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La natación, una mina de medallas

  • España consigue una plata que pudo ser oro en el 4x50 libres
  • El canario Enhamed suma el quinto oro en el Cubo del Agua
  • Floriano consigue la plata en los 400 metros libres
  • Gil y Luque consiguen una plata y un bronce respectivamente
  • Cimadevilla se lleva el bronce en los 200 metros estilos

Por
5ª jornada de Paralímpicos
  • Plata en el 4x50 libre

El relevo español de los 4x50 metros libre, compuesto por Richard Oribe, Daniel Vidal, Jordi Gordillo y Sebastián Rodríguez, ha obtenido una plata que pareció oro hasta el sprint final, en el que Yang Yuanrun dio el título al cuarteto chino ante el alborozo de un público entregado con sus nadadores.

Los estadounidenses fueron quienes arrancaron más fuertes, pero los españoles realizaron una excelente progresión y comandaron la prueba desde la tercera posta, hasta que el ídolo local Yang saltó al agua y logró enjugar "in extremis" la corta distancia de la que gozaba el cuarteto hispano.

"Estoy muy contento. Lástima por el segundo, porque nos hemos merecido mucho más. Esperábamos ganar el oro, pero, aún así, estamos muy contentos", afirmó el español Jordi Gordillo, encargado de realizar el tercer relevo.

China, cuyo cuarteto lo formaron Du Jianping, Tang Yuan, He Junquan y el mencionado Yang, estableció, además, una nueva plusmarca mundial al parar el crono en 2:18.15 y rebajar en más de tres segundos el anterior récord, en posesión de España.

Así, el cuarteto hispano se tuvo que conformar con una plata de alto nivel y muchos quilates tras parar el crono en 2:18.73, que también hubiese supuesto un nuevo récord mundial, mientras que Brasil, por el que nadaron Clodoaldo Silva, Joon Seo, Daniel Dias y Adriano Lima, se colgó el bronce con un tiempo de 2:30.17.

  • Oro para Enhamed

El nadador canario Enhamed Enhamed ha conseguido, en el día de su 21 cumpleaños, la medalla de oro en la prueba de los 400 metros libres categoría S11, en la que derrotó con claridad al chino Yang Bozun y al canadiense Donovan Tildesley.

Enhamed, que sufre ceguera total desde los ocho años, dejó que el local Yang guiara la prueba en solitario durante los primeros 150 metros. Sin embargo, a partir del cuarto largo mostró cuáles eran sus intenciones reales y comenzó a progresar con rapidez hasta ponerse a la par del nadador chino en el paso por los 200.

La segunda mitad de la prueba sólo ha tenido un color, el gris del gorro del nadador de Las Palmas, que no pasó ninguna dificultad para colgarse su segundo oro en Pekín tras el obtenido en los 100 mariposa y sumar el quinto para España en el "Cubo de Agua" de la capital china.

Finalmente, Enhamed ha conseguido su segundo título paralímpico, ya había sido bronce en esta misma prueba en Atenas 2004, con un tiempo de 4:38.32, casi cinco segundos menos que el invertido por el chino Yang, plata y que paró el crono en 4:43.29, y más de once segundos mejor que el firmado por el canadiense Tildesley, bronce con 4:49.45

  • Floriano se hace con la plata en los 400 metros libres

El nadador extremeño Enrique Floriano no ha podido obtener el sexto oro para España en el "Cubo de Agua" pequinés al sucumbir ante el poderío mostrado por el bielorruso Sergei Punko, que ha batido el récord del mundo, en la final de los 400 metros libres categoría S12.

Además de Floriano, también han participado en la prueba los españoles Juan Diego Gil y Omar Font, que finalizaron en séptimo y octavo lugar, respectivamente.

"Hice lo que pude. Defendí la segunda plaza y hemos hecho lo que hemos podido", resume Floriano, que participa en pruebas reservadas a minusválidos visuales, al concluir la prueba.

Floriano, de 25 años y oro en Sydney 2000 y Atenas 2004 en esta misma prueba, ya había advertido que, pese a los tiempos obtenidos en la clasificatoria matutina, en la que el nadador de Badajoz obtuvo la mejor marca, el bielorruso Punko era el principal favorito a la victoria en la final vespertina.

Y desgraciadamente para él, no se equivocó. Punko, Floriano, el estadounidense Tucker Dupree y el ucraniano Sergii Klippert nadaron en compañía los primeros 100 metros, a partir de los cuales, el bielorruso se quedó solo en cabeza y se fue a por el oro como un cohete.

  • Gil y Luque, plata y bronce respectivamente

Los nadadores españoles Vicente Gil y Manuel Luque se han colgado las medallas de plata y bronce, respectivamente, en la final de los 50 metros braza categoría SB3, en la que el japonés Takayuki Suzuki se proclamó campeón paralímpico.

El nadador nipón, plusmarquista mundial de la prueba y que ha ganado con un tiempo de 49.06, impuso su ley prácticamente de salida y nadó siempre muy destacado, escoltado en todo momento por los españoles.

Entre ellos, Gil, plata en Atenas 2004 por detrás de Luque, se ha llevado el gato al agua y repitió metal con un tiempo de 49.91 e incluso hizo pasar algunos aprietos a Suzuki en los metros finales.

Por su parte, Luque, toda una institución en la prueba al haber sido dos veces campeón mundial y uno europeo y oro en Sydney 2000 y Atenas 2004, se ha tenido que conformar con el bronce con un registro de 52.83. Gil, valenciano de 32 años y que sufre paraplejia a raíz de un accidente de tráfico, lamenta no haberse colgado el oro pese a parar el crono en 49 segundos.

"El tiempo que he hecho era para haber ganado. Es el tiempo que quería hacer, pero no pensaba que el japonés fuese a hacer también el tiempo que ha hecho", sostiene Gil, quien ha agregado que, con todo, está "contento" por la plata obtenida. "Venía a ganar, pero habrá que esperar cuatro años. ¡Qué remedio!", ha añadido antes de señalar que se pasó toda la prueba "recogiendo" al japonés debido a su "mala salida".

El nadador, natural de la localidad de Carpesa y administrativo de profesión, ha explicado que no ha encontrado buenas sensaciones en el flamante Centro Acuático Nacional, más conocido por el "Cubo de Agua", desde que llegó a Pekín. "No me gusta esta piscina. Me gusta más la de calentamiento o la de waterpolo. Me he encontrado fatal durante todos los entrenamientos excepto en la clasificatoria de esta mañana", ha señalado.

Luque, barcelonés que el domingo cumplirá 32 años y que tiene una movilidad reducida en las extremidades inferiores debido a una artogriposis de nacimiento, afirmó que esperaba "hacer mejor tiempo". "Pero bueno, el bronce en mis terceros Juegos está bastante bien", estima.

El catalán ha declarado que no se encontró cómodo en el "Cubo de Agua" debido a la temperatura del agua: "Está a 26 grados, muy fría para mí, que peso 44 kilos y tengo muy poca grasa". Luque adelantó que seguirá trabajando, ya que tiene "posibilidades de subir al podio" en los 150 metros estilos.

  • Bronce para Cimadevilla

Por su parte, el gallego Pablo Cimadevilla ha subido al tercer escalón del podio en la prueba de los 200 metros estilos SM5, en la que el brasileño Daniel Dias ha cumplido los pronósticos y se ha hecho con el oro con suma facilidad y tras batir el récord del mundo por delante del chino He Junquan

Más satisfecho se muestra Cimadevilla con su tercer puesto . "Un nuevo bronce (obtuvo otro los 4x50 estilos en Atenas 2004) en mis terceros juegos es para estar contento", estima el gallego, quien ha explicado que la calidad de sus rivales hizo que la final fuese "muy dura". "Me ha tocado nadar con la afición en contra (ya que estuvo apoyando al chino He, plata) y contra Dias, que va a ser elegido mejor deportista de estos Juegos. Estar detrás de esta gente es como para estar orgulloso", ha afirmado Cimadevilla.

El pontevedrés, de 29 años y que sufre paraplejia desde los cuatro años, cuando fue atropellado por un automóvil, ha firmadouna carrera de menos a más y terminó, tras parar el crono en 3.01.58, rebajando la plusmarca europea en cuatro segundos, una progresión que, sin embargo, sólo le alcanzó para obtener el bronce.

La prueba fue dominada con mano firme por el brasileño Dias, que invirtió un tiempo de 2.52.60, dos segundos por debajo la anterior plusmarca, también en su poder. El brasileño, que logró su cuarto oro (con tres plusmarcas mundiales) y su quinta medalla en Pekín, dejó hacer al chino He en la primera posta, la de mariposa, para pasar a comandar la prueba en la segunda, la de espalda, una primera posición que nadie amenazó.