Ucrania ha vuelto a ser el blanco de ataques con drones rusos. En las últimas horas, en Jersón al menos ha muerto una persona y hay varios heridos. De madrugada, Rusia también ha bombardeado la ciudad portuaria de Odesa, que ha dejado tres personas heridas. Una superviviente, Nataliia Steblovska, ha explicado que durante la guerra no se ha movido de su casa y que no piensa hacerlo: "Es el exterminio de la nación ucraniana. Ellos (los rusos) nos están exterminando. Quieren borrar a la nación ucraniana de la faz de la Tierra, para que nos asustemos y huyamos, para que nuestro país deje de existir. Esto no va a suceder".
Este ataque ha sucedido tras la visita del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a Odesa. En su encuentro con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y con militares heridos en la guerra, ha afirmado que el apoyo de la OTAN a Ucrania es "inquebrantable". "He decidido no comentar sobre las etapas intermedias de todo este proceso, porque no quiero interferir en el proceso de paz. Y, en lo que respecta a la ayuda, lo hacemos con la mayor discreción posible. Para que sea más necesario asegurarnos de que Putin nunca, nunca más vuelva a intentarlo", ha señalado Rutte.
Estos sucesos coinciden con el final la tregua energética incumplida entre Rusia y Ucrania. Lejos de los combates, en Kiev han recolocado la cruz de la iglesia Puerta de la Trinidad, un símbolo de la resistencia en una guerra que dura ya más de tres años.