Enlaces accesibilidad

Vermeulen, el mago de los asfaltos mojados

AUSTRALIA

Rizla Suzuki

  • Fecha de nacimiento: 19/06/1982 | Lugar: Brisbane | Residencia: Sispony (Andorra)
  • Altura: 1,75 | Peso: 68 Kg

Por
Chris Vermeulen

A Chris Vermeulen, lo de "llover sobre mojado" le sabe a gloria. Porque este australiano nacido en Brisbane hace 26 años es un consumado especialista en rodar sobre un trazado resbaladizo. Lo demostró en el GP de Francia 2007, donde se alzó con la hasta ahora primera y única victoria en un Gran Premio del Mundial de motociclismo. Coleccionista de coches antiguos, afable y extrovertido, como buen australiano, Vermeulen ya se laureó en Le Mans.

No pudo haber elegido un mejor escenario para estrenar su cuenta de triunfos en el Mundial. Ni mejores testigos. Porque durante aquel fin de semana, una leyenda viva del motociclismo, Kevin Schwantz, fue el invitado de lujo en el box de Suzuki. El mítico dorsal nº 34, admirador del estilo de Vermeulen y con fe ciega en las cualidades del 'aussie', le dijo: "Confía en ti mismo y tu momento llegará". No podía haber sido más oportuno.

Chris Vermeulen es un tipo con suerte. Y con muy buenos padrinos. Comenzó a rodar en moto en circuitos de 'Dirt Track' con 12 años, antes de dar el salto a las categorías de 250cc y 600cc del Campeonato australiano. Fue en el año 2000 cuando otra leyenda, Barry Sheene, se fijó en él y lo convenció para que compitiera en Gran Bretaña.

En 2003 se erigió campeón del mundo de Supersport. Vermeulen, que lleva actualmente el dorsal 7 en honor del número de Sheene, también maravilló en Superbikes, donde fue subcampeón del mundo en 2005 a bordo de una Honda.

Su salto a MotoGP fue en 2006. Finalizó la temporada en undécimo puesto.

Su ritmo en carrera, a veces trepidante, se asemeja a su grupo favorito, Metallica. Amante de los contrastes, Vermeulen también disfruta con sus estancias en la granja familiar de Yandina, en Queensland. Allí, conducir el tractor es uno de sus pasatiempos favoritos.

Su silueta resalta en el paddock, sobre todo cuando el australiano, residente en Andorra, se coloca esa gorra de pescador que tanto le gusta, una tradición que inauguró para celebrar sus éxitos. En Le Mans llegó el más sonado.

<<Más pilotos>>