Enlaces accesibilidad

El Atlético no se deja sorprender por el trámite

  • Los rojiblancos pierden por 3-2 ante el Racing en las semifinales de Copa
  • El Altético aprovecha el 4-0 de la ida y coge billete para la final ante el Sevilla
  • Los cántabros remontaron el partido en los últimos minutos con diez jugadores
  • La final de la Copa entre Atlético y Sevilla, el 26 de mayo,  podrá verse en TVE

Por
RACING DE SANTANDER-ATLÉTICO DE MADRID
El centrocampista portugués del Atletico de Madrid, Tiago Mendes, disputa un balón ante el lateral del Racing de Santander, José Angel Crespo.

FICHA TECNICA.

--RESULTADO: RACING DE SANTANDER, 3 - ATLETICO DE MADRID, 2. (1-1, al descanso).

RACING DE SANTANDER: Mario Fernández; Crespo (Oriol, min.46), Moratón, Torrejón, Cristian; Colsa, Lacen, Moral, Canales (Serrano, min.72); Munitis (Diop, min.56), Xisco.

ATLETICO DE MADRID: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Assunao, Tiago (Raúl García, min.57), Valera, Jurado, Reyes (Simao, min.64) y Agüero (Ibra, min.63)

--GOLES.

1 - 0, Min.2, Valera, en propia puerta.

1 - 1, Min.8, Moratón, en propia puerta.

1 - 2, Min.51, Jurado.

2 - 2, Min.88, Xisco.

3 - 2, Min.89, Tchité.

--ARBITRO: Undiano Mallenco. Amonestó con tarjeta amarilla a Moratón (min.26), Lacen (min.43), Colsa (min.77) del Racing, y a Reyes del Atlético (min.67).

--ESTADIO: El Sardinero.

El Atlético de Madrid confirmó su presencia en la final de la Copa del Rey a pesar de perder ante el Racing de Santander (3-2)  [Estadísticas] en el partido de vuelta de las semifinales de la competición y se medirá al Sevilla en la final.

Los rojiblancos hicieron bueno el 4-0 que cosecharon en el partido  de ida y no tuvieron problemas para culminar su lucha por la Copa del  Rey. El Atlético comenzó mal la temporada, se marchó de la  'Champions' sin una victoria y deambula por la Liga con ciertos  vaivenes emocionales. Sin embargo, la confianza depositada en la  competición del KO ha dado sus frutos a los de Quique Sánchez  Flores.

El conjunto colchonero es experto en estropear guiones felices y  celebraciones casi establecidas por defecto. En El Sardinero avisaron  de que la plantilla atlética es su peor enemigo, pero a la vez, un  equipo con argumentos, que ha ido ganando solidez en defensa con la  presencia de Alvaro Domínguez y con el pulso acertado en la  delantera, donde el 'Kun' Agüero sigue siendo la referencia.

No habían pasado dos minutos cuando un autogol de Valera hacía  revivir los peores presagios. Las cartas se habían echado sobre la  mesa y la disposición local --alocada y agresiva-- dio su fruto bien  pronto. Con el 1-0 y más de 88 minutos por disputar, la afición  montañesa creía que todo era posible, y más si el espíritu de  Corocotta había sido invocado.

Pero no más lejos de la realidad, el Atlético de Madrid respondió  con la misma moneda. Sólo seis minutos después, una falta botada por  el renacido José Antonio Reyes sirvió para equilibrar la balanza. El  utrerano sirvió el esférico al borde del área y en una concatenación  de prolongaciones, Moratón acabó por introducirla en su propia  portería.

Este gol tranquilizó a los rojiblancos, que ya tenían la  eliminatoria en su mano salvo catástrofe. Y así pasó, el Racing se  desesperó y se vació sobre el verde de un repleto Sardinero, que  todavía creía en la hazaña. Ahí surgió la figura del mediapunta del  Puerto de Santa María. José Manuel Jurado firmó un tanto de bandera  tras la reanudación y terminó con el debate.

Reacción tardía del Racing

Ese 2-1 dejó 'muerto' al equipo de Miguel Angel Portugal, quién se  había encargado de calentar el envite, molesto por el trato arbitral.  Pero hoy, el hombre de negro, poco o nada tuvo que ver con el  desarrollo del partido. Los de casa, que perdieron a Cristian por  expulsión, vivieron sus mejores momentos en los últimos instantes.

Cuando Quique había decidido guardar al salvador Thiago, al Kun y  a un 'caliente' Reyes,  el Racing pasó como un torbellino sobre un  dormido Atleti. Xisco, primero y Tchité, después, dejaron la victoria  en casa. Un triunfo amargo que elimina al Racing por segunda vez en  su historia a un paso de la final, pero que sirve a la parroquia  colchonera para inyectarse una importante dosis de moral.