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Copa Masters 2011

El maestro Federer hace historia la lograr su sexta Copa Masters ante Tsonga

  • El suizo se convierte en el tenista con más Masters al lograr el sexto
  • Federer jugó la final número 100 y levantó el 70º título de su carrera
  • Con el triunfo, recupera además el número tres del mundo en el ranking ATP
  • Datos y estadísticas del partido Federer - Tsonga (3-6, 7-6 y 3-6)

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Federer gana el Masters a Tsonga

Federer volvió a ser Federer, el maestro de maestros, al ganar su sexta Copa Masters ante el francés Tsonga (3-6, 7-6 y 3-6) en un día especial, el de la final número 100 que disputa el helvético a sus 30 años. Ahora, le tocó sufrir porque el tenista galo levantó el segundo set y obligó a seguir jugando para que el suizo demostrara que era el mejor. Con esta victoria, Federer se convierte en el tenista que más copas del Masters tiene en sus vitrinas con seis, y alza su trofeo número 70 en su legendaria carrera. [Datos y estadísticas del partido Federer - Tsonga].

Un Federer arrollador y un Tsonga sin miedo

El tenista de Basilea se convierte en el mejor 'maestro' de la historia con seis copas, y es el rey absoluto de esta competición, rompiendo el récord (cinco) que compartía hasta la fecha con el estadounidense Pete Sampras y el checo Ivan Lendl. 

Con la final disputada en Londres, el suizo, de 30 años, firma además una racha de diecisiete victorias consecutivas, una marca que no alcanzaba desde 2009, y cierra con sensaciones positivas la primera temporada en ocho años en la que no conquista uno de los cuatro Grand Slam del circuito. 

Este último esfuerzo en el tramo final del curso le ha brindado otro premio: arrebatar la tercera posición en el ránking de la ATP al escocés Andy Murray, que se retiró del torneo por lesión.

Federer llegaba como un auténtico huracán a la final de la Copa Masters. Tsonga era la gran sorpresa después de que se quedaran fuera Nadal, Djokovic o Ferrer. Muchos pensaban que sería 'coser y cantar' para el suizo que, en esta pista, se siente como pez en el agua. Pero no. No fue así.

En los primeros juegos se empezaron a repartir los servicios uno para cada uno. No soltaban prenda y agarraban sus saques y sus juegos como si les fuera la vida en ellos.  Federer llegaba poderoso, autoritario (aunque siempre humilde) y confiado en su derecha demoledora. Tsonga tiraba de alegría, confianza y un gran 'tengo mucho que ganar y poco que perder'.

El primer dato que llamaba la atención en estos primeros compases es que Federer se llevaba los juegos en los que tenía el saque con mucha más dificultad que el francés. Tsonga le estaba peleando todo, también los juegos que sacaba el helvético.

Por su parte, el tenista galo, cuando tenía la pelota en la mano para ponerla en juego acababa llevándoselo y sin más oposición, en blanco. Federer tendría que mejorar ahí y bajarle los humos, la alegría, la soltura, con la que estaba jugando Jo-Wilfried.

Federer, en plan maestro

Esto vino a pasar hasta el octavo juego. Tsonga tenía el saque y en el primero Federer le restaba de manera tan definitiva que mostraba los dientes para morder el juego. Pero ahí no acababa todo.

Dos puntos después, el francés tenía todo a su favor para levantarlo pero, con todo a su favor, devolvía la pelota de forma tan inocente (la inocencia de un novato en finales) que Roger llegaba cómodamente al regalo de Tsonga y machacaba para romper finalmente el juego. 3-5 para Federer y Tsonga con la boca abierta.

Romper ese juego mostraba que el favoritismo de Federer en esta final daba un paso de gigante. El francés tiraría de frescura, excesiva a veces, para lucharle lo que quedaba de manga pero el suizo es muy largo y no es fácil pillarle por banda. El último juego también sería para Roger que se llevaba el primer set por 6-3.

Mientras, Cristiano Ronaldo, el delantero del Real Madrid, seguía, con rostro  impasible, el encuentro de los dos grandes tenistas del panorama  internacional. federer estaba en plan maestro y Tsonga, de momento, en plan aprendiz.

El francés no baja los brazos

En la segunda manga todo parecía seguir por el mismo camino. También empezaron repartiéndose sus servicios y con un panorama similar al del principio. Ahora, la cosa cambio cuando en esta ocasión Federer rompía a su adversario en el quinto juego, dos antes que en el set anterior. Cuando Tsonga tenía la posesión de la bola, el suizo sacaba su derecha y algún revés imposible para tronchar al francés.

A la vuelta del juego, el jugador helvético mantuvo su saque y se puso 4-2 que mostraba el final del camino en esta edición de la Copa Masters 2011. El tenista galo seguiría intentándolo con alguna respuesta que le haría estirar el brazo a Federer. Así, Tsonga se hizo con el siguiente para pelear hasta el último minuto.

Con el 4-5 en el marcador de Londres, Roger quería agilizar el asunto y terminar la cosa por la vía rápida. Pero Jo-Wilfried no se lo pondría fácil. Con la posesión del saque para Federer, Tsonga restaba a la perfección en los tres primeros puntos para ponerse 0-40. Sería el primer juego que le rompería a su rival.

El suizo levantaba la cabeza y el vuelo. Un poco de competición está bien pero aquí el ganador tenía que ser él. 30-40 y última ocasión para Tsonga de romper por primera vez al gran Roger. En la siguiente lo lograría. Cruzó Tsonga para hacer sufrir a Federer que, en su respuesta, ponía la bola fácil para que el francés lograra empatar a 5 juegos. Esto seguía vivo.

Tsonga se lleva el segundo en la muerte súbita

Y tan vivo. Tsonga había recuperado el saque y estaban 5-5. A pesar de su inocencia juvenil, el tenista francés quería, por lo menos, intentar ganar esta Copa de Maestros. Había llegado tan lejos que no quería dejar de pelearla. Se hizo con el 6-5 y puso el miedo en el cuerpo de Federer. El suizo pudo responder, no sin oposición férrea del galo, con el 6-6. Tiempo de muerte súbita. No había opciones a fallo.

Aun así, el francés empezaba dejando la bola en la red cuando más fácil lo tenía. El regalo se vio correspondido a la siguiente con una doble falta de Federer. Los 'maestros' también tienen un borrón. En este caso los dos.

La lucha en el 'tie break' fue total. Tsonga no estaba dispuesto a dejar que la Copa de Maestros fuera un camino de rosas para su adversario, por mucho Federer que fuera. Levantó la muerte súbita hasta ponerse 6-6 y consiguió los dos últimos puntos para hacerse con el segundo set. Había partido.

Federer, otra vez el maestro de maestros

Si uno quiere ser un maestro tiene que ganárselo. Así fue en este partido extraordinario que estaban jugando Federer y Tsonga. En la tercera manga todo siguió como antes. Reparto de juegos y a sufrir.

El francés parecía ocupar toda la pista que defendía. En algunas bolas se hacía grande y grande. Además, lo hizo en momentos fundamentales. Después de hacerse con sus respectivos juegos en el octavo sacaron su repertorio especial. Sacaba Tsonga. En este caso el reparto fue de ventajas hasta que acabó rompiendo la veteranía y el trabajado toque de revés de Federer.

También era aquí donde se empezaba a tronchar el partido. 5-3 para el suizo y saque para su raqueta. En este juego se ponía con un 40-0 para ya dar por finiquitado el encuentro. Y así fue. Machacando una respuesta de Tsonga.

Federer se convertía en el campeón de la Copa Masters y se hacía por sexta vez con este título. Roger, el maestro Federer, volvía a ser él mismo. El francés se alegró cuando le dio el abrazo final de felicitación porque su trabajo fue también magistral.