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Semenya, más femenina que nunca

  • La campeona mundial de los 800 metros posa en la portada de una revista
  • Maquillada, con tacones y un vestido negro quiere zanjar los debates sobre su sexualidad

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Todo un golpe de efecto a su controvertida imagen. La sudafricana Caster Semenya, la polémica campeona mundial de los 800 metros, quiso mandar un claro mensaje sobre su debatida imagen femenina apareciendo sonriente, peinada y maquillada en la portada sudafricana de la revista 'You'.

Desde el hermafroditismo hasta el abuso de hormonas masculinas, bajo el auspicio del seleccionador de su país, las sospechas sobre el género de la joven atleta, coronada campeona en el Mundial de Berlín, han seguido a una atleta aún pendiente de los resultados de unos análisis que realizó la IAAF, pero que aún tienen que anunciarse.

"¡Miren a Caster ahora!', reza el titular de la imagen, en la que Semenya posa sonriente con un vestido negro sin mangas, con las uñas pintadas y el pelo suelto.  "Me gustaría arreglarme más seguido y usar vestidos, pero nunca tengo la oportunidad", afirma en la entrevista la atleta, de 18 años.Horas antes de su clara victoria en los 800 metros en la final del Mundial de Berlín, en la que aventajó a sus rivales en más de cinco metros, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) anunció que analizaría el género de Semenya después de que la atleta mejorara su mejor tiempo en más de ocho segundos en un año.

El entrenador del equipo nacional de atletismo de Sudáfrica desde 1993, Wilfred Daniels, dimitió la semana pasada "por vergüenza" alegando no apoyar el "tratamiento atroz" sufrido por su pupila por parte de su propia federación nacional.

Daniels aseguró que la ASA sometió a Semenya a un test de género antes de viajar a Berlín sin que ella lo supiera. Según el entrenador, ella pensaba estar pasando un control antidoping. Por su parte, la ASA rechazó estas acusaciones.

Al hablar con 'You' acerca de la polémica, la atleta, estudiante de ciencias deportivas, contesta con su voz gruesa: "Lo veo todo como una broma, no me altera. Dios me hizo como soy y me acepto así". Al mismo tiempo, reveló que cuando se inscribió en la Universidad de Pretoria le dijo preventivamente a un compañero "soy una chica" para evitar mayores cuestionamientos.