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Ha muerto Jane Birkin, la actriz, cantante y modelo anglofrancesa. Tenía 76 años. Fue todo un icono pop de la cultura francesa. Entre otras cosas por su recordada interpretación del tema 'Je t'aime moi non plus', que grabó en 1969 con su pareja Serge Gainsbourg y que incluye unos gemidos por los que se prohibió en una docena de países y fue denunciada por el Vaticano. Como actriz deja más de medio centenenar de películas, alguna española como 'La Miel', y como cantante, una veintena de álbumes.

El acuerdo entre Rusia y Ucrania para el transporte del grano en el Mar Negro caduca el próximo martes. Un acuerdo que, hasta la fecha, ha permitido exportar 32 millones de toneladas de cereales. Lo firmaron hace un año, con la mediación de Turquía y Naciones Unidas. Es el gran logro diplomático de esta guerra, que ha reforzado la imagen del presidente Erdogan, muy cercano a Putin.

Pero ahora el líder ruso no parece estar por la labor de renovar el acuerdo. Cree que hay partes que no se han cumplido, como la eliminación de los obstáculos para que Rusia también pueda exportar sus productos. Si no hay nueva prórroga, los más perjudicados serían países de destino como Afganistán, Somalia, Sudán o Yemen, donde millones de personas dependen del grano ucraniano para comer.

Foto: REUTERS/Mehmet Emin Caliskan

El equipo de TVE a bordo del buque "Geo Barents" de Médicos sin Fronteras ha sido testigo de la cantidad de tráfico de frágiles embarcaciones que parte de la costa africana hacia Europa. El barco está cerca de Lampedusa y desde el sábado ha asistido a ocho embarcaciones que partieron de la costa africana hacia Europa. Lleva 300 migrantes a bordo.

Rusia ha establecido férreas líneas defensivas en el frente de Bajmut, donde Ucrania podría utilizar las bombas de racimo. Putin ha amenazado con responder de manera recíproca si se usa este armamento, que considera un crimen. Aún así, no parece que esto vaya a influir en la determinación del mando ucraniano, ya que consideran las bombas de racimo como determinantes en su contraofensiva. Informa Fran Sevilla, enviado especial.

Las consecuencias tras más de 500 días de guerra dejan la región de Zaporiyia, dominada por el río Dniéper, con falta de agua. Desde la voladura de la presa de Kajovka, los embalses se han quedado vacíos.

En Balabyne, el lugar que suministraba parte del agua con la que refrigeran los reactores de la central nuclear de Zaporiya, solo quedan moluscos muertos y un fango sobre el que los blindados difícilmente podrían pisar sin hundirse. Muy cerca, en Nikopol, llevan un mes bebiendo y lavándose con agua embotellada. A veces tienen que buscarla entre cañonazos. "Al principio, sentíamos mucho pánico, pero ahora ya nos hemos acostumbrado. Ya sabemos cuándo se puede salir a la calle y cuándo no. Paso mucho miedo por los niños, por mis nietos", explica Marina, vecina de la localidad. El miedo en Nikopol también apunta a lo que tienen al otro lado del río: la mayor central nuclear de Europa, en manos de Rusia. Kiev y Moscú se han acusado mutuamente de querer sabotearla. El Organismo Internacional de la Energía Atómica no ha encontrado explosivos, pero todavía no ha podido acceder a la totalidad del recinto. La amenaza persiste.

El grupo de mercenarios Wagner ha comenzado a entrenar tropas del ejército de Bielorrusia, país aliado de Moscú. La capacitación del ejército bielorruso se realiza en un campamento situado a 230 kilómetros de la frontera ucraniana y a unos 90 km de Minsk. Se trata de un remodelado ejército pagado por Rusia, con fidelidad al Kremlin, y un nuevo líder a propuesta del propio Vladímir Putin: Andrei Troshev, que está considerado como director ejecutivo del Wagner y uno de sus fundadores. Sedoi, su nombre de guerra, luchó en Siria y tiene algunas de las más altas distinciones militares de Rusia. Como Putin y Prigozhin, nació en San Petersburgo, donde tenía la sede central el grupo paramilitar.

Ucrania continúa su contraofensiva en el sureste del país y en los alrededores de la ciudad de Bajmut, capturada en mayo. Pese a los avances del ejército ucraniano, el presidente Volodimir Zelenski ha advertido de que Rusia está haciendo todo lo posible para detener a sus soldados.

FOTO: Un soldado ucraniano mira por unos binoculares en la región de Donetsk. EFE/EPA/OLEG PETRASYUK

Desde que comenzó la guerra, Lituania se ha volcado con Ucrania con iniciativas como "Call Russia", para llamar aleatoriamente a ciudadanos rusos y explicarles los horrores del conflicto. Sin embargo, también es un país que acoge a muchos de los rusos que han sufrido la represión de Moscú. Un reportaje del enviado especial a Vilna, David Vidueiro.