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Mucha tensión y poco fútbol en Gijón

  • El Madrid saca tajada de un gol de Higuaín casi al final (0-1)
  • La tensión previa marcó un encuentro muy intenso
  • Los blancos superaron el ambiente hostil de El Molinón
  • Datos y estadísticas del partido

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Un partido en El Molinón como en los 70 y 80

Ficha técnica:

.0. Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía, Gregory, José Ángel, Eguren (Luis Morán 86), Rivera, Nacho Novo, Carmelo (De las Cuevas m 70) y Sangoy (Barral m 77).

.1. Real Madrid: Casillas, Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo, Khedira, Ozil (Arbeloa m 88) Xavi Alonso, Cristiano Ronaldo, Higuain (Lass m 84) y Di María (Benzema 63)

Gol: 0-1. Higuaín, (m 82).

Árbitro: Turienzo Álvarez. Mostró tarjetas amarillas a Diego Castro (m 10), Higuaín (m 34), Carmelo (m 45), Khedira (m 45), De las Cuevas (m 87). Mostró tarjeta roja directa a Botía por una dura entrada a Cristiano Ronaldo.

Incidencias: 25.000 espectadores. Estadio El Molinón.

El Madrid recupera el liderato menos de 24 horas después de que el Barça se lo arrebatara de forma momentánea. Los blancos salieron airosos del ambiente hostil de El Molinón (0-1), recalentado los días previos por la polémica entre los entrenadores Preciado y Mourinho. [Datos y estadísticas del partido]

Un gol de Higuaín, tras cabezazo de Benzema, a falta de diez minutos para el final fue suficiente para que los de Mourinho lograran los tres puntos. El portugués vio el partido desde la grada, pero eso no enfrió a la afición sportinguista, que recibió al Madrid con una sonora bronca y trató de meter presión durante los 94 minutos de partido.

La grada estaba volcada con Preciado y éste trató de transmitir la presión a los suyos. Lo consiguió durante los primeros minutos, en los que el Sporting llevaba más peligro que el Madrid al área contraria.

Los blancos tenían la posesión de balón, pero pecaban de los mismos defectos que en otras ocasiones: mucho pase horizontal, demasiada insistencia en el centro y afán de protagonismo de alguna de sus estrellas.

Como Cristiano Ronaldo, que destacó más por sus gestos desafiantes que por sus regates o sus ocasiones de gol. El portugués, también muy marcado por las gradas -recibió en sus carnes la ira de Gijón hacia su entrenador- se cambió de banda en el transcurso del partido con Di María y tuvo más de un encontronazo en la izquierda con Lora.

Pese a la intensidad de la salida del Sporting, la primera clara fue de Higuaín, que estrelló su disparo en el poste a los diez minutos tras un pase de Özil. Fue de las pocas ocasiones en que el alemán, muy fuera de su posición la mayor parte del tiempo, dio muestras de su claridad.

Bajo el mando del ex del Villarreal Eguren, los locales incomodaban la salida del juego del Madrid, y en algún robo de balón llevaron el susto a la meta de Casillas. La diferencia de calidad de los delanteros de uno y otro equipo salvó la portería del campeón del mundo, aunque los extremos Diego Castro y Nacho Novo pusieron el "uy" en la grada en más de una ocasión.

El descanso les vino bien a los madridistas, puesto que salieron en la segunda parte con algo más de orden y embotellaron al Sporting en su campo. Di María tuvo la mejor ocasión hasta ese momento con un disparo desde el pico del área, después de recortar hacia adentro. Paró Juan Pablo.

Benzema, el comodín

Fue la última que tuvo el extremo argentino, sustituido en el minuto 64 por Benzema. Cambio que a la postre resultaría clave en el resultado final. El francés se confirma como jugador número 12 y comodín de Mourinho.

Antes tuvo que ver cómo Sangoy lo intentaba sin éxito en un tiro que salió muy desviado. El Sporting trataba de rascar algo positivo de alguna contra, en vista de que el Madrid asumía mayores riesgos en ataque.

Las ocasiones llegaban con cuentagotas y cada fallo podía resultar fatal. Como la que tuvo Higuaín solo en el mano a mano ante Juan Pablo, desbaratada por el meta con una gran parada. Además, al argentino le anularon un tanto por fuera de juego previamente.

Los nervios y el cansancio se dejaban ver en los blancos y parecía que el empate a cero se acabaría imponiendo. Pero en el minuto 82 cambió el signo del partido cuando un balón colgado por Sergio Ramos fue rematado de cabeza Benzema, se le escapó el despeje al portero e Higuaín remató a placer.

Fue el gol definitivo, pero faltaba la de Casillas. El capitán del Madrid salvó los tres puntos con una estirada de las suyas a un remate de cabeza de Barral. Unas manos que valieron tres puntos y el liderato.

Ya con el partido decidido y en tiempo añadido, Turienzo mostró la roja directa a Botía por una entrada a Cristiano Ronaldo, que pese al castigo al infractor se desahogó con un nuevo gesto desafiante.