la grada, como se percibe también en la emisión del himno en Tablero Deportivo, de RNE.

Así sonó en RNE el himno nacional en la final de la Copa del Rey

Cuando concluyó el himno nacional, en versión reducida al hallarse ausente el Jefe de Estado, el rey Juan Carlos, el príncipe Felipe, acompañado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, aplaudió desde el palco y los jugadores de ambos equipos saludaron a sus seguidores desde el campo.

Previamente, una buena parte de los aficionados recordó   con insultos a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En los días previos al choque, Aguirre aseguró que el partido debería suspenderse si se pitaba al himno español. Así, minutos antes del comienzo del encuentro se pudo escuchar los gritos de "Esperanza, hija de puta" por parte del público.

Hasta ahí, junto a cuatro detenidos, dos aficionados del Athletic, por ofrecer resistencia y amenazar a las fuerzas de seguridad, y otros dos fuera del estadio por intentar colarse sin entrada, todo el parte de incidencias.

Acto seguido, el fútbol toma el protagonismo

Porque hay veces en las que por mucho que se quiera contaminar algo, ese algo es demasiado grande para permitir que las intromisiones a destiempo hagan perder su esencia. Esto es lo que ha sucedido en Madrid con la final de la Copa. Dos equipos, los dos con más trofeos como este en su palmarés para ser exactos, llegaban a la final de la Copa por ser, simplemente, los que mejor fútbol practican.

No han llegado solos. A cada uno le acompaña una marea de aficionados que por encima de todo han sido los primeros en dar ejemplo de confraternización durante todo el día por las calles de la capital.

El himno fue pitado antes del comienzo de la final, de manera indudable. Fue silbado tanto como lo fue en Mestalla en la final de 2009, incluso menos, ya que en esta ocasión solo duraba 27 segundos. Y en aquella ocasión, como en esta, fue el sonido del fútbol, el verdaderamente importante, el que eclipsó todo.

Era una final, la primera de Bielsa en suelo español y la última de Guardiola como técnico del Barça. Si por si esto fuera poco, Pedro despertó -más vale tarde que nunca- del letargo que arrastraba esta temporada para encarrilar el partido en el minuto cuatro.

Luego llegó el segundo gol, de Messi, y el tercero, de nuevo de Pedro Rodríguez, antes de que se hubiera cumplido el minuto 25. En esta situación, ¿iban a dejar de celebrar unos y a dejar de levantar el ánimo de los suyos los otros?

De Esperanza Aguirre se acordaron los aficionados antes del partido, fue antes de que ‘sonara’ el himno. Se acordó más gente de Aguirre a través de la red social twitter al ponerla como 'trending topic' mundial. Y la gente que hizo eso no fueron los aficionados del Calderón. Allí no había posibilidad de conectarse a la red desde dos horas antes del choque debido a la saturación de las líneas.

Don Juan Carlos no pudo asistir a la final como acostumbra por motivos de salud pero su hijo sí y seguro que se fue del Calderón con la imagen de los tres goles blaugranas frente al empuje de los ‘leones’.

En el minuto 60, la grada culé comenzó a cantar el famoso ‘un elefante se balanceaba’ que se había estado anunciando y la grada rojiblanca lo que hizo fue contestar gritando ¡Athletic!, ¡Athletic! más fuerte que nunca.

Esa fue la mejor muestra de lo que ha sido esta final, un partido de fútbol. Algo que siempre está por encima de todo en estas citas, y que todos desean que siga siendo así siempre: que no enmudezca el fútbol.