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Una rectificación a tiempo puede valer unos cuartos

  • Guardiola reordenó su centro del campo para salvar a su equipo en Stuttgart
  • El regreso de Iniesta al centro junto a Xavi activó el atascado juego azulgrana
  • El técnico prefirió contar con sus "titularísimos" aunque no estuvieran al 100%

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El Barça saca oro de Stuttgart (1-1)

El Barcelona ha sacado un valioso empate de Stuttgart, donde ha chocado contra un equipo centrado y en forma, pero también, contra su propio esquema. La presión del conjunto alemán en la primera parte coincidió con un atasco impropio del centro del campo azulgrana, que permitió que los locales se hiciesen con el balón y pusieran al campeón contra las cuerdas.

Después de la peor primera parte del Barcelona en mucho tiempo, parecía que el vaticinio de Cruyff se cernía sobre la cabeza de Guardiola. El conjunto azulgrana sufre una crisis de juego. Sin embargo, un equipo de tal magnitud no puede desmoronarse tan rápido. Y las ideas del mejor entrenador del mundo tampoco. Antes de que fuera demasiado tarde, Guardiola reaccionó, reordenó sus piezas y salvó la debacle.

Con Xavi recién salido de una lesión y con los destructivos Touré y Busquets de acompañantes, el centro del campo azulgrana estaba atascado, falto de fluidez. Iniesta se encontraba muy lejos de la creación y apenas recogía balones en una delantera en la que Messi llevaba la guerra por su cuenta. Además, la velocidad en la banda de Molinaro y la visión de juego de Pogrebnyak desarboló por completo el orden azulgrana.

En la reanudación, Pep replanteó su esquema al centrar a Iniesta. Aunque no contó con él de inicio, Pep recurrió a Henry en el 54 para que Touré dejara su hueco a Iniesta y terminara de reordenar su dibujo clásico, el del mejor centro del campo de Europa. Xavi e Iniesta se necesitan y Guardiola a ellos, sobre todo, cuando la clase media y la cantera bajan el altísimo nivel en el que vive el Barcelona.

Aunque la nula participación de Henry sacrificó el extremo izquierdo, la recolocación de Iniesta despertó a Xavi y el balón volvió a moverse como acostumbra. Con la recuperación del cuero, el Barça recuperó la tranquilidad y el gol de Ibrahimovic le dio al Barça un premio quizá excesivo.

Titulares, sí o sí

El mal juego exhibido ante Atlético y Racing había llevado al técnico azulgrana a olvidarse de probaturas y de órdagos. Volvía la Champions y había que jugar con las mejores cartas. Sí o sí. Aunque no estuvieran al máximo. Por eso, Guardiola se llevó 'tocados' a Xavi, a Ibrahimovic y a Alves. El resultado no fue exitoso, pero sí efectivo.

En una de sus pocas participaciones en el partido, Ibrahimovic abrió la lata alemana con un gol que deja encarrilada la eliminatoria a su equipo. Sin Iniesta a su lado, Xavi evidenció su forzada titularidad con un partido muy espeso. Mientras, Alves veía desde la grada como Puyol sufría demasiado con los embates de un enorme Molinaro.

El delantero sueco bate a Lehman al mandar a la red el rechace del portero germano a otro tiro del propio delantero azulgrana.

Sin brillo pero con dominio, Guardiola logró salvar los papeles en la segunda parte y ahora cuenta con quince días para recuperar el nivel físico de su insustituible centro del campo, para volver a confiar en la cantera y para pedirle a Del Bosque que lleve a Victor Valdés a la selección. Porque este martes, tácticas a un lado, el cancerbero ha sido el gran salvador de su equipo.