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Portugal, al borde del KO

  • Insuficiente empate de los lusos ante Dinamarca (1-1)
  • Los de Queiroz se alejan del Mundial

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Cristiano Ronaldo se lamenta tras una ocasión de gol desperdiciada contra Dinamarca
Cristiano Ronaldo se lamenta tras una ocasión de gol desperdiciada contra Dinamarca

Portugal se dejó dos puntos en Copenhague, en un partido en que debió haber goleado y que por su ineficacia acabó en empate (1-1), un resultado que sumado al triunfo sueco en Hungría lo deja casi eliminado.

Sólo su falta de acierto en el remate puede explicar que Portugal se fue al descanso con un gol en contra: el equipo de Carlos Queiroz desperdició media docena de ocasiones claras para haber resuelto el partido, pero no lo hizo, y se llevó un marcador muy injusto.

Como había previsto su seleccionador, Morten Olsen, Dinamarca cedió el balón a la selección lusa, aceptando su inferioridad, y sólo en los primeros minutos pareció querer disputar la posesión, para luego dedicarse a cerrar espacios y apretar los diente atrás, con el balón largo a Nicklas Bendtner casi como única opción en ataque.

Pasado el primer cuarto de hora, Portugal se hizo dueño del balón, con Pepe y Meireles barriendo el medio, Bosingwa amenazando constantemente por la banda, Deco como director de orquesta y Cristiano y Simao como pareja de puntas.

De las botas del fino Deco salieron las mejores jugadas portuguesas, como un excelente pase a Cristiano Ronaldo, en el minuto 12, que éste finalizó con un tiro flojo que paró Andersen.

La jugada retrató al jugador del Real Madrid, que acorde con su rendimiento habitual con su selección, dejó una actuación mediocre, con un par de ocasiones erradas, algún tiro lejano y un exceso de individualismo y de "piscinazos".

No mucho más inspirado estuvo Simao, que falló un gol cantado, solo ante el portero.

Lluvia de ocasiones

Deco, Duda en una falta esquinada que se topó con una gran mano de Andersen, y de nuevo Cristiano y Simao tuvieron el gol en sus botas, pero unas veces su falta de acierto y otras la actuación del portero danés impidieron el gol.

Tampoco el árbitro ayudó demasiado: un pase de Cristiano dentro del área rebotó en la mano de Christensen, pero ante la indignación de los jugadores y del banquillo luso, Bussaca no indicó nada.

Y un minuto después la desgracia portuguesa se completó con un centro al área que Bendtner, quien pudo cometer falta previa sobre un defensa, bajó con el pecho y transformó en un misil imparable.

Dinamarca, plagada de bajas en defensa y en su segunda ocasión en todo el primer tiempo, se iba al descanso con una ventaja increíble.

Queiroz quiso poner remedio a la sequía colocando al recién nacionalizado Liedson junto a Cristiano y retrasando a Simao a la banda, pero no se notó demasiado: Portugal acusó el golpe y aunque tuvo el balón, ya no jugó con la misma soltura.

Dinamarca empezó a sentirse más a gusto, y fue Rommmedahl el que tuvo el segundo en un tiro que salió rozando el palo de Eduardo.

Portugal respondió enseguida con un centro-chut de Meireles que se le escapó a Andersen, pero que increíblemente ni Cristiano ni Liedson supieron transformar.

Sin noticias de Cristiano, al que el joven Kjaer ató en corto, Portugal se enredó en disputas inútiles por la frustración y en individualidades y no supo leer el partido frente a una Dinamarca que cerró líneas entre los cánticos del público.

Aun así, el equipo de Queiroz siguió tirando a la basura oportunidades -un tiro de Deco en el área pequeña, otro tiro de falta del jugador del Chelsea-, pero ni con cuatro delanteros parecía capaz de marcar.