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El incendio en Larouco, en la provincia de Ourense, sigue avanzando sin control y amenaza las áreas protegidas de los montes de O Courel. Tras arrasar una superficie de más de 20.000 hectáreas, es ya el mayor incendio de la historia de Galicia. Un bombero y tres brigadistas resultaron heridos el lunes por la noche mientras trataban de contener las llamas.

FOTO: REUTERS / MIKEL KONATE

En el Día Mundial de la Fotografía, Las mañanas de RNE con Lara Hermoso habla con Brais Lorenzo, fotoperiodista de la Agencia EFE.

Con unas imágenes que muestran la tragedia pero también la resistencia, Lorenzo, ourensano, ha documentado durante años los incendios que arrasan los montes gallegos y también a sus propios vecinos luchar contra las llamas. "Somos gentes habituadas al fuego", ha explicado, pero el envejecimiento y la despoblación hace que ya no se hagan los trabajos de prevención comunales que se hacían antaño.

Además, forma parte del proyecto colectivo Habitar o baleiro, en la que establece una "relación clara entre el abandono y los incendios forestales", según ha explicado, que explica la situación vivida, de nuevo, este verano. Por eso, ha pedido que se ponga sobre la mesa "para evitar estas catástrofes que cada vez serán más habituales" la necesidad de fijar población en la zona rural.

A pesar de la evacuación de habitantes de numerosas localidades en los municipios afectados por los incendios en la zona de Sanabria, algunos han decidido quedarse. Este es el caso de Óscar, residente en San Martín de Castañeda, que se ha quedado junto a otros vecinos para ayudar en caso de que llegue el fuego. Su localidad está amenazada por el fuego que azota la provincia de Zamora.

Asegura en una entrevista al Canal 24 Horas que "lo único que vemos en el pueblo es mucho humo y ya empieza molestar un poquito". En cuanto a por qué han decidido quedarse, Óscar afirma que tienen muchos motivos para intentar ayudar y dar solución "a esto que se nos viene encima, que puede ser una gran tragedia". Asegura que durante todo el año son 100 vecinos en el pueblo, pero que en verano alcanzan cerca de 450 habitantes. "Calculo que estaremos ahora mismo sobre unos 100 vecinos que nos hemos decidido quedar".

Aseguran que el fuego poco a poco se va acercando "al terreno del pueblo". En cuanto a las posibles sanciones por haberse negado a evacuar, aseguran que mayor motivo de preocupación es lo que le pueda pasar al pueblo y no tanto la sanción. "Si nos quieren multar por intentar ayudar al pueblo y a sus vecinos, adelante".

Imagen: SUBDELEGACIÓN GOBIERNO EN ZAMORA

Los vecinos de Carballeda de Avia, Ourense, se enfrentan “sin descanso” desde el pasado viernes al fuego que amenaza a las viviendas del municipio. Organizados y con cubos de agua se enfrentan a las llamas: “Está ardiendo todo, todo se está quemando” ha dicho Alonso, uno de los vecinos del municipio que ha mostrado su preocupación ante una situación “insoportable”.

“Esperemos que no avance” ha declarado Alonso diciendo que “no se puede hacer más” aunque “la gente está colaborando”: “Hacemos lo que podemos”, ha dicho.

En Ourense es difícil escapar de la devastación del fuego. Las llamas acechan y amenazan viviendas, que los vecinos consiguen salvar por los pelos.

Las imágenes aéreas permiten apreciar la magnitud de la devastación. Hay más de 50.000 hectáreas arrasadas y un paisaje que se ha teñido de marrón.

Miles de efectivos luchan contra un fuego que no les da un respiro. Mientras continúa la investigación, hay dos nuevos detenidos. Para uno de ellos han decretado prisión provisional. Igual que para el acusado de desbrozar con un tractor y provocar el incendio de Oímbra.

Foto: Brais Lorenzo/EFE — Un vecino trabaja en labores de extinción del incendio forestal de Cualedro (Ourense)

El fuego sigue arrasando Galicia. Ya ha quemado más de 51.000 hectáreas, 50.000 en la provincia de Ourense, donde hay 12 incendios activos. Muchos núcleos urbanos están cercados por las llamas. Los vecinos están desesperados ante el avance del fuego.

Foto: Brais Lorenzo/EFE — Personas juegan a las cartas mientras avanza un incendio forestal en Carballeda de Avia, Ourense

Ourense y León han sido los puntos elegidos por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para su visita a las zonas afectadas por los incendios. La primera parada ha sido el Centro de Coordinación Operativo Contraincendios de la provincia gallega desde donde ha prometido a las comunidades autónomas todos los recursos frente a los incendios. Tras ello, se ha desplazado a su segunda parada: Villablino, León. Foto: EFE/ Brais Lorenzo

Los servicios de emergencia no dan abasto. Desde hace días, Galicia se tiñe angustiosamente de gris. Los incendios están desbocados y devoran la comunidad. Los vecinos viven desesperados como el fuego llega, en muchos casos, a la puerta de sus viviendas.

Foto: Rosa Veiga/Europa Press — Parte del dispositivo de la UME instalado en la zona deportiva de O Aguillón, en A Rúa, Ourense

Las condiciones de bomberos forestales y brigadistas son precarias. Muchos de los efectivos que apagan el fuego en agosto se van al paro en otoño, soportan jornadas maratonianas y no disponen de los medios suficientes. Dependen de las autonomías pero lo más común es que su empleo dependa de subcontratas y empresas de trabajo temporal. El año pasado se aprobó una ley para mejorar las condiciones de bomberos y agentes forestales, pero ninguna comunidad autónoma la aplica aún. Algunos gobiernos autonómicos lo que han hecho es reducir el dinero que dedican a protección civil y suprimir unidades de emergencias. A pesar de las condiciones, ponen todo su esfuerzo en luchar contra los incendios, que, remarcan, este año son especialmente virulentos por las condiciones meteorológicas. Sergio Arroyo ha hablado con algunos de estos trabajadores de varios puntos de España.