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Champions 2012

El sindicato de fútbolistas pide clemencia para los castigados de la Champions

  • FIFPro pide a la UEFA que amnistie a seis jugadores del Chelsea y el Bayern
  • El sindicato de futbolistas alude a una norma que aplica la FIFA desde 2010

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Ronaldo adelanta al Real Madrid de penalti (1-0)

Alaba, Badstuber y Luiz Gustavo, por parte del Bayern de Múnich, y Ramires, Meireles e Ivanovic, por parte del Chelsea, estarán ausentes de la final de la Liga de Campeones del próximo 19 de mayo, por acumulación de tarjetas amarillas. El sindicato mundial de futbolistas (FIFPro) pide a la Unión Europea de Fútbol (UEFA) que permita participar a esos jugadores en un partido "único".

El partido de su vida

FIFPro insta al máximo organismo europeo del fútbol a la exoneración de los sancionados, con la excepción de John Terry, que vio una roja directa por su rodillazo a Alexis. Para ello, el sindicato se apoya en la Federación Internacional (FIFA) que determinó que, a partir de la Copa Mundial de 2010, las tarjetas amarillas  mostradas a los jugadores no se tuvieran en cuenta después de los cuartos de  final, salvo que haya doble tarjeta en la semifinal.

De ese modo, en las competiciones de selecciones, una tarjeta como la que vieron los del Bayern y el Chelsea en los partidos de vuelta de semifinales ante Real Madrid y Barcelona, ya no significa que el jugador tenga que perderse el partido de su vida, como les ocurrió a Gascoigne en el Mundial de 1990 o a Ballack en el de 2002.

Lo más curioso del caso es que la UEFA también aplicará esa norma en la próxima Eurocopa 2012, teniendo en cuenta que la participación en una final del Mundial o de la Eurocopa es una experiencia única en la vida de un deportista.

"Todo jugador que cometa una falta grave en la semifinal debería recibir  una tarjeta roja y no jugar en la final. Pero las faltas que dan como  resultado una tarjeta amarilla no justifican el severo castigo de  perderse el partido de su vida", dice Simon Barker, de FIFPro.

FIFPro propone que la medida se extienda también a la final de la Liga de Campeones, que considera como un partido "único" en el fútbol de clubes. Considera el sindicato que no es justo que un futbolista pueda perdérselo como consecuencia de una falta, a veces insignificante o fortuita, y cita el caso del resbalón de Alaba y su penalti y tarjeta vista ante el Real Madrid.

No cree Barker que la nueva norma implicase una mayor violencia: "Eso no tiene ningún sentido. Cualquier falta grave se castigará con tarjeta  roja, y eso sigue significando la exclusión de la final. Precisamente,  las tarjetas amarillas mostradas en la final no tienen mayores  consecuencias, y eso no ha dado lugar a partidos violentos, ¿no es así?", concluye.