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Una Miley Cyrus en clave de música de club ha consumado este viernes su esperado retorno al mercado con el tema "Midnight Sky", según ella un homenaje a todos los iconos femeninos que la han influido como artista (Debbie Harris, Stevie Nicks y Joan Jett...), como muestra el vídeo que ha dirigido. "Compuesta a partir de todo un crisol de experiencias vividas por Cyrus este último año",se trata del primer material inédito que entrega desde que el pasado mes de noviembre tuviera que ser sometida a una operación de las cuerdas vocales que la obligó a posponer toda grabación.

Nos visitan Magüi y Sandra, dos de las componentes del cuarteto Ginebras. La banda revelación de este 2020, está a punto de sacar el que será su primer disco, Ya dormiré cuando me muera (Vanana Record). Charlan con Raquel Elices sobre la formación del grupo, detalles del nuevos disco o sobre sus influencias, entre las que se encuentran los cuatro de Liverpool. "Los Beatles son nuestra religión", confiesan.

La periodista, Silvia Cruz,  ha repasado en el informativo 24 horas de RNE la forma en que Manzanita se refiere a la mujer en su obra y ha lamentado que se desconozca su manera de componer. A su versión de Ramito de violetas, el cantante le inventó una continuación: en 1981, Manzanita invita a la protagonista a ser valiente y dejar a su marido y a él a dejar de hacer el ridículo mandando poemas. Todavía faltaban 3 años para la aprobación del divorcio en España. Ese mismo disco del 81, Ramito de violetas, incluye la canción Escúcheme en la que Manzanita invierte los papeles de los protagonistas de Señora, el tema de Rocío Jurado. Y al final de su carrera versionó la canción con “aires cubanos”.

Este año cuesta elegir, si la hay, la canción del verano. Parte de la culpa es que en 2020 no hay verbenas, chiringuitos o discotecas por el COVID-19, pero también, según cuentan algunos expertos, porque la industria ha aparcado los hit tradicionales de esta época para seguir explotando lo que ya estaba en el mercado y dar salida a lo que se ha creado en el confiamiento. De ahí que entre los nombres del verano aparezcan: Lady Gaga o Dua Lipa.

Hace 50 años se empezó a hablar del voguing en las batallas de baile entre homosexuales, trans, afroamericanos y latinos del Harlem neoyorquino. Un colectivo que encontró refugio en una subcultura muy alejada de lo que "La ambición rubia" popularizó en los 90. Madonna incluso reclutó a bailarines de vogue en su gira y cuando finalizó, si te he visto no me acuerdo. De eso trata el documental "Strike a pose"... y la popular serie "Pose", que retrata toda la cultura vogue, la defensa del colectivo LGTBI o la proliferación del SIDA, en el Nueva York de los 80., y que ha vuelto a poner de moda el voguing.

Para muchos, el voguing es poder llegar a ser lo que quieren ser despojándose de etiquetas, pero en las pistas de baile.