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Ucrania ha vuelto a ser el blanco de ataques con drones rusos. En las últimas horas, en Jersón al menos ha muerto una persona y hay varios heridos. De madrugada, Rusia también ha bombardeado la ciudad portuaria de Odesa, que ha dejado tres personas heridas. Una superviviente, Nataliia Steblovska, ha explicado que durante la guerra no se ha movido de su casa y que no piensa hacerlo: "Es el exterminio de la nación ucraniana. Ellos (los rusos) nos están exterminando. Quieren borrar a la nación ucraniana de la faz de la Tierra, para que nos asustemos y huyamos, para que nuestro país deje de existir. Esto no va a suceder".

Este ataque ha sucedido tras la visita del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a Odesa. En su encuentro con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y con militares heridos en la guerra, ha afirmado que el apoyo de la OTAN a Ucrania es "inquebrantable". "He decidido no comentar sobre las etapas intermedias de todo este proceso, porque no quiero interferir en el proceso de paz. Y, en lo que respecta a la ayuda, lo hacemos con la mayor discreción posible. Para que sea más necesario asegurarnos de que Putin nunca, nunca más vuelva a intentarlo", ha señalado Rutte.

Estos sucesos coinciden con el final la tregua energética incumplida entre Rusia y Ucrania. Lejos de los combates, en Kiev han recolocado la cruz de la iglesia Puerta de la Trinidad, un símbolo de la resistencia en una guerra que dura ya más de tres años.

Un ataque ruso con dos misiles balísticos contra la localidad de Sumi, en el noreste de Ucrania, ha dejado al menos 32 muertos, entre ellos 11 niños, y 99 heridos, según los servicios de emergencias.

"Terrible ataque de misiles balísticos rusos en Sumi. Los misiles enemigos alcanzaron una calle normal de la ciudad, una vida normal: casas, centros de enseñanza, coches en la calle... Y esto en un día en que la gente va a la iglesia: Domingo de Ramos (...)", ha escrito el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

Foto: AFP PHOTO / Oficina de la Fiscalía de la región de Sumi

Un ataque ruso contra la localidad de Sumi, en el noreste de Ucrania, ha dejado al menos 21 muertos y 83 heridos, entre ellos siete niños, según el Ministerio de Interior ucraniano.

"Terrible ataque de misiles balísticos rusos en Sumi. Los misiles enemigos alcanzaron una calle normal de la ciudad, una vida normal: casas, centros de enseñanza, coches en la calle... Y esto en un día en que la gente va a la iglesia: Domingo de Ramos (...)", ha escrito el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

Foto: Servicio de Emergencias de Ucrania, vía AP

Ucrania ha difundido imágenes en las que se observa cómo bombardean a soldados rusos en Belgorod. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha confirmado por primera vez que su ejército combate allí. Una incursión que, por ahora, se limita a unos pocos kilómetros en el interior del territorio ruso. "La guerra debe regresar al lugar de donde viene", ha aseverado Zelenski. 

En la vecina Kursk, siguen los combates ocho meses después de la operación relámpago que llevó a Ucrania a controlar más de 1.000 kilómetros cuadrados en dicha región. Ahora, Kiev lo ha perdido prácticamente todo y Rusia afirma que las tropas ucranianas están en retirada. La agencia estatal rusa RIA Novosti ha difundido imágenes de lo que dicen son civiles rusos de Kursk muertos en bombardeos ucranianos. Rusia asegura que lleva varios días tratando de recuperar los cuerpos para darle sepultura, pero aseguran que Kiev lo impide lanzando nuevos ataques.