Se recomienda a los usuarios no hablar cuando se encuentran en el interior de un autobús urbano. Es una nueva medida para tratar de evitar los focos de contagio en un transporte colectivo.
La situación ha empeorado por la pandemia, con una reducción aún mayor de frecuencias. El Ministerio de Transportes se ha comprometido a recuperar hasta el 75% de los servicios anteriores al estado de alarma, pero sus viajeros consideran que no es suficiente.
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En el primer día sin restricciones perimetrales ha aumentado el movimiento entre las Comunidades, pero de forma leve. El tráfico ha sido fluido, y los trenes han viajado este domigo con más pasajeros, pero sin aglomeraciones.
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FOTO: Varios coches circulan por una carretera de la Comunidad de Madrid en una imagen de archivo. Eduardo Parra / Europa Press.
Cualquier ciudadano británico o residente en Reino Unido a su regreso deberá pagar una PCR o prueba de antígenos negativa, así como guardar una cuarentena. Durante el aislamiento se exige, además, dos nuevas pruebas, que salen por unas 210 libras aproximadamente, esto es, 240 euros. Es una medida disuasoria para evitar los viajes y, así, prevenir contagios. No obstante, Reino Unido comienza a abrirse al exterior y doce territorios han entrado en la "lista verde", como Portugal, Gibraltar o Israel, por sus buenos datos epidemiológicos. La clasificación se revisará en tres semanas.
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Muchos ya preparan sus planes a partir del domingo sin estado de alarma. La mayoría de las comunidades han estado cerradas y no hemos salido durante meses. El estado de alarma decae a las 0 horas en la noche que va del sábado 8 al domingo 9 de mayo. Pero más libertad no significa que haya que bajar la guardia.
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El plan de recuperación que el Gobierno ha enviado a Bruselas contempla la instalación de peajes en las carreteras españolas. En un primer momento esos pagos se harían en las autovías y más adelante en las nacionales y autonómicas. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado que el cobro no empezaría hasta 2024 cuando “la recuperación economía sea una realidad”, pero aún así las reacciones no han tardado en llegar. Los consumidores instan al Gobierno a que acometa una reforma del IRPF antes de pagar por el uso de carreteras porque, de otro modo, todos pagarían lo mismo sin tener en cuenta sus ingresos. Los transportistas, por su parte, se niegan a aceptarlo.
La Asociación de Empresas de Conservación de Carreteras asegura que tenemos un déficit de 8000 millones en el mantenimiento de carreteras y que un pago de cuatro céntimos por kilómetro sería suficiente para arreglaro. En 13 países de la Unión Europea ya se han instalado algún sistema de cobro.
Informa Blanca Pascual
