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El presidente de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en España, Alfonso Bauluz, trazó un diagnóstico alarmante sobre el estado del periodismo en el mundo, en un año marcado por el aumento de asesinatos, detenciones y ataques contra reporteros.

Bauluz recordó que en 2025 han sido asesinados al menos 67 periodistas, y que “casi la mitad en Gaza”, donde desde 2023 ya han muerto más de 200 profesionales. Señaló directamente al ejército israelí: “El asesinato de periodistas es un exterminio. Nunca habíamos visto algo semejante.”

El presidente de RSF denunció la creciente hostilidad hacia la prensa desde gobiernos de todo tipo. Aseguró que “encarcelar, perseguir, intimidar, hacer desaparecer, secuestrar y asesinar” se ha convertido en una estrategia política habitual, y citó como ejemplo la influencia de discursos populistas como el de Donald Trump, quien, dice, ha popularizado la idea del periodista como “enemigo del pueblo”.

Sobre el bloqueo informativo en Gaza, Bauluz advirtió de que “el desprecio por el Estado de Derecho del gobierno de Netanyahu es absoluto”, y lo calificó como una “deriva totalitaria y antidemocrática”.

En el caso de Ucrania, alertó de que los drones se han convertido en una gran amenaza: “Están atacando a todo lo que se mueve, y los periodistas son un objetivo más.” Recordó además que Rusia mantiene encarcelados a 26 periodistas ucranianos y a 48 profesionales rusos.

El informe de RSF también detecta un aumento de agresiones en protestas de países como Francia, Serbia, Ecuador o España. Bauluz atribuye parte de esta violencia a los discursos de odio: “Los discursos populistas hacen que algunas personas decidan tomarse la justicia por su mano y arremetan contra los periodistas.”

Preguntado por las soluciones, fue contundente: “Solo hay un método para acabar con esto: terminar con la impunidad.” Recordó que RSF ha presentado demandas por crímenes de guerra en Gaza y lamentó que incluso líderes europeos “visiten a una persona reclamada por el Tribunal Penal Internacional”.

Bauluz concluyó subrayando el deterioro global de las libertades informativas, en un contexto donde se imponen la fuerza y la manipulación digital: “La manipulación del algoritmo y el uso de las redes como herramienta de polarización y fijación de enemigos es, probablemente, el factor más preocupante.”

Paramount ha lanzado una opa hostil sobre Warner. La propuesta llega días después de que Netflix alcanzase un acuerdo para hacerse con sus estudios y el servicio streaming, incluido HBO. Las ofertas son diferentes. Paramount pagaría más, 30 dólares por acción frente a los 27,75 de Netflix y el trozo de tarta que quiere también es más grande.

Paramount se haría con lo que pretende Netflix, pero sumaría a canales como Discovery o la cadena de noticias CNN. Y aquí asoma la arista política. Con la opa de Paramount lanzada, le han preguntado a Trump si tiene intereses en que prospere. "Ninguna de ellas es especialmente amiga mía" ha señalado Trump, aunque ha salido un nombre. El de su yerno, Jared Kushner, cuyo fondo está detrás de Paramount.

Sin embargo, no es el único vínculo entre la Casa Blanca y Paramount, ya que su director es David Ellison, cuyo padre, Larry Ellison, dueño de Oracle y el segundo hombre más rico del mundo, es íntimo amigo del republicano. Si la productora se hace con la Warner, sumaría la CNN a su oferta informativa, que ahora ya incluye el canal CBS. De esta forma, los vínculos de los dueños de Paramount con Trump permitirían a la Casa Blanca un alto control sobre la información que llega a los estadounidenses.

Pocos días después de publicar su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a lanzar una advertencia a Europa. "Va por mal camino, es muy malo para la gente", ha asegurado el mandatario en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

Preguntado por la multa de 120 millones de euros de la Comisión Europea (CE) a la red social X por incumplir sus obligaciones de transparencia, Trump ha respondido que le parece "muy desagradable". El mandatario ha señalado que el magnate Elon Musk –propietario de la plataforma– "no me ha llamado para pedirme ayuda con eso".

La Administración de Trump suele acusar a la Unión Europea de querer "censurar" con sus políticas de regulación de las redes sociales y del discurso de odio. De hecho, publicó el viernes pasado un documento en el que presentaba una estrategia de seguridad en la que anticipaba un "borrado de la civilización" de Europa y abogaba por la lucha contra la "migración masiva".

Bruselas ha respondido este lunes y ha señalado que la Unión Europea (UE) no aceptará ninguna "amenaza de interferencia en la vida política europea".

En la nueva Estrategia de Seguridad firmada por el presidente Donald Trump, Estados Unidos anuncia que apoyará a los partidos ultras para que Europa deje de ser lo que es.

Los líderes europeos están divididos sobre lo que está pasando con el hasta ahora amigo del otro lado del Atlántico. La alta representante de Política Exterior sigue definiendo a Washington como el mejor aliado de Europa y la presidenta de la Comisión aún no se ha pronunciado. Pero António Costa, presidente del Consejo Europeo, asegura que "los aliados no se meten en los asuntos internos de sus socios".

Sí que hablan las redes. "Orgulloso de ser europeo", circula desde el viernes en Twitter como respuesta a un tuit de Elon Musk en el que el magnate pide la abolición de la Unión Europea. Lo impulsó el PP de Europa para contrarrestar a las fuerzas ultras aliadas de Trump y Putin en el continente. Miles de personas, de todo tipo de ideologías, se han sumado a la defensa de una Europa que ven bajo ataque.

Europa puede buscar alianzas con potencias como México, Brasil, o Sudáfrica, pero los analistas señalan donde realmente juega con ventaja: productos de calidad, transición verde, y comercio, no en armas o tecnología digital.

Foto: REUTERS/Yves Herman/File Photo

Hace un año, Siria cambió. Una coalición de grupos rebeldes tomó la capital y echó del poder al régimen de Bashar Al Asad. El nuevo presidente, Ahmed Al Shara, ha pasado de ser considerado un terrorista a entrar en el Despacho Oval y reunirse con Donald Trump. En estos 12 meses la comunidad internacional ha levantado muchas sanciones a Siria, pero el país afronta todavía retos ingentes.

Foto: EFE/EPA/AHMAD FALLAHA

Paramount Skydance ha lanzado una oferta pública de adquisición (opa) hostil para comprar Warner Bros Discovery en su totalidad por 93.000 millones de euros (108.000 millones de dólares).

Como ha especificado en un comunicado, su oferta es de 30 dólares en efectivo por acción, lo que supone una prima del 139% sobre el precio de los títulos de Warner, sin cambios, de 12,54 dólares a 10 de septiembre de 2025.

Así, Paramount busca adquirir la totalidad de Warner, incluido el estudio de cine Warner Bros, el servicio de HBO Max y una cartera de canales de televisión por cable.

Con este movimiento, Paramount supera la oferta por acción en comparación con el acuerdo cerrado el pasado viernes por Netflix, de 28 dólares por título, lo que supone un total de 82.700 millones de dólares por adquirir una parte importante de Warner.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ya advirtió que el paso de Netflix "podría ser un problema" por el peso que le daría en el mercado. El Departamento de Justicia ya analiza la operación y, en el Senado, republicanos y demócratas preparan una audiencia antimonopolio. Paramount argumenta, por su parte, que su oferta tendría menos problemas con los reguladores.

Imagen de: Mike Blake / Reuters.

Guatemala no tiene una Ley de Aguas aunque en los últimos 40 años han sido presentadas más de 20 iniciativas al Congreso. Una ley muy necesaria porque, a pesar de que la disponibilidad hídrica anual per cápita supera el umbral propuesto por la ONU, el 90 % de sus aguas superficiales están contaminadas y el 40 % de su población no tiene acceso a agua corriente dentro de su casa, lo que supone graves riesgos para su salud. Una situación que afecta, principalmente, a las comunidades indígenas. Son datos que recoge el informe "Sin agua no somos nada", de Human Rights Watch del que nos habla Juanita Goebertus , directora de la División de las Américas. El gobierno ha presentado un nuevo Proyecto de Ley que debe ser votado a partir de enero de 2026. Un reportaje de Teresa Montoro.

Hace justo un año, en Siria, la coalición islamista entraba en Damasco sin apenas oposición tras una ofensiva relámpago. Caía así la dictadura de Bachar Al Asad y con ella todos los símbolos de la dinastía que sometió al país durante más de 50 años. El nuevo hombre fuerte, Ahmed Al Shara, pasó de ser considerado terrorista a presidente del país. Ha roto el aislamiento del país, ha hablado ante la ONU, ha sido recibido en la Casa Blanca y ha logrado que le levanten la mayoría de las sanciones.

Dentro de sus fronteras, los desafíos son aún enormes. Las tensiones sectarias amenazan la estabilidad y la reconstrucción, que llevará décadas, apenas ha comenzado.

Foto: AFP/Agencia Árabe Siria de Noticias

Hace un año, y tras una ofensiva relámpago de opositores y grupos islamistas, Bachar Al Asad huía de Siria, poniendo fin a más de 50 años de un régimen familiar caracterizado, especialmente, por la represión a la población civil. Una caída que abría una nueva etapa política en el país, pero que ahora -365 días después- no ha conseguido acabar con la inestabilidad social, aunque sí ha permitido que Siria vuelva a hacerse un hueco en el escenario internacional. Hoy Siria celebra el primer aniversario de la liberación y sobre el terreno, la población trata de seguir adelante, aunque sin olvidar lo vivido durante el régimen de Al Asad. Es el caso de Fares, que durante años estuvo preso en la cárcel de Sednaya en la que se calcula que murieron y desaparecieron 30.000 personas. Lo cuenta la enviada especial de RNE Laura Alonso.

En Las Mañanas de RNE, Juan Ramón Lucas ha conversado con Ramón González Férriz, autor de La otra Guerra Fría (Alianza Editorial), un ensayo que analiza cómo Estados Unidos y la Unión Soviética utilizaron la cultura —del cine al pop, del jazz al realismo socialista— como arma estratégica durante el siglo XX. El autor ha recordado que la utilización política de la cultura existe “desde que el hombre es hombre”, pero que la explosión de la cultura de masas tras la II Guerra Mundial amplificó su impacto y convirtió a las producciones culturales en poderosos mecanismos de persuasión ideológica.

Férriz ha detallado cómo el bloque soviético apostó por un arte controlado, transparente y propagandístico, mientras que Estados Unidos supo aprovechar el atractivo de la modernidad, el consumo y la vanguardia para promover el modelo capitalista. Europa, ha explicado , fue "el principal campo de batalla simbólico entre ambas potencias".

A lo largo de la entrevista han aflorado episodios cargados de paradojas: Louis Armstrong defendiendo en Europa la imagen de un país que seguía siendo racista, Pasternak dividido entre patriotismo y libertad creativa con Doctor Zhivago, o la prohibición tanto de James Bond como de John le Carré en la URSS por motivos opuestos pero igualmente políticos.

El autor ha sostenido que hoy la influencia cultural sigue existiendo, pero es muchísimo menor: la batalla propagandística —afirma— se ha desplazado casi por completo a las redes sociales y al ecosistema digital. China sería el mejor ejemplo de esta transición, al combinar una industria cultural propia cada vez más poderosa con un férreo control de su mundo digital.

Férriz advierte de que la “batalla cultural”, término muy utilizado por la extrema derecha, se ha convertido en un territorio donde algunos partidos trabajan con especial estrategia e intensidad. Aun así, defiende que en democracia siguen existiendo "márgenes para la persuasión, el debate y la defensa de la libertad de expresión", aunque reconoce que "el clima de polarización dificulta el diálogo".

La entrevista ha concluido con una reflexión esencial: ¿cuánto importa realmente la cultura hoy? Para González Férriz, pese a su menor capacidad de influencia política en comparación con el pasado, la cultura continúa siendo "una vía de conocimiento, resistencia y discusión pública".